Sunday 15 de September, 2024

SOCIEDAD | 01-09-2024 09:00

La guerra en la familia Mitre

Esmeralda Mitre en disputa con su madre y los Saguier por la herencia de su padre. El operativo para internarla por insanía y la fake news sobre su indigencia.

La mañana del jueves 15 de agosto, Esmeralda Mitre aún dormía luego de terminar tarde un rodaje la noche anterior. Sin embargo, a las 10, el ruido de pasos subiendo rápidamente por la escalera de su dúplex en Recoleta la despertó. A los pocos segundos, un grupo de seis personas rodeaba la cama. Sin darle tiempo siquiera a salir de las sábanas, comenzaron a decirle que debía acompañarlos.

“Quedate tranquila, nos manda tu mamá”, fue lo primero que dijo una de las personas que ingresó a la vivienda mientras Mitre le pedía a su novio, Paolo Vianini, que no intercediera y que se apartara al vestidor. En vez de pensar que se trataba de un robo o hasta un intento de secuestro, Mitre se mantenía tranquila: “Sabía de dónde venía esto y que tiene que ver con la batalla que estoy librando hace años”, explica a NOTICIAS.

Mientras Esmeralda trataba de asimilar lo que estaba sucediendo, dos de las personas que irrumpieron en su casa comenzaron a hacerle preguntas. Y enseguida, la misma persona que le había dicho que venían de parte de su madre le dijo: “Tu vieja está loca, yo te voy a ayudar, vení con nosotros en la ambulancia voluntariamente, sino te lleva la fuerza pública y enseguida vienen los medios de comunicación y te van a escrachar”. “Cuando escucho eso digo: 'Yo no tengo nada que esconder, vamos'”, explica Esmeralda sobre cómo luego de esta secuencia fue subida a los empujones a una ambulancia con destino al Sanatorio de la Trinidad.

La guerra de los Mitre

Su propia madre, Blanca Isabel Álvarez de Toledo, había ordenado internarla invocando la “protección de persona” y para “intrerrumpir el consumo compulsivo de sustancias tóxicas”, como dice su presentación judicial. Pero Esmeralda niega todo y las pericias posteriores le dan la razón.

Mientras algunos medios de comunicación hablaban de una supuesta vida en la indigencia y repleta de excesos, a raíz de la denuncia de su madre que llevó a este operativo, la propia Esmeralda fue a la Justicia a denunciar que todo fue una maniobra para mancillar su imagen en el marco del litigio que mantiene con su primo segundo, Julio Saguier, por la propiedad de las acciones de La Nación que pertenecían a su padre, Bartolomé Mitre.
Más aún, la maniobra denunciada por Mitre da cuenta de la confluencia de diversos sectores de poder y su interacción en pos de desacreditarla y hacerla pasar “por loca o drogadicta”.

La guerra de los Mitre

Conflicto

“Cuando me vi rodeada en la cama no me asusté ni reaccioné de otra manera porque capté enseguida que había una parte de mi familia que se estaba vendiendo a los Saguier”, resume Mitre sobre el por qué del operativo médico, policial y mediático que se montó en su domicilio el 15 de agosto. “Fue el último intento por desacreditarme porque saben que la Justicia me va a dar la razón”, resume Esmeralda. Es que, desde hace poco más de tres años, Mitre lleva adelante el reclamo por la posesión de cerca del 21 por ciento de las acciones del multimedio La Nación, las cuales pertenecían a su padre, fallecido en el 2020.

Tras la muerte de Bartolomé Mitre, sus hijos debían heredar esas acciones. Sin embargo, un marqués de Mónaco, Federico Spínola, se presentó como el real titular del paquete accionario afirmando que había comprado las acciones hacía más de 20 años. Mitre acusó por estafa a Spínola y a Marcelo Gagliardo, el antiguo abogado de su padre. La causa está actualmente en la Cámara de Casación, que desestimó el sobreseimiento de Gagliardo. En paralelo, la Inspección General de Justicia (IGJ) declaró nula la supuesta venta de acciones en abril del 2022, pero una cautelar de la Justicia comercial dejó todo en suspenso.

