La pandemia puso en primer plano un aspecto de la salud que no siempre fue una prioridad: lo mental. En los últimos meses se prestó especial atención a los efectos psicológicos que tiene el aislamiento en las personas. En ese camino, una investigación hecha por el Fleni e IFIByNE (CONICET-UBA) a 4500 personas durante las segunda y tercera semana de cuarentena reveló que las mujeres padecen sustancialmente más la situación de confinamiento y esto se expresa en síntomas.
En su resultados encontraron que las mujeres tienen 89% más de probabilidad que los hombres de desarrollar síntomas de somatización. En ese sentido, en estos meses ellas están expresando su malestar emocional a través de síntomas físicos concretos, como problemas cardiovasculares, respiratorios, estomacales y dolores musculares.
Además, el género femenino tiene un 21% más de probabilidades de padecer ansiedad que los varones. En los resultados de la investigación explican: “Este síntoma expresa que las mujeres están atravesando esta situación como amenazante y con las demás características de la ansiedad: gran inquietud, temor, nerviosismo y una intensa inseguridad”. Por último, el estudio registró la depresión como un síntoma frecuente, y es significativamente mayor y severa en mujeres.
Causas. Las razones que podrían explicar este mayor malestar de las mujeres son múltiples, pero los tres ejes principales son el reparto desigual de las tareas de cuidado, la precariedad laboral de las mujeres y la violencia doméstica.
En primer lugar, las responsabilidades de cuidado familiar recaen mayoritariamente en las mujeres en la cotidianidad. Eso se acrecienta en este contexto de crisis, en el que los chicos pasan todo el día en la casa y el apoyo escolar se suma a las tareas domésticas y de cuidado.
Otro factor es la ansiedad por el sostenimiento de la fuente de trabajo. Un estudio de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA asegura que las mujeres son el segmento de la población más afectada por la precariedad laboral ya que el 37% de las asalariadas son informales. Esto implica una mayor amenaza y motivo de preocupación en esta situación.
Por último, tal como se viene advirtiendo desde el inicio de la cuarentena, la violencia de género se recrudece hacia el interior de los hogares. El Observatorio “Lucía Peréz” registró 59 femicidios en lo que va de la cuarentena. Los agresores son en su mayoría parejas o ex parejas convivientes con las víctimas, y los llamados para pedir ayuda o denunciar también aumentaron fuertemente en todo el país.
Como aspecto positivo, el estudio afirma que las mujeres son más resilientes, es decir que tienen mayores recursos para sobreponerse a situaciones traumáticas y difíciles.
“Todo esto nos lleva a reflexionar sobre la importancia de incluir una perspectiva de género en el análisis y contención de la crisis sanitaria. El impacto psicológico de la cuarentena sobre las mujeres tiene implicancias sobre ellas mismas y sobre todo entramado social”, concluyen en un comunicado las instituciones que realizaron el informe.
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