Tuesday 16 de April, 2024

OPINIóN | 05-05-2020 15:06

Las jugadas de Cristina Kirchner que descolocan a Alberto Fernández

La vicepresidente le marca la cancha a quien es su jefe en los papeles. Palo a Larreta y operaciones en las sombras.

En los últimos días hubo ruidos entre el Presidente y su vice, la que lo puso al frente de la fórmula a él. Cristina Kirchner recela de algunas alianzas que Alberto Fernández teje por afuera del Frente de Todos, y se lo hace saber. En un comentado tuit del fin de semana, ella le pegó al alcalde porteño que tan bien se lleva con Alberto y su mesa chica, Horacio Rodríguez Larreta. Hay cosas que CFK no le perdona a Larreta, entre ellas la designación del ex consejero PRO de la Magistratura, Juan Bautista Mahiques, como fiscal general del Poder Judicial de la ciudad de Buenos Aires. ¿Qué dijo Cristina en su tuit? Que Mahiques había apretado a una jueza de la Cámara para que avanzara contra la ex presidenta en la causa del memorándum con Irán, y que a Larreta nada de eso le importó a la hora de nombrarlo en su nuevo cargo. Juan Bautista además es hermano de otro Mahiques, Ignacio, el fiscal que elevó a juicio la causa contra CFK por supuesta corrupción en la obra pública. Cartón lleno.

Pero no fue la única jugada de la vicepresidenta que descolocó Alberto. En los días previos, el secretario de Justicia, Juan Martín Mena, inició una negociación reservada con los presos del penal de Devoto que piden ser liberados por la pandemia. El problema es que su superior, la ministra Marcela Losardo, no estaba al tanto de nada. Mena responde en forma directa a Cristina, en tanto que Losardo es una vieja amiga de Alberto. ¿Puede un secretario actuar a espaldas del ministro y del Presidente? Por lo visto sí, si se lo dicta la que se considera la jefa de todos ellos. Cuando la negociación trascendió, Mena debió desaparecer de escena.

No fue muy distinto a lo que pasó algunos días antes, cuando Horacio Pietragalla, el secretario de Derechos Humanos del Gobierno, pidió el beneficio de la prisión domiciliaria para Ricardo Jaime y luego para Martín Báez, el hijo de Lázaro. Alberto se enteró de la decisión cuando ya estaba tomada. Adivinen cuál es la terminal política de Pietragalla. Sí, Cristina. Por eso al funcionario le importó poco el posterior pedido de explicaciones del Presidente. Alberto lo interrogó, lo escuchó y se llamó a silencio para dar vuelta la página. 

No son días fáciles para él. A la preocupación por la pandemia ahora se suma otro virus igual de inquietante, el del doble comando.

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Franco Lindner

Franco Lindner

Editor de Política, columnista de Radio Perfil y autor de "Fernández & Fernández" (Planeta).

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