La relación entre el presidente Javier Milei y Elon Musk, considerado por la revista Forbes como el hombre más poderoso y millonario del mundo, pareciera ser un acuerdo de partes donde ambos ganan. El libertario por codearse, a los pocos días de asumir su cargo de primer mandatario, con el empresario más influyente del momento, y este, por ganarse la admiración del líder del cuarto país productor de litio a nivel mundial (detrás de Australia, Chile y China), materia prima que el sudafricano (sí, Musk nació en Sudáfrica) necesita para fabricar sus famosos automóviles Tesla, de gran venta en Estados Unidos y Europa. Pero toda esta cuestión es implícita porque, en los papeles, el acercamiento es por la inminente llegada al país de la empresa de servicios de internet satelital, Starlink, la cual ya opera en más de 70 países y ofrece una velocidad impensada para sus competidores. Este arribo se realizaría durante el segundo semestre del 2024 y promete revolucionar la comunicación digital en Argentina.
Génesis. Todo comenzó unos días después de las PASO de octubre, cuando el visionario Elon, en una entrevista televisiva en Estados Unidos, halagó el discurso liberal de Javier Milei, ganador de esas elecciones primarias. Entonces el ícono libertario, en pleno ascenso en las encuestas, contestó en inglés por su cuenta de X (ex Twitter): “Elon, tenemos que hablar”. Y aquí ganaron otra vez los dos, Milei por tener un mínimo contacto con el CEO más influyente del mundo, y el mismo Elon, quien ya empezaba a frotarse las manos de imaginar cómo trasladaría a sus talleres todo el litio de Jujuy y Catamarca.
Asumida la presidencia, Milei terminó de abrirle las puertas con su decreto de necesidad y urgencia (DNU) que él mismo tituló como “Bases para la reconstrucción de la economía argentina”, donde, entre las más de 30 medidas, invitó de manera explícita al empresario anunciando la liberación de los servicios de internet satelital que “permita el ingreso de empresas como Starlink” al país. Lo insólito es que un Gobierno mencione solo a una empresa privada. De esta manera, el puente entre uno y otro ya estaba construido y se inauguró al día siguiente, cuando se publicó en el Boletín Oficial la modificación de la Ley Argentina Digital que indica “que la provisión de facilidades de los sistemas satelitales de comunicaciones será libre”.
Starlink ya está operativa desde hace algunos años en gran parte de Sudamérica. El último país en el que desembarcó hace unos días fue Paraguay, donde sus ciudadanos le dieron la bienvenida a través de todos los medios posibles. Un tiro por elevación al orgullo argentino, ya que el propio Elon en su cuenta de X publicó: “¡Starlink ya disponible en Paraguay!”, dejando en claro que todo el territorio guaraní estaba habilitado para conectarse a Internet de alta velocidad y baja latencia desde el espacio. Por su parte, el presidente paraguayo Santiago Peña le respondió a Musk por la misma red con un sumiso “te esperamos pronto Elon Musk”, a modo de bienvenida y cholulismo.
Tecnicismos. El servicio de internet satelital de Musk es uno de los más caros y sofisticado del mundo debido a su conexión satelital basada en una constelación conformada por más de 5.000 satélites situados en la órbita baja de la Tierra, a unos 550 kilómetros -mientras que las otras lo hacen a unos 35 mil kilómetros de distancia-, asegurando así una óptima señal desde cualquier punto del territorio por más inhóspito que sea. Por eso en su publicidad muestra fotos de lugares recónditos como la cima de una montaña, la base de un cerro o en medio de una selva.
Capacitada para proveer velocidades de conexión de entre 150 y 500 megabits por segundo, en los Estados Unidos el servicio básico de Starlink tiene un costo único de 599 dólares por la instalación de la antena (como DirecTV) y un abono mensual de 120 dólares. Sin embargo, se estima que sus costos en Argentina serían mucho menores, diferenciándose de Brasil, donde se paga mensualmente 58 dólares más 612 de instalación, o de Chile, donde el valor mensual es de 57 dólares y 570 de instalación. Actualmente, en el sitio oficial de Starlink en Argentina, ya está disponible la reserva del servicio de internet satelital a un costo de 9 dólares.
Pese a que esto parece un juego de seducción entre nuevos amantes, la realidad indica que Starlink ya contaba con permiso para operar desde el 2021, cuando el Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom) la habilitó para prestar servicios de tecnología, por lo que en marzo del 2022 la compañía se registró como "Starlink Argentina SRL" bajo la titularidad del abogado Tomás Pérez Alati Brea, y su suplente, Lauren Ashley Dreyer.
Muchos aseguran que este romance mediático entre Milei y Musk lleva de manera subcutánea el verdadero interés de ambos que es la venta del litio argentino a las arcas del empresario, ya que la punta de lanza de sus negocios es la automotriz Tesla, cuyas baterías se fabrican en base a la materia prima de Catamarca y Jujuy. Y mientras otros dirigentes intentan promover la creación de una empresa federal para la negociación del litio, el Presidente vería con mejores ojos allanarle el camino a su nuevo amigo para estrechar los vínculos comerciales entre ambos. Pero eso será el gran tema de debate del 2024.
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