Según la plataforma Influencity, en los dos últimos años se cuadruplicó la inversión en influencers para el desarrollo de campañas de marketing. El portal difundió que, en 2022, el segmento movió 30.000 millones de dólares en todo el mundo, de los que país se llevó casi un 20 por ciento. “Las marcas invierten cada vez más en influencers. Algo que hace ocho años se veía como pasajero, se afianza como un canal de publicidad establecido al que las empresas tienen que sumarse”, sostiene Juan Campos, fundador de JC Marketing.
Ante este panorama, varias empresas comenzaron a poner atención a este sector emergente y a preparar un estándar de contrataciones basado en cómo elegir al influencer, cuánto dinero se asigna, qué tipo de contenidos conviene realizar y cuáles evitar. Otras dudas son los parámetros que indiquen con qué figura trabajar, hasta cuánto pagar por un posteo y si es más efectivo un live o una story.
Una de las cualidades de la social media es la versatilidad y el dinamismo, porque, así como la cantidad de seguidores de una cuenta varía constantemente, también cambian el algoritmo y las tendencias de consumo de contenido. En Argentina, se estima que hay 36 millones de personas en diversas redes sociales, usuarios activos que pasan más de 3 horas y 20 minutos diarios en distintas plataformas, como Instagram, Facebook, Twitter y TikTok, según investigaciones.
Esa gran porción de usuarios, en algún momento de navegabilidad, va a encontrarse con alguna o varias campañas efectuadas por los denominados influencers. De aquí la importancia de esta estrategia conocida como “Influencer Marketing”, en donde una marca se comunica de la mano de algún usuario con personalidad y llegada. Por ese motivo, para dar con el "influencer indicado", las empresas buscan asesoramiento en agencias y consultoras especializadas.
“Transparencia y credibilidad. Que sea genuino: que no lo veas como alguien que te está vendiendo algo, sino que simplemente te está contando su día a día”, explica Campos y añade: “También debe proponer un estilo de vida acorde: nos tenemos que sentir reflejados. Capaz lo que te influencia a vos, a mí no me interpela. Según los valores que tengas, te vas a sentir representado en las redes por una u otra figura. Tu influencer tiene que hablar el mismo idioma que tu marca. Deben estar alineados culturalmente. Lo que le vas a pedir al influencer es que sea el puente entre tu empresa y los consumidores”.
Según esta lectura, uno de los ejemplos más tangibles es Santi Maratea, que el director de JC Marketing explica: “Consigue los mejores resultados, puede recaudar millones porque la gente le cree”. En ese aspecto, el éxito del influencer es visible, al tener más interacción logra identificación con su público. “Si a mi Coca Cola me quiere vender un producto, no lo recibo igual que si alguien en quien confío me muestra lo mismo. Por eso los influencers tienen tanto poder en la comunicación”, ejemplifica Campos.
La comunicación del influencer conlleva en hablar de sus problemas y mostrarse como personas “normales”. Incluso, siendo una celebridad, puede llegar a verse como alguien cercano y con inconvenientes cotidianos. En la actualidad, muchos participantes de realitys televisivos, que tuvieron sus horas y minutos de fama, deciden ir por ese camino en busca de futuros patrocinadores.
Para el punto de vista del patrocinador, el tamaño del negocio marca “el tamaño” del influencer. Existen cuatro categorías de influenciadores según la cantidad de seguidores: Nano-influenciadores con 1.000 a 10.000; micro con 10.000 a 100.000; macro con 100.000 a 1 millón; y mega con más de 1 millón. En definitiva, el alcance del influencer es lo que va a definir su caché. Sin embargo, quien quiera invertir en ello deberá constatar que los perfiles de los followers sean verdaderos.
Además, en la tendencia actual, el algoritmo dispone a complejizarse y por ese motivo se impone nuevos métodos de llegada que implica un nuevo desarrollo de contenidos. El live shopping es una de las más reciente, el influencer transmite en vivo, desde una tienda, para mostrar los productos en tiempo real y así generar credibilidad, con un mensaje claro y directo.
“Para figurarse algunos números, perfiles de arriba de 5 millones de seguidores, por un posteo acompañado de algunas historias, piden 2 millones de pesos. Si la cuenta tiene entre 1 millón y 5; la publicación ronda entre 500.000 y un millón de pesos. Perfiles entre 500.000 y 1 millón de seguidores; pueden cobrar de 300.000 a 500.000 de pesos. Perfiles más micro, de entre 100.000 y 500.000 seguidores; un promedio de 200.000 pesos de base. Por último, los nanoinfluencers, con un máximo de 100.000 seguidores; entre 50.000 y 200.000 pesos”, concluye el especialista en marketing digital, ofreciendo una estimación sobre cuanto gana un influencer en la actualidad.
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