Las obras de Baubeau de Secondigné y Moreno Uriburu dialogan con la naturaleza de maneras distintas pero complementarias. Sus lenguajes de expresión, que abarcan el dibujo, la pintura y la escultura, nos invitan a reflexionar sobre el ciclo vital: nacimiento, florecimiento, marchitez y muerte.
Ambas artistas comparten un estilo análogo, donde lo figurativo y lo abstracto se entrelazan. Árboles, ramas y raíces son protagonistas en sus obras, y la línea tridimensional cobra vida a través de la carbonilla, la tinta china, la pintura acrílica y el óleo. Además, ambas exploran la escultura en bronce mediante la técnica de cera perdida, acercándonos una vez más a la naturaleza.
La obra de Marcela Baubeau de Secondigné se caracteriza por la presencia de figuras femeninas, personajes mitológicos y animales. Sus esculturas en papel fragmentado ilustran la fragilidad de los seres vivos. Destaca “La manzana de la discordia”, donde Helena de Troya y otras dos mujeres disputan una manzana, símbolo de la naturaleza y la libertad.
Sofía Moreno Uriburu se sumerge en la metamorfosis de la vegetación. Sus esculturas, creadas a partir de objetos naturales como ramas, mármol y bronce, nos hablan del paso de los días. “Marchita” es su obra más representativa, protegida por un vidrio que revela la sabiduría en medio de la marchitez.
Madre e hija nos recuerdan que la belleza también reside en la muerte de la naturaleza. Cada momento del ciclo de vida merece valoración, y en esta muestra, encontramos esa conexión profunda entre generaciones y la esencia misma de nuestro entorno.
Así, Baubeau de Secondigné y Moreno Uriburu nos invitan a contemplar la naturaleza desde distintas perspectivas, celebrando su belleza efímera y eterna. Podes conocer su trabajo que se está exponiendo en espacio Bresson hasta el dia 26/5
Texto Curatorial: María Amato
por CEDOC
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