Sunday 28 de April, 2024

EMPRESAS | 01-03-2024 15:02

Guerra por el tabaco

El presidente de Tabacalera Sarandí, Pablo Otero, denuncia qué intereses del sector se escondían detrás de la fallida Ley Ómnibus.

Si hay un sector que está íntimamente vinculado con los impuestos es la red de negocios alrededor del consumo de tabaco. Tanto que el reciente intento por cambiar la actual estructura impositiva mediante la fallida la Ley Ómnibus volvió a levantar heridas y puso sobre la mesa la sostenibilidad de una industria que en todo el mundo viene retrocediendo pero que todavía conserva arraigo entre sus fieles consumidores. También desnudó fuertes presiones en torno a la estructura tributaria del gravamen que recae sobre la industria, que en nuestro país está concentrada en más del 90% en tres jugadores: Massalin Particulares (filial de Philip Morris), Nobleza Piccardo (de BAT) y la local Tabacalera Sarandí. Pablo M. Otero (53), su presidente, no elude la controversia y reafirma su posición en torno a este peculiar conflicto.

El presidente de Tabacalera Sarandí, Pablo Otero, denuncia qué intereses del sector se escondían detrás de la fallida Ley Ómnibus.Noticias: ¿Qué es Tabacalera Sarandí?

Pablo Otero: Tabacalera Sarandí es una manufactura de tabacos que opera desde 1998 y representa la cuarta generación familiar de tabacaleros con base en el partido de Avellaneda desde 1888. Actualmente, empleamos a 350 personas de forma directa y más de 2.000 personas vinculadas a la actividad comercial. Somos distribuidores exclusivos de papeles OCB (Francia) y tabacos de Imperial Brands (Reino Unido), entre otros. Además, importamos y exportamos tabacos en bruto. Nuestra facturación anual asciende a cerca de US$800 millones y contribuimos con más de US$500 millones en impuestos varios anualmente.

Noticias: Recientemente hubo un intento, en el capítulo fiscal de la denominada Ley Ómnibus, de reformar el impuesto que grava la actividad tabacalera. ¿Cuál es su posición acerca de estos cambios propuestos?

Otero: El capítulo incluido en la Ley Ómnibus, conocido como "Ley Massalin Temporada 3", representa una práctica común realizada por las multinacionales para monopolizar el mercado. Tanto BAT como Massalin han establecido sus propias reglas al menos desde la década de los ‘90, mediante Acuerdos de Recaudación con los diferentes gobiernos, que nunca se cumplieron. En 2009, Massalin introdujo la Ley CMV para controlar el mercado, que obligaba a los terceros fabricantes a tributar como su marca mayor vendida. Luego su marca ya no sería la más vendida, entonces en 2017 sus aliados en el Congreso promulgan a escondidas la Ley 27.430 (impuesto mínimo). El resultado de esa Ley sería como obligar a Fiat a vender al precio de Mercedes Benz. Tabacalera Sarandí tuvo que decidir entre cerrar la empresa y acudir a la Justicia para que esa ley no se le aplique y pueda vender ad valorem; es decir tributar sobre un precio libre.

Noticias: ¿Cuál debería ser, a su criterio, la estructura impositiva para la industria?

Otero: Abogamos por la liberación de precios, incluso si implica un aumento de impuestos. No nos importa sacrificar rendimiento para derogar la Ley 27430, cuestionada en la Justicia por el 100% de las empresas tabacaleras en el país (incluso increíblemente cuestionada por el creador). Sin embargo, nos oponemos firmemente a una tercera Ley Massalin, diseñada para concentrar el mercado de las multinacionales.

Noticias: ¿Las empresas nacionales operan en un mercado de precios bajos para poder competir con las grandes marcas de la competencia internacional?

Otero: En todos los mercados existen productos de distintos costos. En Argentina, debido a la enorme pérdida de poder adquisitivo, han proliferado las marcas de bajo costo. Es una realidad que estas empresas no quieren admitir. No todos los consumidores pueden pagar marcas que soportan costos de royalties; representan giros de cientos de millones dólares anuales al exterior.

Noticias: La Corte Suprema tiene para resolver un recurso interpuesto por Massalin sobre los fallos de Cámara a favor de Tabacalera Sarandí. ¿Cuáles son sus expectativas?

Otero: La Corte Suprema no tiene ningún expediente que resolver. A pesar de los intentos de Massalin por cerrar nuestra empresa (sin suerte por el momento) y ser la única escuchada en el PEN, hemos denunciado sus prácticas en la Justicia por una larga lista de delitos. Evaluamos extender esta causa al exterior e informar a los organismos pertinentes para garantizar justicia en el ámbito bursátil.

Noticias: En la industria probablemente con mayor presión impositiva del mercado, la relación empresas-ente regulador-Poder Legislativo tiene más incidencia que otras. ¿Cómo lo ve usted en todo este tiempo de gestión y negociación? ¿Cuáles son los límites que una empresa debería respetar y cuáles debería poder correr para seguir en el mercado?

Otero: Los límites ya fueron ampliamente transgredidos, por BAT y Massalin a través de los estudios jurídicos Marval, Bomchil y los que redactaron la Ley Ómnibus, que son proveedores de servicios de estas dos empresas, sin mantener la integridad empresarial y buscar un equilibrio entre las partes involucradas.

Noticias: En el mundo se fuma cada vez menos y el mercado del tabaco está declinando lenta pero inexorablemente. ¿Cómo afronta esto su empresa?

Otero: El descenso del consumo se relaciona con el aumento del vaping y dispositivos de entrega de nicotina. Aunque no nos interesa ingresar a este mercado debido a sus posibles riesgos para la salud, estamos comprometidos en mantener altos estándares de calidad internacional en lo que sabemos hacer.

Noticias: ¿Cómo ve el futuro de la industria en Argentina y cuál espera sea el rol de su empresa?

Otero: A pesar del declive en el consumo de tabaco, aspiramos a consolidar nuestra empresa y aumentar las inversiones en la producción de materia prima nacional.

Galería de imágenes

En esta Nota

Tristán Rodríguez Loredo

Tristán Rodríguez Loredo

Editor de Economía.

Comentarios