La Pandemia del COVID-19 ha generado una crisis global pocas veces vista.
Esto nos pone a todos a prueba en diferente medida, especialmente a quienes tienen la obligación de liderar personas y organizaciones. En una situación crítica, un buen líder debe tener las siguientes capacidades:
1. Orientación a Resultados, para poder entender lo que hay que lograr e, incluso, aspirar a superarlo.
2. Liderazgo de Personas, siendo claro, concreto y muy orientativo de lo que se necesita y se espera de cada integrante de un equipo, comprendiendo a las personas y comunicando empáticamente.
3. Pensamiento Estratégico, tanto para capear el corto plazo, como para poder analizar y aprender de experiencias pasadas frente a contextos críticos y, al mismo tiempo, aprovechar las oportunidades que surjan de tras la crisis.
Todas estas capacidades se pueden identificar, desarrollar y mejorar. Y esta crisis es una gran oportunidad de aprendizaje y cambio, tanto para nuestros líderes como para sus organizaciones.
* Juan Pablo Simón Padros es Consultor de Spencer Stuart
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