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PERSONAJES | 05-06-2019 11:09

Christian Sancho: "No hace falta matarse en un gimnasio"

Modelo que impresiona con sus abdominales, encontró un camino como actor. Entrenamiento, alimentación, oportunidades y creencias.

Es el dueño de los abdominales más inquietantes de nuestro país. Sin embargo Christian Sancho (44) dice que minimiza la estética y se enfoca en la salud física y emocional. Aprendió a ser paciente y disciplinado desde chico, luego de que un accidente doméstico lo dejara en coma dos semanas y no le permitiera hacer deportes hasta muchos años después. Ese hecho marcó su infancia y su vida adulta.

Nacido en Rosario, llegó a Buenos Aires a los 18 años para dedicarse al periodismo deportivo pero no terminó sus estudios porque una publicidad le dio un giro y lo llevó a recorrer el mundo. Para él, también fue una sorpresa la actuación, la televisión, el teatro y ahora, el cine. Papá de Camille (18) y Gael (9), está en pareja con Vanesa desde 2008. Mientras saborea un tostado y un café con leche antes del teatro, recorre su historia y cuenta por qué decide llevar una vida saludable.

Noticias: A algunas personas las alarma el paso del tiempo. ¿Cuál es su caso?

Christian Sancho: La edad no es la que uno tiene sino la que lleva. Estoy feliz con mis 44 porque me siento en plenitud física y emocionalmente. Llevar una vida saludable no tiene que ver con la estética ni con una moda, sino con el bienestar, seguir adelante, aprender y encontrar nuevos caminos. Nací en Rosario, en una familia de laburantes que se dedicaban al comercio. De mi papá, Juan, aprendí el oficio del trabajo y la honestidad, y mi mamá, Susana, me enseñó la convicción y la fuerza de voluntad.

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Noticias: ¿Cómo fue el accidente que sufrió a los tres años?

Sancho: Casi no he hablado de esto porque se suele mirar el resultado y no el proceso. Y el resultado es un proceso de búsqueda, constancia, esfuerzo y convicción que logré a partir de eso. Fue un accidente doméstico, me caí de un escalón muy alto, me golpeé la cabeza y estuve en coma 15 días. Tengo recuerdos de tomar mucha medicación, de no tener la vida deportiva de un chico. Tenía riesgo de hacer convulsiones. Me costó mucho. Por suerte el tratamiento médico funcionó. A partir de los once, empecé a hacer deportes, tuve otra vida. El deporte era un juego y no una competencia. Quería divertirme, hacer todo lo que no había podido. Tuve acompañamiento psicológico, además del apoyo de mi familia, mis padres y mi hermano Juan Pablo, que vive en Londres. Fui un niño muy maduro, autosuficiente.

Noticias: Y una vez que arrancó con el deporte, no paró más.

Sancho: No (ríe). El deporte es una terapia y lo necesito día a día. No voy al gimnasio, tengo mi rutina. Mi físico cambió con los años y hoy entreno y me alimento de una manera diferente. Lo tomo como parte de mi salud, no es un tema estético. Además, lo adapto a mis personajes.

Noticias: Llegó a Buenos Aires con un objetivo pero una publicidad le cambió la vida. ¿Cómo fueron esos años?

Sancho: Vine a estudiar periodismo deportivo, hice dos años y me sorprendió la carrera de modelo. La publicidad de Versace me dio la posibilidad de viajar por el mundo y hasta estoy en un libro, “Rock and Royalty”, al lado de Madonna, Lady Di, Tina Turner, Jon Bon Jovi). Después la vida me sorprendió con el actor.

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Noticias: Decía que su entrenamiento es de acuerdo con sus personajes. ¿Cómo entrena y se alimenta hoy?

Sancho: A fines de mayo empiezo a filmar una película, “Un crack”. Es la historia de un futbolista frustrado porque en la primera prueba que le hacen en el exterior, se rompe los ligamentos y no puede jugar más, entonces se dedica a la representación y está lleno de frustraciones. Es una co-producción con Colombia. Adapté mi dieta y mi rutina a ese personaje aunque priorizo la salud física, mental y emocional. La alimentación es importante para el bienestar, aunque todo el mundo cree que sólo es entrenar. Como de todo, tengo un deportólogo y nutricionista, Ale García, y dos entrenadores, uno en Capital y otro cerca de casa, en Escobar. Hay que acercarse al deporte desde la salud, no hace falta matarse en un gimnasio. Estoy haciendo un entrenamiento cardiovascular. Cuando hay un objetivo, hay fuerza de voluntad y eso también se entrena.

Noticias: ¿Sus abdominales son un estigma o tiene que agradecerles?

Sancho: Estoy agradecido a todas las oportunidades que me han dado los abdominales. Gracias a ellos pude crear una carrera con mucho criterio y hoy tengo tranquilidad económica. Hago muchas publicidades y eso me da la oportunidad de elegir mis trabajos. La publicidad y la imagen me ayudaron a financiar mi carrera como actor. Por eso cuido el envase, al que le puse un contenido interesante. Y los productores y directores se fijan en mí. En junio se estrena “No soy tu mami”, con Julieta Díaz, Pablo Echarri, Sebastián Wainraich y dirección de Marcos Carnevale. Mi personaje es un gran amigo del que hace Pablo. Estuvo buenísimo porque nos reencontramos después de 20 años: arranqué en “Los buscas de siempre”, novela que Pablo protagonizaba. Además este año hice “Mamushka” en el Teatro Picadilly. Nunca había pensado en protagonizar una película, creí que las oportunidades no habían llegado y ya estaba. Por eso el llamado de Carnevale me sorprendió, escribió el personaje pensando en mí. Una vez me dijo que le gustó mi trabajo en “Sin código” y que íbamos a filmar juntos. Cumplió. Con el tiempo aprendí que el actor es como el vino: a medida que pasan los años, se pone más interesante.

Noticias: ¿Cómo es ser papá de una adolescente?

Sancho: De dos, porque mi hijo tiene 9 y está en plena pre adolescencia. Los escucho, los miro. Haber trabajado estos años en Disney (en la serie “Once”) con chicos jóvenes, me ayudó a entender que hoy tienen una capacidad de 15 segundos para prestar atención. En ese tiempo que hay ser concreto, preciso y conciso. Con la mamá de Camille (Valeria Britos) tenemos un buen vínculo. Somos una familia ensamblada que se quiere muchísimo. Con los años entendés que es importante tener una buena relación con una persona con la que vas a tener contacto toda la vida. Aprendí mucho de las crisis porque son oportunidades. Para los orientales son bendiciones. Por eso tomo esas oportunidades para crecer.

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Noticias: ¿Practica la filosofía oriental?

Sancho: Me gusta porque es parte de una creencia que, si llevás a cabo con convicción y sin fanatismos, te ayuda. Hay que tomar un poco de cada cosa. Creo en el universo, en Dios, en el destino. Me interesa el budismo, lo místico que aprendí de los Aztecas en México. Los viajes me nutrieron mucho, me abrieron la cabeza y me dieron un bagaje cultural grande. Es la mejor universidad que tuve: los viajes y la vida.

 

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Liliana Podestá

Liliana Podestá

Periodista.

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