Thursday 18 de April, 2024

MUNDO | 19-10-2022 07:38

La guerra en Ucrania potencia el egoísmo en Europa

Los pilares de la UE tambalean. El ventajismo de Alemania ponen a prueba el liderazgo de Macron en el continente.

Con Europa tambaleándose por el impacto de la guerra de Rusia en Ucrania, Olaf Scholz ha sido claro: Alemania primero. Tras la reunión del canciller alemán con el presidente francés Emmanuel Macron en Berlín hace dos semanas, en la que el galo llamó a su principal socio europeo a cerrar filas en contra de Vladimir Putin, quedó en claro que el heredero de Angela Merkel tiene puesta la mira mucho más en su subsistencia que en liderar al Viejo Continente como su predecesora. 

Scholtz

Preocupado por las marchas de la derecha que reclamaron hace algunas semanas en Berlín por el aumento de la energía y la posible falta de gas en el cercano invierno, bajo la consigna de que se levanten las sanciones a Rusia, Scholz decidió establecer un fondo de emergencia de 200.000 millones de euros para subsidiar los precios del gas, provocando la respuesta furiosa de algunos líderes europeos.

El primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, acusó a Scholz de “egoísmo” y de “destruir” el mercado único. La preocupación que compartieron abiertamente tanto la primera ministra finlandesa, Sanna Marin, como la primera ministra estonia, Kaja Kallas, es que los subsidios alemanes darán a los fabricantes del país una ventaja injusta sobre la industria en otros países de la UE.

“El país más rico, el país más poderoso de la UE está tratando de utilizar esta crisis para obtener una ventaja competitiva para sus empresas en el mercado único. Esto no es justo, así no es como debería funcionar el mercado único”, apuntó Morawiecki durante la cumbre de la UE en Praga. Reunión informal pero de urgencia, ante las divisiones que amenazan a Europa tras la victoria de Georgia Meloni en Italia, y la toma de distancia de Liz Truss, flamante primer ministra británica, a los conflictos del continente. “Tenemos que encontrar una solución común, de lo contrario, los países con más flexibilidad presupuestaria tendrán una ventaja sobre los demás”, advirtió Kallas en Praga.

Giorgia Meloni

Sin embargo, lo que preocupa a los líderes europeos más que los detalles del fondo de gas de Scholz, es la creciente tendencia del jugador más grande del continente a actuar solo en cuestiones económicas y de seguridad, un perfil que temen erosionará la cohesión europea.

Macron

La semana pasada, Scholz visitó España, donde impulsó la finalización de un nuevo gasoducto desde la Península Ibérica hasta el norte de Europa, para compensar el suministro que Alemania ha perdido de Rusia. Emmanuel Macron se ha opuesto enérgicamente al plan, que atravesaría territorio francés, argumentando que no tiene sentido económico. Y la Comisión Europea comparte esa opinión, pero el canciller alemán sigue adelante de todos modos, incluso explorando si el proyecto podría eludir a Francia por completo.

Hoy en la UE son mayoría quienes quieren la coordinación alemana (y el dinero), pero no confían en Berlín para liderar. La búsqueda obstinada de Alemania del gas ruso y su búsqueda quijotesca de años de "diálogo" con Moscú frente a las repetidas transgresiones del presidente Vladimir Putin (sin mencionar la negativa de Scholz a ofrecer a Ucrania un apoyo militar más sólido) han robado a Berlín su credibilidad. especialmente en Europa Central y Oriental.

Vladimir Putin

En oposición aparece la figura del presidente francés, que a pesar de haber llegado a la relección y a una victoria parlamentaria por la mínima diferencia, y con un frente interno complicado, apuesta a liderar el bloque con templanza. Así lo demostró la semana pasada cuando incluso desafió al norteamericano Joe Biden, pidiendo que prevalezca la cabeza fría en medio de la escalada de la retórica del fin del mundo.

“Debemos hablar con prudencia al comentar sobre estos asuntos”, zanjó en una cumbre de la UE. “Siempre me he negado a involucrarme en la ficción política, y especialmente… cuando se habla de armas nucleares”, agregó tras las palabras de Biden, quien habló durante el fin de semana pasado de la posibilidad de un “Armagedón nuclear". 

Truss

Con la ex canciller alemana Angela Merkel retirada y después de que Gran Bretaña pateó el tablelo con el Brexit, Macron es ahora el principal líder europeo y el mayor defensor de la UE. Y la nueva prominencia de Macron se debe a que Francia ve para sí misma como una gran potencia aliada de Estados Unidos, pero filosóficamente independiente: es un acérrimo partidario de Occidente y de la democracia; se dedica a mantener las potencias europeas de la OTAN detrás de Ucrania; pero también tiene un canal abierto con Moscú. 

Vínculo que espera conduzca a un cierre diplomático para un conflicto que hoy parece empatado tras el repliegue ruso, escenario que ofende el ego triunfalista de Putin y amenaza con una respuesta desproporcionada y nuclear por parte del Kremlin. 

En una amplia entrevista con CNN, Macron trató de explicar las fuerzas psicológicas que dieron forma a las acciones de Putin y defendió su decisión de seguir hablando con el líder ruso. Y expresó su profunda preocupación por la democracia global y por las elecciones en los Estados Unidos (campaña que obliga a Biden a mostrarse más duro), y se encogió de hombros cuando se le preguntó sobre la negativa de la primera ministra británica, Liz Truss, a decir si él y Francia era “amigos o enemigos”.

Liz Truss

Sin titubeos, Macron enfatizó que el Reino Unido era "una nación amiga, fuerte y aliada, independientemente de sus líderes, y a veces a pesar y más allá de sus líderes, o cualquier posible error que cometan cuando juegan a la política". 

El Reino Unido y Francia se han enfrentado por varios temas en los últimos años, incluidos los cruces de barcos de inmigrantes en el Canal, y las medidas de Brexit que involucran a Irlanda del Norte, agenda que impacta en el frente interno de Truss, que como a Scholz, hoy se le presenta como principal preocupación, mientras Macron encuentra en su trascendencia europea, un blindaje frente a la política interna gala. l

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Maximiliano Sardi

Maximiliano Sardi

Editor de Internacionales.

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