Tuesday 9 de December, 2025

ESPACIO NO EDITORIAL | 04-12-2025 09:14

¿Inteligencia Artificial vs humanos?

Como advirtió el biólogo Edward O. Wilson: “Tenemos emociones paleolíticas, instituciones medievales y tecnología digna de dioses.” Esta combinación resalta una urgencia: transformar no sólo la tecnología, sino nuestra conciencia, para que la salud —y la vida— no paguen el precio de ese desajuste.

En tiempos en los que la inteligencia artificial despierta fascinación y temor por igual, conviene recordar lo que planteó E.O. Wilson: nuestra especie es una “quimera evolutiva”. Tenemos emociones heredadas del Paleolítico, instituciones propias de la Edad Media y hoy sostenemos una tecnología digna de dioses.

Ese diagnóstico —crudo y realista— revela lo que muchos discursos polarizados ignoran: la disonancia entre lo que somos biológicamente, lo que seguimos institucionalmente, y lo que podemos lograr con la tecnología. En salud, esa disonancia puede tener consecuencias profundas: decisiones desacopladas del cuidado humano, mirada técnica sin empatía, tratamientos protocolizados sin escucha.

Pero aquí aparece una posibilidad transformadora: usar la IA y las herramientas avanzadas no para reemplazar, sino para potenciar lo humano. No como amenaza, sino como aliada que ayuda a ordenar ideas, acelerar razonamientos, sintetizar conocimientos y refinar el juicio clínico.

Pero la tecnología —por poderosa que sea— solo puede desplegar su valor si somos capaces de acompañarla con lo esencial: sensibilidad, ética, historia personal, dignidad del paciente. Si no, la frase de Wilson suena como advertencia: seres con emociones prehistóricas, instituciones obsoletas y herramientas prodigiosas, lanzados al azar en un entorno de riesgo.

Por eso propongo una mirada diferente: no “IA vs humanos”, sino “IA + humanidad”. Una filosofía de salud consciente, integral, contemporánea. Que reconozca la complejidad del ser humano: sus datos, sus historias, sus sufrimientos. Que combine análisis riguroso con cuidado empático. Que construya instituciones sanas, adaptadas, reflexivas.

Ese, creo, es el verdadero desafío de este siglo XXI: incorporar la tecnología como instrumento de cuidado, sin perder nuestra condición humana. Esa es —o debería ser— la filosofía de salud real.

Andrea Viviana Rodriguez-medica Esp. En geriatria y neurologia. [email protected]       

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por CONTENTNOTICIAS

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