La guerra de los Mitre

Hasta el momento, Spínola sólo presentó tres documentos en formato PDF, los cuales carecen de valor legal. En estos archivos se da cuenta de tres transferencias por parte de Mitre a Spínola en 2003, 2012 y 2014, a través de fideicomisos en el exterior en los cuales Bartolomé tenía sus acciones de La Nación. Sin embargo, una pericia de parte encargada por la defensa de Esmeralda sobre esos PDF determinó que la firma adjudicada a su padre no se corresponden con el “patrimonio morfológico de su caligrafía”. Ese peritaje fue adjuntado a la causa.

Más aún, aducen que resulta llamativo que, si estas transacciones dataran desde más de una década antes del fallecimiento de Bartolomé, Spínola recién se haya presentado como accionista en el 2022, dos años después de su muerte, y que nunca antes él ni un apoderado acudieran como accionistas de la empresa. Esmeralda cree que tras la figura de Spínola podrían ocultarse los Saguier, que por razones obvias no podrían exhibir ese porcentaje a su nombre.

La guerra de los Mitre

“Es obvio que me quieren callar, hace rato lo están intentando, pero no lo van a lograr”, dice. El último intento para correrla del medio fue, según dice, el operativo montado en su casa el día 15 de agosto, en la que no sólo se buscó internarla so pretexto de su insanía mental, sino que también se montó un despliegue mediático para instalar esa imagen ante la opinión pública.

Vínculos

A última hora del 13 de agosto, el abogado Sebastián Noguera, en representación de la madre de Esmeralda, presentó el escrito para “interrumpir el consumo compulsivo de sustancias tóxicas” y trasladar a Esmeralda Mitre a una clínica especializada. En este escrito, el letrado citaba el testimonio de su patrocinada y también de la testigo Carolina Nimeth Smijoski, las cuales dan cuenta de que se encontraba en peligro la vida de Mitre. Ese documento legal fue el que llevó al operativo.

La guerra de los Mitre

“No me sorprendió porque sé que está influenciada por la parte política de mi familia y sus intereses”, explica Mitre sobre el hecho de que haya sido su propia madre quien prestara testimonio para lo que fue su posterior traslado a la clínica. La madre afirmó que su hija había vendido sus muebles para comprar drogas y que estaba sumida en la indigencia, al punto que dormía sobre un colchón y no tenía heladera. “De algunas cosas que se dijeron me enteré recién ahora en la peluquería, antes de recibirlos a ustedes”, explica Esmeralda a NOTICIAS. “Es todo falso”, agrega y muestra que en su casa no hay faltantes. “No quiero hablar de dinero porque no me gusta, pero créanme que no me falta nada y es evidente”, dice.

Más aún, antes de posar para las fotos insiste en colocarse unos zapatos de la costosa línea Michael Kors para demostrar que está lejos de ser indigente. “También te muestro mi heladera, que dicen que la había vendido y la realidad es que se me quemó porque falló una fase eléctrica”, agrega antes de posar en la cocina de su departamento. Los dichos de Álvarez de Toledo sobre la falta de recursos económicos se chocan con el hecho de que ambas son propietarias de campos, cuentas y de un inmueble ubicado en Palermo Chico de casi 1000 metros cuadrados cubiertos.

La guerra de los Mitre

En esa misma casa, según detalla, ella se quedó sola cuando se produjo el divorcio de sus padres. “Yo tenía 15 años y mi padre perdió la tenencia. Yo quería estar con él, pero terminé con ella. Pero mi mamá se olvidó de que yo existía y se fue a vivir a Uruguay. Por eso siempre voy a agradecerle a mi hermana Rosario que me cuidó desde chiquita como si fuera una madre”, dice.

Explica que la actitud de su madre no la tomó por sopresa y vuelve a enfatizar que se debe a la sugestión ejercida por parte de la familia y el abogado Noguera, y al hecho de que entre ellas dos nunca hubo un real vínculo madre-hija. “La primera vez que me abrazó fue cuando me separé, en el 2018”, resume sobre la relación.

Álvarez de Toledo vive actualmente en Punta del Este y hace visitas esporádicas al país cuando se desocupa algunos de los departamentos en que se convirtió el inmueble que antes fue un caserón en Palermo Chico. Esa casa también es propiedad de Esmeralda, aunque la madre tiene el usufructo. “Por eso me sorprende que diga que soy indigente, ya que sólo las rentas de esos alquileres son considerables”, agrega. NOTICIAS se comunicó con Álvarez de Toledo, quien afirmó que prefería no hacer declaraciones ya que el tema la afectaba profundamente. “Confío en la Justicia”, dijo.

