La riqueza y el dinero no son lo mismo, como tampoco lo son la abundancia y la prosperidad. Soy asesor financiero desde hace 29 años y conocí a muchas personas con muchísimo dinero que viven en una brutal escasez. Estas personas pueden llegar a pelearse con sus hijos o su familia por dinero, deteriorar sus relaciones o su salud por perseguirlo, o lo que es peor: perder sus valores y hasta su libertad por miedo a perderlo. Hay una frase que reza: “si vivís desde el miedo será mejor que nunca tengas dinero o vas a sufrir”.
En otras palabras, podríamos decir que la prosperidad es acumular dinero y la abundancia es conectar con un propósito mayor a solo tener dinero; ese propósito podría estar destinado primero a disfrutar, segundo a entregar valor, ayudar a otros, y por consecuencia en tercer lugar, obtener un beneficio a cambio, o sea, dinero.
El sufrimiento normalmente comienza cuando ponemos al dinero en primer lugar y pasa a ser nuestro único objetivo o fin; en realidad lo hacemos porque generalmente creemos que cuando logremos tener suficiente dinero todos nuestros problemas se solucionarán como por arte de magia. Pero lamentablemente tengo una mala noticia… eso no pasará. Por el contrario, en esa persecución desesperada muchas personas pierden todo lo que pensaban obtener al conseguirlo, llámese salud, bienestar, tiempo libre, amigos, familia, etc.
En definitiva, muchas veces las personas nos confundimos al pensar que nuestro valor está determinado por lo que tenemos o el lugar en donde vivimos, y no por lo que somos o en quienes nos convertimos. Así, vivimos enfocados en el “tener” en lugar del “Ser”, y es por eso que hacemos todo para sostener lo que tenemos, ya que si sentimos que lo perdemos creemos que no somos nada.
En mi Instituto trabajamos en la educación financiera unida al desarrollo personal, y no solo lo hacemos con adultos sino también con niños desde los 8 años de edad, ya que si las nuevas generaciones entendieran que todo su esfuerzo no debe estar en perseguir el dinero sino en aumentar su valor, por consecuencia sus finanzas nunca serían un problema en sus vidas.
Todas las personas pueden ser libres, sabias y ricas, pero para eso deberán aprender a jugar el juego del dinero en sus cuatro ámbitos: mental, emocional, espiritual y material. De lo contrario, seguiremos persiguiendo al dinero haciendo acciones solo en el ámbito material o visible, trabajando más horas, gastando menos o aferrándonos a él de manera desesperada.
¡En este 2024 no te enfoques solamente en el contexto en donde la mayoría de las personas sin educación financiera repiten “NO hay plata”; apuntá con mira telescópica a aumentar tu valor y sin dudas te darás cuenta de que SÌ hay dinero para el que trae una solución poderosa bajo el brazo! ¡Que así sea!
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por CEDOC
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