Saturday 27 de April, 2024

EMPRESAS Y PROTAGONISTAS | 27-04-2023 11:52

LA ECUACIÓN DEL ÉXITO

Por Vero de los Santos-Mentora de negocios.

Para hablar de este término, hay tantas definiciones como personas en el mundo. A lo largo de la historia fue cambiando su concepción y mirada, también culturalmente se ve de diferentes maneras su significado.

Hoy en día, gracias al impacto y alcance de las redes sociales, el concepto de éxito poco a poco se va deconstruyendo. Hasta hace algunos años (me atrevo a decir pre-pandemia) considerábamos socialmente exitosa a una persona que alcanzaba objetivos económicos, profesionales, hasta incluso la mirada estaba puesta en alguien que había logrado lo “ideal y socialmente esperado” en todos los ámbitos de su vida.

Actualmente, este concepto va perdiendo fuerza, y se empieza a hablar de éxito como aquello que cada persona lo considere, desde sus logros y vivencias.

Etimológicamente hablando, la palabra éxito proviene del latín “exitus” que significa “fin, salida, termino”, como un resultado de un camino o proceso.

Desde la filosofía, grandes pensadores como Nietzsche y Aristóteles hablaban de éxito como “alcanzar la felicidad”, pero el primero asegura que además de obtener algo deseado, es también cuando socialmente se valida y reconoce como tal.

Desde mi experiencia, habiendo transitado el camino de emprender, con todo lo que esto conlleva a nivel profesional y personal, considero que para formular una ecuación de éxito que aplique a todos nuestros dominios de la vida, es necesario tener un objetivo claro y seguirlo con pasión: un norte, o visión de aquello que queremos para nosotros y/o nuestro entorno o negocio, que nos conmueva; una alta tolerancia a la frustración: (aquello que consideremos no logrado, un tropiezo, o una expectativa deshecha), aprender a aceptar lo que no fue como esperábamos, y cuanto antes continuar persistiendo en el camino al objetivo; Coraje: esta cualidad de valentía para seguir, ante algo que consideramos de riesgo o peligro, como emprender en un contexto económico complejo, o para ir contra lo que se espera de nosotros; y por último la generación de hábitos: conductas regulares y repetidas que en base a la disciplina alimenten el objetivo.

Aun teniendo en claro lo que queremos, lo que vemos como éxito y su ecuación, siempre hay un margen de inacción que es todo aquello que no depende de nosotros, por lo tanto, solo nos queda, disfrutar al máximo del camino.

Encontrame en IG: @vero.mentoring

por CEDOC

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