Conexión Misiones

El otro testimonio que llevó a la internación de Mitre vino por parte de Carolina Nimeth Smijoski, quien se presentó como amiga de la familia y apoderada de la madre de Esmeralda. Los allegados a Mitre afirman que no sólo no saben quién es, sino que nunca antes la habían visto y que mucho menos existía una relación de amistad.
Smijoski, quien en su testimonio afirmó que Mitre estaba sumida en la indigencia, tiene domicilios en el conurbano bonaerense y en Misiones, la misma provincia de la cual proviene el abogado Noguera.

La guerra de los Mitre

Según sostiene la defensa de Esmeralda, el abogado formó parte del operativo para acallarla y desacreditarla y habría incurrido en estafa procesal a fin de llevar adelante la maniobra. De acuerdo a la presentación, tergiversó el testimonio de Álvarez de Toledo para forzar a una evaluación a Mitre.

En cuanto a su coterránea, Smijoski, los letrados exigieron conocer si ella ya había participado como “testigo plantada” en alguna otra causa. “Es una persona que cobra Asignación Universal por Hijo y hasta recibe garrafa social, resulta extraño que se presente como alguien que conoce a los Mitre”, dicen. Noguera tuvo su momento de fama cuando defendió a Elías Ezequiel Nuñes Pinheiro, también misionero, quien hackeó el celular del entonces ministro de Justicia y Seguridad porteño, Marcelo D'Alessandro.

Todo el proceder de Noguera durante el operativo está bajo sospecha. En primer término, porque participó del operativo en la casa de Mitre y fue quien le dijo que venían de parte de su madre. También porque para hacerlo incurrió en violación de domicilio y abuso de confianza ya que irrumpió en la casa sin orden judicial y valiéndose de una copia de la llave que ella le había entregado a su amigo Agustín Vignoni por cualquier emergencia.

La guerra de los Mitre

El accionar de Noguera no se detuvo ahí. Según consta en la denuncia, tanto él como Smijoski se apersonaron en el Sanatorio de la Trinidad y permanecieron allí las dos horas que duró la estancia de Mitre mientras le realizaban los estudios. Hasta intentaron darle una valija. “Soy amiga de Blanca, la madre está loca y no estoy de acuerdo con ella, le traigo esta valija a la pobre Esmeralda con su ropa y cepillo de dientes”, dijo Smijoski mientras intentaba ingresar a la habitación de Mitre. Cuando el abogado Gabriel Len se interpuso, Noguera intentó entablar una confrontación física con el letrado. El contenido de la valija nunca fue revelado, pero la defensa de Esmeralda está segura que querían “plantarle algo”.

Además, luego del ingreso de las personas a la casa de Esmeralda, su teléfono celular marca Iphone quedó en poder de ellos y recién le fue devuelto recién a la medianoche. Tras recuperar el dispositivo, Mitre notó que el mismo se comportaba de manera extraña y que había sido intrusado. En base al vínculo del abogado Noguera con el hacker misionero antes mencionado, Mitre tiene miedo de haber sido víctima de un proceso similar.

La guerra de los Mitre

Los puntos oscuros que rodean el operativo montado en Recoleta no terminan ahí. Los dos profesionales de la salud que interrogaron a Esmeralda en su cama el día del operativo eran de la Clínica Abrines, ubicada en Quilmes Oeste. A pesar de que su casa está ubicada en el corazón de la Ciudad de Buenos Aires, la prepaga de la cual Esmeralda es afiliada, OSDE, no reparó en este detalle y tampoco en analizar el informe interdisciplinario que dio pie a la internación. 

Desde La Nación prefirieron no hacer declaraciones aduciendo que “al tratarse de un tema que está judicializado, las partes sabrán qué hacer para llevar adelante sus derechos”. Lo cierto es que la disputa por la propiedad del paquete accionario que perteneció a Bartolomé Mitre sigue generando rounds entre Esmeralda Mitre y sus parientes, los Saguier. “Esto es mil veces peor que 'Succession', da para hacer mil capítulos más”, bromea un allegado a Esmeralda trazando un paralelismo con la serie de Netflix en la que, casualmente, se retratan las peleas familiares que ocasiona la herencia de un multimedio. La “Succession” nacional recién esté empezando.

Galería de imágenes

En esta Nota

Marcos Teijeiro

Marcos Teijeiro

Periodista de Información General.

Comentarios