Sin dudas, era el auto preferido de Diego Maradona. La coupé BMW 640, valuada en 80 mil dólares, la que el Diez le hizo estampar su firma en el parabrisas y en el último tiempo había dejado de usar, es solo uno de los autos que ahora descansan en un depósito judicial junto a otros BMW que eran de su pertenencia.
"La 640 tiene más un valor sentimental porque es de 2005 y fue la primera que tuvo Diego”, detallan sobre este auto que tiene otra particularidad: estaba a nombre de su madre, Doña “Tota”.
Este coche estuvo estacionado cinco años. "Al momento de entregarlo al administrador le tuvimos que cambiar la batería porque no arrancaba. Fue uno de los primero que tuvo y luego se lo dejó a nombre de su madre. Por eso en la sucesión ese auto es con las hermanas de Diego”, detallan.
La herencia de Diego Maradona va dar que hablar por un largo rato. Es que en el medio de la sucesión fueron apareciendo objetos diversos que llaman la atención por la excentricidad y el lujo de las posesiones que tenía el Diez. En este universo entran los autos que él usaba y coleccionaba.
El traspaso formal tanto de los bienes como de los autos está a cargo de Sebastián Baglietto, administrador de la sucesión. Con él se reunió Mauricio D’Alessandro, abogado de Matías Morla, quien fue y es el dueño de la marca Maradona.
De esta forma fueron entregados tres de los siete autos que pertenecían a su flota. Entre ellos aparece también una coupé BMW 750, que tiene un valor aproximado de 160 mil dólares y una coupé BMW 430, (200 mil dólares), capaz de alcanzar una velocidad de 250 kilómetros por hora y acelerar de 0 a 100 en 4,1 segundos. "Ese era uno de los preferidos de Maradona. Le decía, “La Máquina", le hizo poner luces led, parecía el auto fantástico”, recuerda una persona del entorno. “Ese fue el último auto que manejó. Con ese coche fue a los entrenamientos de Gimnasia”, agregan.
En total estos tres autos valen, según valores aproximados, 440 mil dólares. “Teniendo en cuenta que eran de Diego ese valor puede subir”, auguran. Estos coches quedaron ahora ubicados en un depósito judicial y Baglietto es quien tiene las llaves.
El universo de estas máquinas consta también de una camioneta Mercedes Benz, un auto que Maradona y su entorno usaban con más frecuencia a diferencia de los otros. Fue en esta camioneta incluso donde se hicieron los viajes hacia la Clínica Olivos y al domicilio en el barrio de San Andrés, en Tigre.
Hay tres de estos coches que aún permanecen en afuera, dos de ellos en Dubái. Se trata de un Rolls Royce Ghost, valuado en 300.000 euros y un BMW i8, tasado en 145.000. Por último en Bielorrusia está la famosa Overcomer Hunta, “el tanque”, como le decía Maradona. Se trata de un vehículo anfibio, con chasis de fibra de vidrio, con capacidad de navegación en el agua a razón de ocho kilómetros por hora. Este auto, que tiene un precio mínimo de 50 mil dólares, pesa 2,3 toneladas y mide 2,6 metros de altura
Además hay una moto Harley Davidson que le hicieron especialmente para él. “Tiene una pelota bañada en oro en las ruedas delanteras y está valuada en 50 mil dólares”, cuentan.
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