Los líderes populistas de derecha captaron la atención del mundo en 2016 con el referéndum del Brexit y luego, ese mismo año, con la victoria electoral de Donald Trump. Hoy, siete años después, muchos creen que ya pasó su momento. Trump fue derrotado en 2020. El Brexit ha sido un fracaso, y los candidatos de la derecha cayeron en las elecciones de España y Francia. Pero es sólo la mitad de una película. Giorgia Meloni, del partido Hermanos de Italia, se desempeña como primera ministra desde octubre.
En Suecia y Finlandia han visto el surgimiento de la extrema derecha; y en América Latina, tras la derrota de Jair Bolsonaro, sus ideas resurgen con fuerza en la figura de Javier Milei. ¿Qué los impulsa? El continuo declive de los partidos políticos tradicionales en su fracaso para dar respuesta a las múltiples problemáticas sociales en tiempos de crisis global. En oposición, muchas medidas adoptadas por estos líderes populistas de derecha son festejadas más allá de sus estilos polémicos, y el pisoteo de la democracia y los derechos humanos.
Trump
El magnate ganó las elecciones presidenciales de Estados Unidos en 2016 como candidato del Partido Republicano, con una campaña enfocada en un discurso populista y nacionalista. El lema “Make America Great Again” lo llevó a la Casa Blanca, desde donde implementó rápidamente una serie de medidas económicas que buscaron promover el crecimiento económico, reducir regulaciones y fomentar la inversión.
A meses de su asunción llegó la Reforma Tributaria de 2017, que redujo las tasas impositivas tanto para individuos como para las corporaciones. También promovió una política de acotar la intervención gubernamental, y a la par se adoptó una postura proteccionista con disputas comerciales con varios países, especialmente con China.
Durante la pandemia de COVID-19, la administración Trump implementó medidas de estímulo fiscal para mitigar el impacto económico: se aprobaron paquetes de ayuda que incluían pagos directos a los ciudadanos y subsidios para las empresas. Pero sus críticas a las cuarentenas y las cuantiosas muertes en las principales ciudades, además de sus múltiples polémicas, le costaron la reelección en 2021.
Bolsonaro
Elegido presidente de Brasil en 2018, Jair Bolsonaro se perfiló con sus declaraciones controvertidas y políticas de extrema en temas como seguridad y medio ambiente. En la economía implementó desde enero de 2019 una serie de medidas de estimulo al crecimiento y una reducción del gasto público.
Una de las más significativas fue la aprobación de una reforma del sistema de pensiones en octubre de 2019, que cambió las reglas del cálculo y edad de jubilación, acotando el déficit del sistema de seguridad social.
Un ajuste liso y llano que compensó con la ley de Libertad Económica, que tenía como objetivo reducir la burocracia y las regulaciones para empresas, al que se sumó la Reforma Tributaria: Bolsonaro propuso simplificar el sistema de impuestos. Además buscó una mayor apertura comercial para fomentar la inversión extranjera, y se avanzó con la privatización de empresas estatales de infraestructura, energía y transporte.
En India
Narendra Modi se convirtió en el primer ministro de la India en 2014 y luego fue reelegido en 2019, tras promover políticas nacionalistas y de desarrollo económico. Su programa "Make in India", que lanzó en 2014 para fomentar la manufactura y la inversión en el país, fue copiado por Trump. El objetivo era el mismo: atraer inversiones extranjeras y promover el crecimiento económico.
Modi impulsó también una reforma tributaria (como los anteriores), reemplazando una serie de impuestos estatales y federales con un único impuesto indirecto. Con fuertes políticas de energías renovables (priorizó la expansión de fuentes limpias como la solar y la eólica); una pujante industria digital y mejoras sustantivas en la salud pública, Modi convirtió a India en una economía modelo, enfocada en fortalecer las relaciones con las naciones del este asiático y el Pacífico.
Duterte y Orbán
Presidente de Filipinas desde 2016, Rodrigo Duterte se caracterizó por una postura dura en temas de seguridad: implementó una campaña antidrogas intensa, caracterizada por operativos policiales y extrajudiciales que han sido objeto de críticas por abusos a los derechos humanos. En su política exterior, buscó mejorar con enfoque pragmático, las relaciones con China, y aplicó una reforma tributaria para financiar proyectos de desarrollo y mejorar los servicios públicos.
Duterte promovió programas de desarrollo rural y asistencia social para abordar la pobreza y mejorar las condiciones de vida en las zonas rurales. Medidas festejadas que le permitieron imponer sucesor.
En Hungría, Viktor Orbán, primer ministro desde 1998 hasta 2002, y nuevamente desde 2010, logró socavar la independencia de los poderes (redujo la edad de jubilación de los jueces) y controlar a los medios, restringiendo la independencia editorial y favoreciendo a grupos en manos de aliados. Y el país adoptó una postura firme en contra de la migración y los refugiados: a lo Trump levantó vallas y muros, tensando su relación con la Unión Europea, que le impuso varias sanciones.
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