“Opus Gelber. Retrato de un pianista”. Leila Guerriero. Editorial Anagrama. 333 págs. $850.
El argentino Bruno Gelber (1941) es para muchos, el mejor pianista del mundo. Por lo menos, está entre los mejores cien, sin discusión. La periodista, también argentina, Leila Guerriero (1967) es considerada una de las voces más importantes del periodismo narrativo de habla hispana. Esta dupla generó un delicioso trabajo que a decir de Vargas Llosa, demuestra que el “periodismo puede ser también una de las bellas artes”. El libro muestra a Gelber en su esencia, marcado por la polio en su infancia, lo que le dejó una parálisis en una pierna y con una carrera de trabajo, excentricidades, éxitos y seducción. No es un libro épico, pero sí intenso. Quizás la gente le prestó atención por su defecto físico, pero seguramente eso quedó en el fondo, porque cuando las manos se posan sobre el piano, la magia lleva al espectador/oyente, por mundos sensibles.”Él no hubiera llegado ni más ni menos lejos de no haber tenido la polio. Nunca tuvo una cosa de autocompasión”, contó la autora en una entrevista.
“Viví y vivo en lo excepcional”, le dice el pianista en uno de los primeros encuentros. El retrato que dibuja Guerriero permite conocer a un excéntrico, a un hombre con una sensibilidad exquisita, honesto, trabajador, admirable y suntuoso, algo desmesurado y vanidoso, consciente de su talento. Además, muy glotón, porque además del arte, está el arte del buen comer.
La periodista reconoció que Gelber “tiene una conexión con la idea de lo popular que suelen no tener los músicos de su capacidad, que pese a ser una estrella mundial, vive en el barrio del Once, lejos de las luces del centro de la capital porteña. Se trata de un artista que se inició en forma muy precoz, “voraz en muchas cosas relacionadas con la sensualidad”, pero también “casi prejuicioso en torno a esas mismas cosas.”
Ella lo definió como la “historia de una voluntad. Es un acorazado. No tiene un punto de debilidad. Tampoco de melancolía, eso que tiene tanto prestigio entre nosotros.” Pero también explicó que al contar la vida del pianista, pretendía saber cómo se gestiona una vida que puede volverse lacerante, cómo es la soledad de los viajes, el miedo a perder el don, el temor a la pérdida del entusiasmo, su disciplina, su entrega. Fue contundente: “todo eso me arrebató. Bruno es un incendio, es una catedral de música”, explicó en una presentación en Buenos Aires.
Es un libro que permite bucear en los laberintos del talento. Podríamos acompañar esa lectura con música de Brahms o Beethoven, o en un profundo silencio, porque los sonidos y los silencios marcaron la vida luminosa del artista, por el que la autora, sin perder rigor periodístico e informativo, no disimula su admiración.
--------------------------------------------------------------------------------
NOVEDADES
TIERRA EN LOS PIES. Retrato íntimo de Hugo Soca. de Alva Sueiras. Editorial Planeta. 238 págs. $590.
Alva Sueiras (1977) es una española que hace poco más de cinco años está en Uruguay. Su especialidad es la hotelería, la gastronomía y el turismo sustentable. En poco tiempo ha ocupado importantes espacios en la docencia y la difusión de sus áreas de interés, en diferentes instituciones y medios. De hecho, es la crítica gastronómica de NOTICIAS Uruguay. Acaba de publicar lo que llama un “retrato íntimo” de uno de los chefs con más personalidad y originalidad que ha surgido en la inquieta gastronomía uruguaya: Hugo Soca (1975), autor de dos exitosos libros de recetas, con su fuerte, que es la cocina “de la abuela”, casera, una suerte de mantel celeste, al decir del recordado Hugo García Robles.
Soca cuenta en el libro lo que fue su infancia y adolescencia en la zona rural de Pan de Azúcar y cómo fue su crecimiento profesional para ubicarse en el lugar que ocupa a nivel gastronómico y de los medios de comunicación.
-----------------------------------------------------------------------------------
EL RECOMENDADO
Tránsitos “La memoria obstinada de Puerto Vírgenes”, Claudio Invernizzi. Estuario Editora. 310 págs. $500.
Claudio Invernizzi (1957) es un reconocido publicista. Sus antecedentes literarios se reducen a dos publicaciones “Esta empecinada flor” (1985) un cuaderno de relatos sobre su experiencia en la cárcel y una novela La Pulseada (1989) de muy buen suceso. Salvo colaboraciones periodísticas, hubo “silencio de radio” hasta ahora que publica una novela, que es la primera de una trilogía.
Invenizzi recurre a un experiodista como hilo conductor para contar historias que pueden parecer de espionaje, policiales, pero que terminan siendo encuentros con diferentes personajes que caminan por las calles de Puerto Vírgenes, un lugar demasiado parecido a Piriápolis, o a su entorno, que el autor conoce muy bien.
por Jaime Clara
Comentarios