Friday 26 de April, 2024

NOTICIAS URUGUAY | 29-04-2019 19:36

Tiempos de cambio

La izquierda frenteamplista vive momentos de cambio, producto del final de una etapa en los liderazgos de sus principales figuras: José Mujica, Danilo Astori y Tabaré Vázquez.

Después de tres períodos en el gobierno nacional y 30 años en la Intendencia de Montevideo, la izquierda frenteamplista vive momentos de cambio, producto del final de una etapa en los liderazgos de sus principales figuras: José Mujica, Danilo Astori y Tabaré Vázquez.

El Movimiento de Participación Popular (MPP) trabaja en silencio en procura de algo que en principio parece imposible: encontrar un sustituto para el ex presidente José Mujica. Todos saben -dentro y fuera de su sector, se compartan o no sus ideas- que el fenómeno Mujica fue producto de una serie de factores que empiezan por su propia personalidad y que son irrepetibles.

El principal objetivo de Mujica y de la vieja guardia, es abrir espacios para dar paso a los dirigentes que empezaron a actuar luego de la dictadura. Entre ellos se encontrarían la o las figuras que disputarán en el futuro un liderazgo distinto al del ex presidente.

En paralelo a este fenómeno, se producirá luego de finalizado el gobierno, el paulatino retiro de la escena del actual presidente Tabaré Vázquez. Jefe de Estado por segunda vez e independiente desde que dejó el Partido Socialista, Vázquez ha sido una figura clave desde 1989, pero no deja un vacío a nivel sectorial.

Y finalmente está Danilo Astori, el líder de Asamblea Uruguay y del Frente Líber Seregni, que condujo la economía durante tres gobiernos. Liberado de presiones, ya por fuera de la lucha por la candidatura presidencial y en la etapa final del gobierno, Astori reapareció con fuerza marcando un perfil poco usual en la izquierda: una severa autocrítica.

Astori marcó cuatro puntos en los que, según dijo, la izquierda ha quedado en deuda: la calidad del gasto público, la seguridad pública, la educación y la vivienda. Temas fundamentales.

Pero además realizó otro reconocimiento que ha costado mucho a la izquierda: “la corrupción -señaló respecto al Frente- también llegó a nosotros”. Y realizó esa afirmación junto a un llamado: “Autocomplacencia no, autocrítica sí”. Y este llamado le viene como un anillo al dedo a una fuerza política en proceso de renovación. Ojalá sea escuchado y que los dirigentes políticos del oficialismo -pero también los de todos los partidos- sean autocríticos en lo que les corresponda. Algo que sin embargo no parece demasiado probable en un año electoral.

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