“El gran yunque que aparece como denominador común de los países que están fracasando es el virus mental de esa ideología. Esta es la gran epidemia que debe ser curada, es el cáncer que hay que extirpar. Colonizó las instituciones más importantes del mundo”, destacó Javier Milei en un fragmento de su discurso del Foro Económico Mundial de Davos y al rato continuó: “Mi querido amigo que injustamente fue vilipendiado por el wokismo en las últimas horas por un inocente gesto que lo único que representa es su entusiasmo y gratitud por la gente”.
En el foro económico realizado en Suiza, el presidente argentino defendió una vez más al multimillonario Elon Musk tras la polémica desatada durante la asunción de Donald Trump, en Estados Unidos, el 20 de enero pasado, cuando fue acusado de nazi por un gesto que hizo con su mano levantada. El mandatario acusó a la ideología woke como responsable del supuesto error de interpretación que se difundió en medios y redes sociales por el controversial saludo que el propietario de Tesla realizó en dos oportunidades en el Capitol One Arena de Washington DC.
La crítica al wokismo, por parte de Milei, se extendió a todas las esferas internacionales y rememoró su discurso del año pasado: “En ese discurso, parado frente a ustedes, les dije que era el comienzo de una nueva Argentina, que la Argentina había estado infectada de socialismo por demasiado tiempo y que con nosotros iba a volver a abrazar la libertad; un modelo que nosotros resumimos en la defensa de la vida, la libertad y la propiedad privada”, y cerró: “Lentamente, lo que parecía una hegemonía absoluta a nivel global de la izquierda woke en la política, en las instituciones educativas, en los medios de comunicación, en organismos supranacionales o en foros como Davos, se fue resquebrajando y se empieza a vislumbrar una esperanza para las ideas de la libertad”.
Según el líder de La Libertad Avanza, el wokismo es una ideología a la que se califica como “un régimen de pensamiento único, sostenido por distintas instituciones cuyo propósito es penalizar el disenso”. “Feminismo, diversidad, inclusión, equidad, inmigración, aborto, ecologismo, ideología de género, entre otros, son cabezas de una misma criatura cuyo fin es justificar el avance del Estado mediante la apropiación y distorsión de causas nobles”, detalló y siguió: “Es una distorsión del concepto de igualdad y aún en su versión más benévola es redundante, ya que la igualdad ante la ley ya existe en Occidente. Todo lo demás es búsqueda de privilegios, que es lo que realmente pretende, poniendo a una mitad de la población en contra de la otra cuando deberían estar del mismo lado”.
En otro momento del discurso de 30 minutos de duración, Milei apuntó: “Conservar nuestro planeta para las futuras generaciones es cuestión de sentido común, nadie quiere vivir en un basurero. Pero nuevamente el wokismo se la arregló para pervertir esa idea elemental de preservar el medio ambiente para el disfrute de los seres humanos, pasamos a un ambientalismo fanático donde los seres humanos somos un cáncer que debe ser eliminado, y el desarrollo económico poco menos que un crimen contra la naturaleza”.
Y, en relación con la diversidad trans, el economista señaló: "Créanme que los escandalosos experimentos que hoy se realizan en nombre de esta ideología criminal serán condenados y comparados con aquellos ocurridos durante las épocas más oscuras de nuestra historia. Y cubriendo esta multitud de prácticas abyectas está el eterno victimismo siempre dispuesto a disparar acusaciones de homofobia o transfobia y otros inventos cuyo único propósito es intentar callar a quienes denuncian este escándalo del que las autoridades nacionales e internacionales son cómplices”.
El término "woke" tiene sus raíces en la cultura afroamericana y comenzó a popularizarse en los años 60, durante la lucha por los derechos civiles en Estados Unidos. Originalmente, "woke" era una forma de referirse a la conciencia social y política, especialmente en lo relacionado con la injusticia racial. El concepto implicaba estar "despierto" a las realidades de la discriminación, la opresión y las desigualdades que sufrían las comunidades afroamericanas.
Sin embargo, en la última década, el término ha evolucionado y, aunque aún conserva su vínculo con el activismo social, ha adquirido una connotación más amplia, que incluye la lucha contra cualquier tipo de opresión, ya sea racial, de género, económica o ambiental. A menudo, "woke" se utiliza para describir una actitud de constante cuestionamiento de las estructuras de poder, buscando ser consciente de las desigualdades sociales y trabajando activamente por la inclusión y el respeto hacia todas las personas.
En los últimos años, el concepto de "woke" ha sido asociado con diversos movimientos progresistas, como el feminismo interseccional, la lucha por los derechos de la comunidad LGBTQ+, la defensa del medio ambiente y el antirracismo. Es común ver a individuos y organizaciones "woke" promoviendo el respeto a la diversidad, el reconocimiento de privilegios y la deconstrucción de estereotipos culturales.
Para los especialistas, entre los ejemplos más conocidos de esta ideología, están las campañas contra el racismo estructural, como el movimiento "Black Lives Matter", que busca erradicar la brutalidad policial y la discriminación racial en Estados Unidos. También, la defensa de los derechos de las personas transgénero y no binarias, así como la lucha por la igualdad de género en diversos ámbitos de la sociedad, son ejemplos clave.
En el ámbito corporativo, muchas empresas han adoptado políticas "woke", promoviendo la diversidad en sus plantillas laborales y el respeto a las diferencias. En el entretenimiento, series y películas han abordado de manera explícita temas de raza, género y justicia social, intentando reflejar una representación más equitativa de diferentes comunidades.
En la actualidad, numerosas celebridades y políticos estadounidenses han adoptado públicamente una postura "woke" en sus discursos y acciones. Entre las celebridades más destacadas se encuentran actrices como Emma Watson, quien ha sido una firme defensora de los derechos de las mujeres y la igualdad de género. En el ámbito político, figuras como Alexandria Ocasio-Cortez, congresista demócrata de Nueva York, han sido asociadas con el "woke", al promover políticas progresistas relacionadas con el cambio climático, la justicia social y la equidad económica.
El término "woke" ha sido objeto de controversia. Mientras que para algunos es un símbolo de progreso y empatía social, otros lo critican por considerarlo una forma de "exceso ideológico" o "cancelación cultural", acusando a quienes lo abrazan de promover una visión dogmática o moralista de la sociedad. A pesar de las opiniones divididas sobre este concepto, no cabe duda de que ha dejado una huella significativa en la conversación política, social y cultural contemporánea.
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