La educación en Argentina enfrenta desafíos que requieren una acción inmediata. Sin embargo, existen intereses ocultos y una falta de voluntad que obstruyen el camino hacia la mejora.
Los intereses económicos y de poder influyen en las decisiones y políticas educativas. Algunos actores buscan beneficiarse a través de la comercialización de materiales, la mala gestión de las escuelas, la implementación de programas educativos subcontratados, entre otros. Esta dinámica crea un escenario en el que la educación se convierte en un mercado lucrativo, a menudo en detrimento de su calidad.
La “mafia educativa”, con fines económicos y políticos, utiliza la promoción de la ignorancia como medio para manipular y debilitar al pueblo. Esta deficiencia afecta el desarrollo socioeconómico del país. Si queremos alcanzar la prosperidad y la equidad, debemos empoderar a las personas, fomentar la innovación, fortalecer la cohesión social y formar una ciudadanía informada.
El sistema federal argentino presenta obstáculos para abordar estos desafíos. Aunque el Ministerio de Educación lidera este tema, el Congreso debería mejorar su supervisión del sistema educativo. Por su parte, el Poder Judicial debería garantizar el cumplimiento de los derechos y principios constitucionales.
Es momento de modificar esos lineamientos generales establecidos en la Ley de Educación Nacional. La distribución espacial u organización del aula es antigua y poco colaborativa.
No se contemplan los distintos procesos individuales de aprendizaje ni intereses. La gestión es desde el control e imposición de jerarquías. Las materias son bastante inútiles para la vida diaria. No se alimentan pasiones ni desarrollo personal. La asignación de recursos es escasa. No se incentiva la vocación docente. Los chicos/as tienen cada vez menos clases por protestas sindicales.
Los Gobiernos Provinciales deben reunir fuerzas para que las propuestas innovadoras sean útiles y no se agoten en el mero marketing. Deben perfeccionar los acuerdos presupuestarios y no atascarse en la reglamentación de normativas nacionales.
Jaime Saavedra, Director de Desarrollo Humano para LATAM en el BM, expresó que en Argentina solo 13 de cada 100 niños finalizan la secundaria con las competencias necesarias. Es momento de modificar los lineamientos generales establecidos en la Ley de Educación Nacional.
En conclusión, la educación debe abordarse como el desarrollo de la capacidad intelectual, moral y emocional. Como Platon expresó: “consiste en dirigir la mente hacia el verdadero objeto del conocimiento, que es la comprensión de la idea del Bien".
También te puede interesar

Logro histórico en sostenibilidad: cómo la neutralidad de carbono ayuda a la crisis climática

Celebración histórica por el Día del Gastronómico en La Rural: récord mundial y un mensaje de unión

Transformando la educación: Rivadavia lanzó RVD.AI

Rejuvenecimiento: descubrí los métodos alternativos para mantenerse jóven del influencer Antonio Moll
por CEDOC
Comentarios