Todos podemos reinventarnos, haciendo lo que nos apasiona, siguiendo los gustos que llevamos grabados en el alma. Así lo dice y lo encarna Viviana Rivero, quien supo cambiar su ropaje de abogada tributaria por el de escritora best seller. Fue sin escalas, sin siquiera haber hecho un taller de escritura ni bocetado un cuento. Lectora ávida, creció observando (de lejos) a un padre escritor, que ganaba premios pero tenía que vivir de otra cosa, y escuchando a una madre que decía: “Acá nadie va a seguir Literatura. Para locos, ya está tu padre”. La encrucijada era: el que escribe bien no es comercial y lo comercial no es buena literatura. Entonces, mejor hacer otra cosa. Se casó a los 23 años con su novio desde hacía 8, tuvo dos hijos (Victoria, 21, y Cristóbal, 17) y fue exitosa en Tribunales. A partir de la crisis económica de 2001, también empezó a llevar la batuta en encuentros con amigas que, como ella, acompañaban a maridos en crisis por la crisis. El verbo “emponderar” no era pronunciado por entonces pero de eso se trataba: se hizo fuerte en motivarlas al cambio. Sin saberlo, estaba animando a otras a hacer lo que ella aún no se atrevía. Terminaron convocándola para dar charlas ante desconocidas. Luego armó un programa de televisión, “No te canses”, en canal 10 de Córdoba, de donde es oriunda. La que se estaba cansando era ella. Su rutina empezaba a deshilacharse. Cuando los hijos ya habían ganado cierta autonomía, se miró al espejo y se hizo la pregunta del millón: “¿Qué querés hacer vos de tu vida?”. La respuesta fue inequívoca: escribir un libro. Desde “Secreto bien guardado”, publicado en 2009, hasta “Los colores de la vida”, con el que vino a la última Feria del Libro porteña, escribió cinco más. Todos se encuadran en el género de novela histórica romántica y ella asume que supo colarse en la oportunidad que habían abierto, por ejemplo, Cristina Bajo y Florencia Bonelli: “Ahí nos metimos muchas, cada una con su tinte. Es como una ola y yo me subo a la ola. El que lee mi libro se da cuenta de que no es novela romántica solamente, son historias de vida. Lo especial de un best seller es que es lo más común del mundo porque la persona te lee y se identifica”.
Noticias: Aquellos años de Derecho Tributario, ¿estaba enjaulada en usted misma?
Viviana Rivero: Creo que sí, era como que llevaba las cosas adelante porque cuando los hijos son chicos, la familia es una prioridad y era un trabajo que me dejaba dinero. Cuando los niños son más grandes, una vuelve a hacerse dueña de algunas horas. Nadie se da cuenta de que vas a disponer de esas horitas, están todos distraídos y ahí decís: “¿Y ahora yo qué quiero?”.
Noticias: ¿Perdonó a su madre por eso de “para locos está tu padre”?
Rivero: ¡Sí! Lo que pasa es que mi padre no podía vivir de la literatura, escribía de noche y los fines de semana. Ella no quería eso para sus hijos, era perseguir una quimera. Además, si yo hubiera seguido Literatura, no sé si me habría animado a escribir. Sé que los que estudian Literatura, empiezan a tener muchos miedos y prejuicios.
Noticias: Usted lo hizo desde cierta inconsciencia.
Rivero: Sí, siempre fui muy lectora, a los diez años leía Dostoievski, y quería escribir algo interesante para el lector. Pero el primer libro se hace con el tiempo de tu sueño, porque no le querés quitar nada a tu trabajo ni a tu familia.
Noticias: Intentó vendérselo a dos grandes editoriales, se tuvo mucha confianza.
