Claudia Villafañe encabezó en marzo la marcha al Obelisco para pedir el esclarecimiento de la muerte del astro. Quien fuera su compañera por más de dos décadas, y luego su apoderada por otra década más, fue para Diego Maradona en sus últimos años de vida, el blanco permanente de su ira.
“El poder que hizo de todos los objetos que tuve durante mi exitosa carrera como futbolista tales como camisetas, botines, banderines, trofeos, replicas de la Copa del Mundo, etcétera, que ella tenía bajo su cuidado, terminó robándomelas”, marcó Maradona. “Las dos veces que estuve gravemente internado, en Punta del Este en el año 2000, y el sanatorio Güemes en Buenos Aires en el año 2007, se aprovechó de la situación para comprar bienes y ponerlos a su nombre”, agregó. El testamento que supuestamente beneficiaba a Dalma y Gianinna fue revocado, lo mismo que el poder a favor de Villafañe. Sin embargo, el 10 le habría prestado 900.000 dólares en 2015 (cuando supuestamente ya la sospechaba culpable), que ella restituyó a sus hijas.
Una suma similar a la que habría percibido Verónica Ojeda (us$ 910.000) según las estimaciones de sus abogados. Pero menor al casi millón y medio que habría recibido Rocío Oliva, y que incluiría una casa de 340.000 dólares, relojes, pago de servicios, viajes y un BMW cuya tasación supera los 70.000 dólares.
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