Con su delantal azul y una sonrisa amplia, Ana María Stelman nunca imaginó que llegaría a ser reconocida como una de las mejores docentes del mundo. Maestra de cuarto grado de la Escuela Primaria N° 7 Fragata La Argentina, de la Plata, se movía cómoda entre aulas y caballos de su escuela hasta que una noticia tocó a su puerta: la habían elegido como una de las diez finalistas del Global Teacher Prize 2021, entre más de 8.000 postulaciones de todo el mundo.
Esta selección de la Fundación Varkey, en colaboración con la UNESCO, destacaba su aporte como maestra del año y ponía de relieve su ejemplar tarea como alfabetizadora.
En La Plata, todos sabían que Ana María, de 56 años, no era una docente más. Pese a la difícil situación económica de sus alumnos, ella siempre le encontró la vuelta para poner en marcha proyectos educativos innovadores. Una de sus maneras de enseñar fue impulsar el trabajo colaborativo con otras escuelas. Así, intercambió fotos con alumnos de todo el país sobre los distintos barrios; armó una red de astronomía e hizo sesionar a los niños en cuerpos legislativos locales.
Valiéndose de herramientas digitales, trabajó durante un año con la Base Orcadas en la Antártida, lo que permitió a sus estudiantes vivenciar el concepto de soberanía. Plasmó la idea de territorio en mapas bicontinentales de más de 10 metros desplegados en el patio. Y junto a docentes y alumnos de varias provincias lograron percibir la extensión del país utilizando, desde sus casas, un instrumento astronómico sencillo: el gnomon.
El reconocimiento de NOTICIAS es, además, un mimo silencioso a miles de docentes argentinos que, en pandemia, trabajaron a destajo para evitar la deserción escolar en sectores vulnerables.
por R.N.
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