El dengue en los últimos días se volvió una enfermedad endémica que pone en riesgo a toda la población. La causa principal es el marcado cambio climático, por una mayor humedad y aumento de la temperatura.
La cifra es alarmante. Más de 60 mil casos positivos en la actual temporada, cuyo mayor foco de infección se registró en 26 municipios de la provincia de Buenos Aires, donde el brote epidemiológico de la enfermedad causada por el mosquito Aedes aegypti explotó de manera autóctona. Sin respuesta del ministro de la Salud de la Nación, Mario Russo, y con una campaña de prevensión a nivel nacional inexistente, la población afronta su sanidad como puede.
Cartografía
Sobre esta grave situación, Aníbal Aristizábal, emergentólogo del Hospital Fiorito de Avellaneda, explica: “Los casos que estamos abordando en los últimos días son cuadros de dengue autóctonos, o sea que no son importados de personas que vinieron de Misiones, Formosa o de Brasil. Son de pacientes que no viajaron a ningún lado en los últimos 20 días y que tampoco estuvieron en contacto con ninguna persona que haya viajado. Simplemente que desarrollaron el síntoma y se confirmó que tenían dengue”.
Vale destacar que el dengue era una enfermedad estacional que alcanzaba su punto máximo en períodos estivales y húmedos, mientras que eran casi nulos durante el resto del año. Sin embargo en el último tiempo, como nunca había sucedido en Argentina, se dieron casos durante el invierno, lo que muestra que la enfermedad se está volviendo endémica y que llegó para quedarse. Esto se da por un cambio climático que amplía el espectro de vida, sobrevida y reproducción del mosquito vector Aedes aegypti.
Según el Ministerio de Salud bonaerense, sobre 135 municipios analizados, 26 son los que están en estado crítico de circulación viral autóctona de dengue y fiebre chikungunya. Entre los que tienen alerta roja se encuentran: Bahía Blanca, Pilar, San Isidro, Tigre, Vicente López, Avellaneda, Lanús, Quilmes, La Matanza y La Plata, entre otros.
“Estamos teniendo una cantidad altísima de casos en el área metropolitana de Buenos Aires, tanto en la Ciudad Autónoma como en los primeros cordones del Conurbano bonaerenese, a tal punto que en algunos hospitales estamos haciendo diagnósticos directamente a través de los síntomas y de la zona geográfica donde vive el paciente y actuamos en consecuencia con el protocolo del tratamiento asintomático con paracetamol y aislamiento con mosquiteros, repelente y todo el sistema anti dengue”, detalla Aristizábal para NOTICIAS en un alto de su ajetreada actividad en la clínica privada donde trabaja en su segundo turno.
Voz oficial
El ministro de Salud bonaerense Nicolás Kreplak, ante estos índices que hacen recordar a los primeros tiempos del Covid 19, afirmó sin dar muchas precisiones ante la prensa: “Este virus se va a mantener en la Provincia hasta que las temperaturas bajen. Sabemos que falta y que va a empeorar, pero estamos preparados para afrontar la situación”.
Los síntomas a tener en cuenta son fiebre superior a 38 grados, dolor de cabeza detrás de los ojos, náuseas y/o vómitos, cansancio intenso, aparición de manchas en la piel, picazón fuerte y sangrado de nariz y/o encías. Aunque también se sugiere que ante la presencia de fiebre persistente se acuda de manera inmediata al centro de salud más cercano al domicilio.
Los números fríos alarman a la comunidad científica y médica, pero desde el Ministerio de Salud de la Nación no hacen eco. En la provincia ya hubo ocho muertos y a nivel nacional más de 30, mientras que los contagiados llegan a más de 40 mil. Solo durante febrero se registraron más de 4700 casos, un 654,33% más que en el mismo período del año pasado. Y en total, incluyendo enero y febrero, la suba de infectados llega al 2546% de casos en todo el país.
En relación con los fallecidos, se confirmó que el primer caso registrado fue de carácter autóctono, un hombre de 48 años domiciliado en el Partido de Esteban Echeverría, quien tras diez días internado sufrió un paro cardíaco por falla multiorgánica. El segundo, una mujer de 44 años de la localidad de Moreno, y el tercero una mujer de 35 años de Florencio Varela que fue atendida el 21 de febrero con dengue confirmado y falleció al día siguiente. Y el último caso del que se dio información corresponde a una niña de 8 años de Lanús, quien ingresó con fuertes síntomas y falleció a los tres días.
Frente a esta dramática coyuntura, el Ministerio de Salud de la Nación prescindió -desde que asumieron sus nuevas autoridades en diciembre pasado- de la figura de un director epidemiológico. Quien se ocupa como puede de esas tareas hoy es el subsecretario de Vigilancia Epidemiológica, Información y Estadísticas de Salud, Federico Pedernera. Consultados por NOTICIAS sobre su accionar preventivo con campañas públicas, en esas oficinas reconocieron que se limitan a comunicar todo en redes sociales, a través de sus cuentas de X e Instagram, donde tienen 600 mil y 11 mil seguidores respectivamente.
Cuidados
Para evitar su propagación, se recomienda a la población vaciar cualquier recipiente que pueda acumular agua estancada (cubetas, macetas, neumáticos viejos), aplicarse repelentes, vestir ropa que cubra la mayor parte del cuerpo y reducir la actividad al aire libre, pero la clave de la prevención son las vacunas.
Si bien el propio Kreplak anunció que la vacuna contra el dengue se está aplicando de manera gratuita en algunas provincias del norte del país, lo cierto es que el Ministerio de Salud de la Nación no emitió comentarios acerca de su incorporación al calendario de vacunación nacional. Por lo que, en el resto del país, quien quiera vacunarse, con presentación de receta médica, podrá darse las dos dosis, cuyo valor es de $71.293 cada una, las cuales deben ser aplicadas con un intervalo de tres meses. Dicha vacuna está contraindicada para menores de cuatro años, embarazadas, mujeres en período de lactancia y personas inmunodeprimidas.
Ante esta situación de emergencia, la posibilidad de un colapso sanitario, como sucedió durante la pandemia, vuelve a preocupar. Frente a semejante panorama, Aristizábal anticipa: “Estamos ante una situación delicada pero por ahora el personal de la salud está trabajando con normalidad, sin horas extras ni faltante de insumos. Pero estas escaladas ya las vivimos y llegado el caso duplicaremos nuestro esfuerzo. En Argentina, todos los profesionales de la salud, sabemos que siempre estamos en pie de guerra”.
Galería de imágenes
Comentarios