Saturday 9 de November, 2024

SALUD | 07-10-2024 09:45

Cómo prevenir las demencias según los últimos estudios

El deterioro cognitivo es mayor en los países y sectores sociales con más carencias. El rol de la alimentación, la vida social y el ejercicio.

Cada tres segundos, alguien en algún lugar del mundo desarrolla alguna demencia. Si para el año 2030 los especialistas estiman que habrá al menos 82 millones de personas diagnosticadas con demencia, esa cantidad saltará en 2050 a los 152 millones, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La demencia es una pérdida de la función cerebral que ocurre a causa de ciertas enfermedades y que afecta a una o más funciones cerebrales como la memoria, el pensamiento, el lenguaje, el juicio o el comportamiento. Es un trastorno neurocognitivo mayor, y el Mal de Alzheimer es el tipo más común de demencia, aunque no es el único. La mayoría de las demencias son degenerativas e irreversibles, además de progresar en gran parte de los casos sin síntomas realmente evidentes durante años.

Prevención

Mientras las investigaciones científicas se centran en gran medida en dos factores: la detección temprana y los tratamientos cuando hay diagnóstico, otros estudios buscan cómo trabajar para prevenir la demencia en la población de riesgo. Hacer esto último ayudaría, y mucho, a reducir los gastos posteriores de atención y tratamiento de esta enfermedad.

Con un costo global que actualmente supera los mil millones de dólares pero que puede llegar a casi tres billones de dólares hacia el año 2030, según la OMS, la incidencia de la demencia es mayor en los países de bajo y medio ingreso, donde los determinantes sociales sanitarios tienen un papel fundamental en su prevalencia.

En América Latina, un estudio reciente publicado en el International Journal of Geriatric Psychiatry halló que las personas mayores dependientes de cuidados tienen más probabilidades de experimentar soledad y aislamiento social, factores que agravan la demencia. A partir de los resultados, los investigadores recomiendan políticas públicas para garantizar un envejecimiento saludable.

Mirar al futuro

"Con el aumento de la esperanza de vida y el rápido envejecimiento, hay un número cada vez mayor de personas mayores que presentan deterioro funcional, mayores necesidades de atención y apoyo y que corren un mayor riesgo de interacción social insuficiente", resumen Qian Gao y colegas, autores del ensayo.

Las investigaciones longitudinales sobre la interacción entre la soledad, el aislamiento social y la dependencia de cuidados siguen siendo limitadas. Por lo tanto, este estudio tuvo como objetivo investigar la asociación recíproca longitudinal entre el aislamiento social/la soledad y la dependencia de cuidados entre los adultos mayores en América Latina y China.

Concluyen que "las personas mayores que dependen de cuidados corren el riesgo de desarrollar soledad y aislamiento social. Es fundamental desarrollar modelos de atención complejos que utilicen un enfoque social para abordar las necesidades sociales y de atención de manera integral, especialmente para el grupo de personas mayores con capacidad funcional en declive".

Factores ambientales

Otro estudio en Latinoamérica, publicado en Alzheimer’s & Dementia, observó que los factores sociales y ambientales son incluso más relevantes que la genética para predecir la prevalencia de la demencia. Esto significa que el nivel educativo, el acceso a la atención médica y las experiencias de segregación racial pueden explicar las disparidades en la incidencia de la demencia en las minorías raciales y étnicas.

"Estos hallazgos resaltan que los factores sociales y ambientales, a diferencia de la ascendencia genética, probablemente desempeñan papeles más críticos en la determinación de las disparidades raciales en el rendimiento cognitivo y la prevalencia posterior de la demencia", concluyen Jorge Llibre Guerra, del Departamento de Neurología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington, y colegas.

Explica que intervenciones como mejorar la educación y facilitar la atención sanitaria para reducir las disparidades no solo podrían reducir la incidencia de la demencia, sino también de enfermedades no transmisibles. "Este enfoque también alivia las presiones económicas sobre las familias y los servicios sociales, lo que lo convierte en una estrategia rentable para mitigar los impactos de la demencia, particularmente en poblaciones diversas como las de América Latina", señala Llibre Guerra.

Intervenciones multidominio

Sin cura y con el progresivo envejecimiento de la población mundial, la tendencia es al aumento del gasto en atención a la demencia. Una revisión publicada en el Journal of Prevention of Alzheimer’s Disease concluyó que la prevención temprana de la demencia, dirigida a grupos de riesgo, es relativamente barata y puede reducir los costos posteriores relacionados con la atención y los tratamientos de las personas con demencia.

"Desde una perspectiva económica, la demencia es un desafío importante para las economías de todo el mundo debido al aumento de los costos. Dado que no hay cura a la vista, la prevención parece el enfoque más prometedor para reducir el costo de la atención médica debido a la demencia. Aproximadamente el 40% de las demencias se atribuyen a factores de riesgo modificables y los primeros estudios mostraron que las intervenciones multidominio pueden ser efectivas para prevenir la demencia", advierten en su paper Alexander Braun y colegas, desde Austria.

Los investigadores querían saber si la prevención para personas con riesgo de demencia podría ser rentable, es decir, si el gasto financiero en una determinada acción generaba algún impacto positivo. Para ello, compararon datos de siete estudios, de un total de más de 3.600 estudios sobre el tema. Braun, del Instituto de Gestión Sanitaria del IMC Krems, en Austria, y autor del trabajo, señaló que la revisión muestra que los programas de prevención de la demencia representan ahorros. De media, cada intervención costó 472 euros por persona. Por tanto, afirma, el costo puede verse como una inversión en salud.

Sistemas de salud colapsados

“En los países de ingresos bajos y medios hay sistemas de salud frágiles que colapsaron durante la pandemia. Si no se hace nada en materia de prevención, se espera que los sistemas de salud se vean gravemente afectados en los próximos años debido a la alta incidencia de demencia”, advierte Natan Feter, del Programa de Posgrado en Epidemiología de la Universidad Federal de Rio Grande do Sul (UFRGS), Brasil.

Una revisión sistemática llevada a cabo en el año 2022 encontró que la tasa de prevalencia de la demencia es mayor en países de América Latina y el Caribe, en comparación con Europa y los Estados Unidos. De acuerdo con Feter, los estudios demuestran que la prevalencia de los principales factores de riesgo de demencia es mayor en las poblaciones de bajos ingresos, debido a que tienen un acceso limitado a medidas preventivas y atención médica.

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Andrea Gentil

Andrea Gentil

Editora de Ciencia, Medicina y Tecnología. Coordinadora carrera de Comunicación Digital, UNaB.

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