Con el aislamiento obligatorio, nos vimos obligados a trabajar desde nuestros hogares, y esto derivó en que muchas empresas hicieran llegar a sus trabajadores elementos del equipamiento ergonómico.
Ahora, vemos que muchos de nuestros clientes están adoptando una modalidad híbrida, que alterna teletrabajo con trabajo en la oficina y esto les permite incorporar el home office de una manera más planificada.
Para hacerlo de forma efectiva, recomendamos evaluar las necesidades reales de cada colaborador que trabajará desde su casa en cuanto a distintas dimensiones. Una de ellas es la físico-ambiental y su impacto en los roles y tareas que esa persona lleva a cabo diariamente y en su perfil psicolaboral. En función de los resultados de esta evaluación -nosotros lo hacemos a través de una herramienta llamada “Home Office Index”- se puede determinar cómo se puede mejorar la experiencia de teletrabajo individual. Una de las propuestas de solución es el envío de un kit que puede contener desde un escritorio multifuncional, una silla ergonómica, una lámpara y otros tipos de accesorios ergonómicos, hasta un botiquín, un matafuegos y un filtro de agua.
En cuanto al equipamiento ergonómico en las oficinas, no vimos un crecimiento en la demanda, pero tampoco ha decrecido. Sí venimos observando como tendencia previa a la pandemia -y que ahora se ha acelerado- que las empresas han ido aumentando la proporción de espacios colaborativos respecto de los clásicos puestos operativos en los que puede haber sillas ergonómicas, escritorios de altura regulable, brazos para monitores, etc. que son los muebles ergonómicos por excelencia.
# Leandro Boggiatto es Gerente de Arquitectura & Diseño de Contract Workplaces Argentina.
por Leandro Boggiatto
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