"¡Hasta siempre España! Ya saben lo que pienso. Vuelvo en cuatro años y medio. Vuelvo el día que Rubiales y Jennifer puedan acercarse a menos de 200 metros. Volveremos con Eva de Amaral mostrando las peras y a Rubi con mucho pelo, recién llegado de Turquía", fueron las palabras de despedida que pronuncio Andrés Calamaro al finalizar su concierto en el Teatro Romano de Mérida ante las tribunas colmadas de fanáticos.
La desafortunada frase del músico argentino generó rechazo en una parte importante del público que comenzó abuchear al compositor de “Flaca” y otros éxitos. Calamaro, haciendo oídos sordos a las quejas, se despidió del escenario besando el suelo del teatro. En algunos medios locales, consideraron que los comentarios del artista, que hacen referencia al controversial hecho que tuvo lugar en la final del Mundial femenino de Fútbol, tuvo la intencionalidad de minimizar la agresión efectuada por Luis Rubiales al besar sin consentimiento a la futbolista Jennifer Hermoso.
En la actualidad, el expresidente de la Real Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, se encuentra en proceso judicial por una agresión sexual al darle un beso en la boca no consentido a la capitana de la selección española de fútbol en el momento de otorgarse las medallas del torneo. La referencia de Calamaro acerca de la distancia hace alusión a la orden de alejamiento de 500 metros solicitada por la Fiscalía local. Esta orden, por el momento, cuenta con una medida cautelar de 200 metros.
No fue la única polémica que el ex músico de Abuelos de la Nada realizo en su cierre. La mención de Eva Amaral también produjo desagrado en el público de la región de Badajoz. La cantante española recientemente había llevado a cabo una acción sobre la dignidad del cuerpo femenino y las fortalezas de las mujeres mostrando sus pechos sobre el escenario.
Algunos especulan que las declaraciones de Calamaro respondieron al mal humor del momento. El cantante estaba cerrando su gira en su último concierto en España dentro del festival Stone & Music, pero la función tuvo que parar en varias oportunidades como consecuencia de la lluvia. Más allá del intento del argentino en terminar la presentación, tuvo que despedirse antes de tiempo, dejando algunas canciones sin tocar.
“Faltaron cinco canciones, habíamos cortado después de Estadio Azteca, volvimos y llegamos a Tuyo Siempre. Los romanos no necesitaban techo, pero amplificados con electricidad no pudimos seguir. Hubiera estado encantado en seguir cantando mojado bajo la lluvia, pero el stage responsable del escenario dio la orden de frenar, saludamos con el pasodoble y a Madrid. Mil gracias por la dulzura extremeña”, concluyó, con esa declaración, Andrés Calamaro en sus redes posterior al recital.
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