Estancia Nibepo Aike - BRAND

Juliana Jansma, ¿cómo fueron los inicios de la estancia?

Estancia Nibepo Aike es una empresa familiar con más de 110 años de historia. Fue fundada por tres inmigrantes croatas que llegaron a estas tierras cuando aún no existía la provincia de Santa Cruz como tal, y el gobierno nacional entregaba tierras fiscales en arrendamiento para comenzar a poblar la Patagonia.

Santiago Peso, mi bisabuelo, fue quien se instaló a orillas del brazo Sur del Lago Argentino, y junto con el capital que brindaron sus socios, comenzó a trabajar con producción ovina como la mayoría de los establecimientos ganaderos en esa época. En sus inicios, la estancia se llamó ‘’La Jeronima’’ en honor a la madre de uno de los socios.

En el año 1924, durante un viaje a Río Gallegos, Santiago conoció a María Martinic, una joven compatriota croata con quién se casó al año siguiente y tuvo cuatro hijos: Adolfo, quien falleció al año y medio; Radoslava, apodada Niní; Ángela, apodada Bebe; y María, apodada Porota.

Lamentablemente mi bisabuelo fallece muy joven, dejando a María viuda con sus tres hijas mujeres muy pequeñas. Mi bisabuela, junto con la ayuda de su familia, decidió comprarles a los socios de Santiago, la totalidad de la estancia. Es en este momento cuando rebautizó la estancia con el nombre de “Nibepo Aike”, donde «Aike» significa «Lugar de» y «Nibepo» proviene de Niní, Bebe y Porota, los sobrenombres de las tres hijas de Santiago y Maria.

¿De qué manera se desarrolló la estancia y cuáles son los servicios que brindan al público?

Junto con la creación del Parque Nacional Los Glaciares, en el año 1937, la actividad principal que era la ganadería comenzó a sufrir algunas limitaciones debito a las restricciones de protección sobre esta zona. La estancia se disminuyó de las originarias 20000 hectáreas a 12500, que son las de la actualidad. Junto con estos cambios, es que se empezó a pensar en una actividad que pudiese complementar a la ganadería. Alrededor de mediados de los ’70, Juan Enrique Jansma, mi abuelo, casado con Nini, comenzó a hacer los tradicionales asados para recibir a visitantes que eran en su totalidad público nacional.

Con el correr de los años, la creación del aeropuerto de El Calafate, y el boom turístico internacional del destino, empezamos a ofrecer diferentes opciones para visitar la estancia. En la actualidad, contamos con una hostería de diez habitaciones, tenemos visitas diarias en donde nuestros visitantes pueden vivenciar un típico Dia de campo en una estancia patagónica, cabalgatas de varios días de duración y trekkings.

¿En qué se los diferencia como estancia?

Somos la única dentro del Parque Nacional que aún mantiene su producción ganadera como actividad económica secundaria, ofreciendo al turista una real experiencia en una auténtica estancia patagónica.