Geoffrey Cardozo regala unos minutos de su tiempo en un español claro y amable del otro lado de la línea. El británico se encuentra en Paris y desde ayer su teléfono no para de sonar. Es que junto al ex combatiente argentino, Julio Cao, ambos son candidatos para el premio Nobel de la Paz.
La mención llega luego de un intenso trabajo que vienen haciendo tras la Guerra de Malvinas, con la identificación de los cuerpos de los soldados argentinos no identificados que yacen en el Cementerio de Darwin. “Ayer me llamó Julio para darme la noticia, y nos llenó de sorpresa alegría. Es un regalo muy grande ya de por sí la nominación”, dice a Noticias, Geoffrey Cardozo.
Y agrega: “El Nobel de la Paz es un gran privilegio, pero para mí el mejor premio es la sonrisa de una madre, poder abrazarla, darle un beso y decirle, aquí está su hijo. Porque no son cuerpos, son personas. Secar esas lágrimas sobre sus mejillas, ese alivio es mi mayor premio”
El veterano de guerra argentino y el coronel británico, compartieron el frente de la guerra en las Islas Malvinas en 1982. En el 2008, Cardozo fue invitado a Londres a una reunión con veteranos argentinos e ingleses. Allí conoció a Julio Aro, quien ese año había comenzado con la búsqueda de la identidad de los soldados que estaban enterrados en Darwin bajo el lema “Soldado Argentino sólo conocido por Dios”.
Desde ese momento, mantuvieron un vínculo. “Julio es mi muy buen amigo”, dice Geoffrey, quien en aquel entonces pudo saber en bien del dolor de Aro por sus compañeros no identificados.
En esa oportunidad, Cardozo le entregó un documento que él había realizado en 1983 cuando inhumó los cuerpos. Pasaron 37 años y hoy en la actualidad, luego algunas internas entre familiares, incluyendo el propio proceso de desmalvinización, se lograron identificar 115 caídos. Fue en el marco del Plan Proyecto Humanitario, que se logró gracias a la intervención de la Cruz Roja Internacional y al aporte del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF).
“Es enorme el trabajo que ha realizado la Cruz roja y el equipo de Antropología, como se han conectado e involucrado las madres. De los 123 cuerpos, 115 fueron reconocidos y solo siete aún faltan que sean identificados. En todo este hermoso grupo entra también la prensa. !Estamos tan felices con el trabajo realizado!”, finaliza Cardozo.
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