Ya son diez los bancos que ofrecen créditos hipotecarios UVA destinados a la primera o segunda vivienda. Esta competencia entre las entidades bancarias promete revolucionar el mercado de real estate. Si bien uno de los aspectos positivos es que, por lo general, los alquileres terminan superando el valor de las cuotas de un crédito hipotecario, el quid de la cuestión es que los créditos UVA se ajustan por el índice de inflación por lo que el temor principal es qué podría suceder si se disparase la inflación como ocurrió en el pasado, siendo que los créditos pueden llegar a tomarse a 20 o 30 años.
Frente a la incertidumbre que históricamente genera en Argentina la coyuntura inflacionaria es que hace varios años tenemos en oferta planes de financiación de hasta 30 años en pesos. El objetivo es posibilitar a las familias -y para otras mejorar- las condiciones de acceso a la vivienda propia y ayudar a reducir el déficit habitacional.
Hay sistemas de desarrollo de unidades habitacionales que ya vienen contando con financiación en cuotas en pesos que se actualizan por el índice de la Cámara Argentina de la Construcción (CAC), que tiene en cuenta la variación de costos de mano de obra y materiales. Este sistema lo vienen llevando adelante hace más de 20 años, con un equipo de matemáticos financieros que se dedica especialmente a analizar los escenarios y posibilidades para poder hacer esto en la Argentina, evaluando en todo momento nuevas posibilidades de financiación que ayuden a muchas más familias a lograr el sueño de la vivienda propia.
Ahora bien, los bancos tienen una postura más cercana a prestarle a los desarrollistas para que ellos financien a sus clientes que de financiar a los clientes individualmente. Es clave que estos créditos se empiecen a mover. Para el desarrollador es una herramienta excelente porque para calificar se deben cumplir condiciones que lo ayudan a ordenarse, a profesionalizar la administración de su negocio internamente. Se requieren hacer más controles de certificaciones de avances de obra y plazos comprometidos, se ajustan los procesos de pedidos de información a consumidores finales, de acuerdo con las normativas vigentes, entre otros. Es un cambio de paradigma que eleva la calidad del sector e incluye a los desarrolladores más pequeños.
Sin dudas todo el sector desarrollista y de la construcción está ávido de información sobre estas nuevas opciones crediticias. El plan de pago se diseña en función de los ingresos vs. egresos y no se exige un salario mínimo demostrable sino una certificación de ingresos legales para garantizar la viabilidad del financiamiento.
En un país donde los créditos hipotecarios son una herramienta fundamental para alcanzar el sueño de la vivienda propia, es imprescindible que los potenciales compradores se informen adecuadamente, comparen las diferentes opciones disponibles en el mercado y tomen decisiones financieras responsables, sin olvidar que los bancos no son acreedores contemplativos. La estabilidad económica y el asesoramiento profesional son la clave.
*Carlos Ovejero es CFO de la Desarrolladora Spazios
por Carlos Ovejero
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