Rivero: Me vengo a Buenos Aires inocentemente, pero nunca lo leyeron, me decían que no tenían tiempo, que estaban cubiertos por unos años. Eso es lo que vive alguien que empieza a escribir: las editoriales grandes no te leen y las chiquitas se hacen las editoriales pero son imprentas y te cobran. Yo pensaba: “Sigo trabajando de abogada pero quiero que mis nietos digan: La abuela escribió un libro” (se ríe). Pagué la primera edición de mil ejemplares en una editorial chiquita de Córdoba y se agotaron en menos de 15 días. Así, seis meses de una edición por mes. Hasta que tanto Sudamericana como Planeta piden tener una reunión conmigo y viajan a Córdoba. Ellos tienen sus informantes en las librerías. Me quedé con Planeta y escribí un segundo libro que ganó el premio a mejor novela histórica del Gobierno de San Luis. Con dos libros y un premio, dije: “Puedo vivir de esto”.
Noticias: Le presta mucha atención al marketing personal, en cuanto al intercambio con sus lectores, ¿cierto?
Rivero: Sí, me gusta la gente y lo que más sufro mientras escribo es encerrarme, perder la intimidad de las charlas. Para mí contestar un mensaje de Facebook es un placer. Mis libros siempre tienen un mensaje positivo y eso repercute en los lectores. Cuando en “La magia de la vida” traté el tema de la muerte, muchas personas me escribieron diciendo cosas como que su pérdida había pasado hacía mucho pero al leer el libro se permitieron llorar y renegar todo lo que no habían podido antes. Cuando siento esa devolución digo: “Por algo tenía que escribir”. Hay propósitos en la vida.
Noticias: ¿Hoy cuál es su misión?
Rivero: No es fácil porque va cambiando, pero creo que es lo que te provoca plenitud y al mismo tiempo mejora tu entorno. A medida que maduramos, encontramos la esencia propia. Uno recupera las vocaciones. Para mí escribir es apasionante, es lo que más me gusta hacer en la vida.
Noticias: ¿Su cambio generó movimientos en el entorno familiar?
Rivero: Los chicos se han tenido que acostumbrar y ya saben que tienen sus contras y sus beneficios, me piden un libro para la celadora, por ejemplo (risas). Si uno invirtió bien, el lazo con los hijos es indestructible. Ahora con los hombres es distinto, el amor de pareja a veces es más egoísta.
Noticias: Hay dos individualidades que compiten.
Rivero: Con él éramos muy unidos, estábamos juntos desde los 16 años, entonces no fue una crisis de unos meses sino años de tratar de salvar pero a él no le gustaba lo que yo hacía, la exposición, mis viajes. Al principio era como una tristeza, él me decía: “Te extraño, tantas horas escribiendo, te vas este fin de semana, qué hago ahora”. Mirá que tratamos y tratamos pero él necesitaba que yo lo apoyara y yo estaba haciendo mi proyecto de vida, yo era la mujer de mi vida.
Noticias: ¿Cuánto hace que se separaron?
Rivero: Un año y medio. Reconocí que era yo la que había cambiado, él seguía siendo el mismo. Si no te sentís plena, no podés hacer feliz a nadie. Y mientras tanto, lo vertiginoso de la carrera, que se vendía cada vez más, que llamaban de otros países. A veces no hay tiempo de dolerse mucho.
Noticias: Siempre dice que sus libros tienen mensaje, historia de amor, trasfondo histórico e investigación. ¿Es una fórmula que no va a cambiar?
Rivero: Es difícil escribir distinto de lo que tenés en el corazón, es casi imposible. Gracias a Dios gusta lo que escribo porque no podría hacerlo de otra forma. Trato de escribir lo que me satisface y me deja plena.
Noticias: Lo del mensaje es como de autoayuda, ¡le sale la coach emocional que fue en algún momento!
Rivero: Sí, es que lo primero que me surge es el tema. En el próximo libro quiero hablar de segundas oportunidades, después inventaré una época y los personajes.
Rivero está otra vez enamorada. No da detalles pero se la ve feliz, “soñando otra vez con el amor”. Es tan heroína como la de sus libros: una mujer a la que le pasa de todo y que encuentra el bálsamo en un romance verdadero.
Valeria García Testa
Fotos: Marcelo Escayola.
por Valeria García Testa
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