En su taller, Carmen inició su primer archivo de obra en colaboración con Sandra Senor en 2003. Sandra, especialista en administración y marketing, propuso catalogar cada pieza con meticulosidad: serie, nombre, técnica, medidas, soporte y ubicación. Este proceso apocalíptico (como lo describe Carmen) sentó las bases para comprender la importancia de ordenar y preservar las obras.
En 2020, Carmen sintió la necesidad de actualizar su archivo y encontró a Belén Méndez, una Lic en Grabado y Artista plástica. Belén, consciente de la relevancia de las técnicas, clasificó las obras en categorías generales y subcategorías. Así, se agruparon pinturas (acrílico, óleo, técnicas mixtas), dibujos (lápiz, carbonilla, tintas), grabados, objetos, libros de artista y textiles.
El archivo no solo organiza las obras, sino que también revela nuevas perspectivas. Carmen descubrió cómo su trabajo siempre valora lo femenino, incluso al utilizar diversos soportes. Acompañar al especialista técnico es crucial, ya que el archivo debe basarse en hechos reales y no en interpretaciones subjetivas. Además, los catálogos, textos y comentarios sobre la obra también forman parte de este valioso registro.
En resumen, el archivo de obra de Carmen Buteler es un testimonio histórico que refleja la importancia que ella y otros artistas otorgan a su trabajo. A través de él, el público puede explorar las distintas etapas, técnicas y temáticas de su carrera artística.
por CEDOC
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