La vejez es una etapa de la vida que sigue a la edad adulta y se caracteriza por el envejecimiento físico y, en muchos casos, por cambios en la función cognitiva. Es un período natural de la vida.
Durante la vejez, es común que se produzcan cambios en el cuerpo y la salud. La piel tiende a volverse más delgada y menos elástica, pueden aparecer arrugas y manchas de la edad. Los huesos también pueden volverse más frágiles, lo que aumenta el riesgo de fracturas óseas. Además, pueden aparecer condiciones de salud crónicas, como enfermedades cardíacas, diabetes, artritis y deterioro de la función cognitiva.
A nivel cognitivo, algunas personas pueden experimentar cambios en la memoria, la concentración y la velocidad de procesamiento de la información. Sin embargo, es importante destacar que no todas las personas experimentan estos cambios y que la vejez no es sinónimo de enfermedad o discapacidad.
A pesar de los desafíos que pueden surgir, la vejez también puede ser una etapa de la vida en la que las personas disfrutan de más tiempo libre, pueden dedicarse a actividades que les gustan y aprovechar la experiencia y sabiduría acumuladas a lo largo de los años.
Es importante abordar la vejez desde una perspectiva positiva y promover el envejecimiento saludable, que incluye mantener un estilo de vida activo, mantener relaciones sociales, mantener una alimentación equilibrada y acceder a la atención médica adecuada.
El término "vejez funcional" se refiere a la capacidad de una persona mayor para realizar las actividades diarias de manera independiente y sin limitaciones significativas. Se centra en evaluar la capacidad funcional y el bienestar general de una persona en la vejez, más allá de su edad cronológica.
La vejez funcional se basa en la idea de que la edad no determina necesariamente la capacidad de una persona para llevar una vida activa y participar en actividades cotidianas. En lugar de enfocarse únicamente en los cambios físicos o cognitivos asociados con el envejecimiento, se considera la capacidad de una persona para mantener su autonomía y realizar las tareas esenciales de la vida diaria.
Las actividades diarias pueden incluir cosas como vestirse, asearse, comer, moverse, realizar tareas domésticas, gestionar las finanzas y participar en actividades sociales. La vejez funcional se evalúa en función de la capacidad de una persona para realizar estas actividades sin ayuda o con una mínima asistencia.
El concepto de vejez funcional destaca la importancia de mantener la salud física, cognitiva y emocional a medida que envejecemos. Promover un estilo de vida saludable, mantener una buena condición física, mantener relaciones sociales activas y buscar atención médica adecuada son factores clave para mantener la vejez funcional y disfrutar de una buena calidad de vida en la tercera edad.
Lic Marcela Siciliano.
Lic en Psicología.
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por CEDOC
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