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SALUD | 04-09-2023 12:19

Apnea de pantalla: qué es y por qué prevenirse

La interrupción de la respiración frente a la pantalla en distintos dispositivos es considerado una manifestación de estrés laboral.

En 2008, Linda Stone decidió llevar a cabo un estudio informal para lo que invitó a 200 personas a su casa y monitoreó su ritmo cardiaco y su respiración mientras consultaban su correo electrónico. Según la ex ejecutiva de Microsoft, aproximadamente el 80 por ciento de los visitantes (amigos, vecinos, familiares, entre otros conocidos) contenía la respiración en ese instante. La administrativa de la multinacional bautizó el fenómeno como “apnea del correo electrónico” y describió sus hallazgos en un artículo muy leído  en The Huffington Post.

Desde entonces, Stone ha ampliado el concepto y lo ha rebautizado como “apnea de pantalla”, en referencia a la interrupción de la respiración que muchos de nosotros experimentamos al realizar todo tipo de tareas delante de la pantalla de algún dispositivo. “Si tienes 10 pantallas abiertas. Alguien te manda un mensaje, alguien te llama, alguien te envía un correo electrónico, estamos constantemente estimulados”, explicó James Nestor, que examinó el fenómeno en su libro de 2020, “Respira: La nueva ciencia de un arte olvidado”.

“La apnea de pantalla es una manifestación de la respuesta al estrés de nuestro organismo”, afirmó Stephen Porges, profesor de Psiquiatría de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill especializado en el sistema nervioso autónomo, al portal de The New York Times y agregó: “Cuando nos enfrentamos a cualquier tipo de estímulo, nuestro sistema nervioso busca señales para descifrar si se trata o no de una amenaza”.

Apnea de pantalla: qué es y por qué prevenirse

“Ese tipo de concentración y atención requiere un esfuerzo mental, que detona una serie de cambios fisiológicos, como una respiración menos profunda y una disminución de la frecuencia cardiaca para “tranquilizar” el cuerpo y desviar recursos que nos ayuden a concentrarnos”, explicó Porges. En ese sentido, el especialista pone el ejemplo de los gatos que acechan a su presa cuando “a menudo, justo antes de atacar, se quedan inmóviles y su respiración se vuelve superficial. Eso es lo que ocurre cuando recibes un correo electrónico, un mensaje de texto o un mensaje de Slack: te quedas inmóvil, lees e ideas un plan de acción”.

Cuanto más inesperado es un estímulo, por ejemplo, recibir una notificación de texto de la nada, más probable es que el cuerpo lo perciba como una amenaza. Aunque esos reflejos no son perjudiciales, en ocasiones se convierten en un problema si se activan todo el día, todos los días, porque “el sistema nervioso entra en un estado crónico de amenaza”, explicó Porges. Horas de respiración superficial pueden hacer que uno se sienta agotado después de un día de trabajo, añadió, incluso si ese trabajo no es particularmente estresante.

Según David Spiegel, director del Centro de Estrés y Salud de Stanford Medicine, la falta de movimiento que se produce al sentarse frente a una pantalla también puede contribuir a la apnea de pantalla. La respiración entrecortada es el resultado de “una combinación no solo de lo que se hace, sino también de lo que se deja de hacer”, dijo, y añadió que ha observado apnea de pantalla en pacientes con trabajos muy estresantes durante muchas horas sin hacer mucho ejercicio ni dormir.

Apnea de pantalla: qué es y por qué prevenirse

Hay algunas prácticas sencillas que se pueden adoptar para mejorar los hábitos respiratorios, incluso en nuestra vida cada vez más ligada a las pantallas. Según Nestor, unas cuantas alertas de sonido suave a lo largo del día pueden recordarte que controles tu respiración. En un estudio publicado en enero, Spiegel y su equipo descubrieron que, aunque muchas técnicas respiratorias son valiosas, el suspiro cíclico —en el que la exhalación dura más que la inhalación— es especialmente eficaz para mejorar el estado de ánimo.

La hipótesis de Porges es que cuanto más grande sea la pantalla, menor será la carga mental. “A medida que se reduce el campo visual, aumenta la exigencia del sistema nervioso para excluir todo lo que queda fuera de él”, afirmó. Responder a los mensajes en un monitor de escritorio suele resultar más fácil que hacerlo en un teléfono, que “supone una constricción más intensa del movimiento”, reveló Spiegel.

También se sugiere dedicar unos minutos a hacer cosas que no requieran demasiado esfuerzo mental, como escuchar música, para que el sistema nervioso pueda pasar de un estado de concentración y vigilancia a otro de relajación. “Añadir actividad física a los descansos, como pasear por la naturaleza, es otra forma de restablecer el equilibrio”, detalló Spiegel y concluyó: “Es algo sencillo que puede ayudar a nuestro cuerpo a funcionar mejor”.

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