La doctora Bruñini, socia del estudio Raimondo & Asociados, nos brinda su perspectiva sobre la "planificación sucesoria". Nos explica la finalidad de esta práctica, sus impactos y las ventajas de su implementación.
Desde la reforma del Código Civil y Comercial de la Nación, en el año 2015 hasta la actualidad, poco se ha conversado sobre la "planificación sucesoria" a pesar de ser un instituto regulado en nuestro régimen jurídico. Esta permite, entre otras opciones, establecer directrices claras para evitar conflictos tras el fallecimiento de una persona.
En la actualidad, muchas familias deciden si tener o no hijos, y nos encontramos con familias ensambladas, donde rara vez se planifican aspectos fundamentales de la vida, como los económicos, jurídicos y médicos.
¿Por qué se habla poco de planificación sucesoria?
Desde nuestra experiencia, creemos que existe un tabú significativo respecto a planificar el futuro de una persona para el momento de su muerte. Esta última es un desenlace inevitable, que nos interpela a todos por igual, pero que, de hecho, poco se dialoga al respecto. Las cuestiones emocionales como el pánico, el miedo, la tristeza y la preocupación por la mirada ajena, suelen surgir al momento de abordar estos temas con los clientes.
¿Por qué es necesaria la planificación sucesoria?
La planificación sucesoria puede abarcar tanto cuestiones particulares como generales. Sabemos que quien se organiza ante determinadas circunstancias tiene mayores probabilidades de éxito frente a quienes no lo hacen. Un buen asesoramiento en planificación puede prevenir futuros conflictos entre los herederos, como problemas económicos, familiares o empresariales. Estos conflictos suelen surgir en los espacios más íntimos y sensibles, como los lazos familiares. La falta de información y planificación sobre las cuestiones del futuro es una causa común de estos problemas en la práctica sucesoria.
¿Qué implica la planificación sucesoria?
Actualmente, una persona puede optar por otorgar un testamento, crear un fideicomiso, casarse bajo régimen de separación de bienes, dejar directivas médicas anticipadas por escrito e incluso donar sus bienes, dejando constancia expresa de que cada acción tiene sus consecuencias.
Estas acciones son complejas y, si se realizan sin el asesoramiento adecuado de un profesional, pueden generar complicaciones. Sin embargo, cuando se utilizan correctamente pueden prevenir futuros conflictos entre los herederos o frente a terceros y/o acreedores. La utilidad de estos actos radica en la posibilidad de organizar el patrimonio que uno mismo produce a lo largo de su vida fruto de su esfuerzo.
¿Para qué sirve la planificación sucesoria?
Prácticamente, la planificación sucesoria se concibió para evitar conflictos entre herederos y preservar el patrimonio, asegurando la continuidad de ciertos negocios o emprendimientos familiares. Además de las mencionadas opciones, este instituto comprende además pactos sobre herencia futura y pactos de indivisión.
¿Qué es un pacto de indivisión?
El pacto de indivisión hereditaria busca impedir la partición de los bienes, es decir, los bienes permanecerán en común y nadie tendrá adjudicado ningún bien hasta que se realice la partición, momento en el cual se extingue el estado "común" de los mismos. Estos pactos pueden ser establecidos por la voluntad de los herederos, del testador o a pedido del cónyuge supérstite. Pueden ser rescindidos si vence el plazo pactado (no mayor a 10 años) o a pedido de un coheredero cuando medie una justa causa.
La realidad nos invita a cuestionar las herramientas que nos brinda la planificación sucesoria, dado que una buena implementación de las mismas nos permite en ciertas oportunidades preservar y conservar tantos nuestros lazos familiares como patrimoniales. Lo importante es consultar siempre a un profesional en la materia, expresarle los intereses que se tienen en miras, y poder guiar al mismo a la mejor alternativa posible, comunicando siempre las ventajas y/o desventajas que pude lograr su implementación. El mejor momento para hacerlo, es ahora, en el tiempo presente.
por CEDOC
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