Wednesday 24 de April, 2024

PERSONAJES | 24-07-2022 00:14

Evangelina Bomparola: “No tengo nada de qué arrepentirme”

Veinte años con el diseño de ropa. Canta, escribe y cocina. Comparte su visión de las argentinas y el feminismo.

“Estoy super conforme con la vida que construí y con la persona que soy. Me abrazo todos los días a eso, lo reivindico todos los días y no tengo absolutamente nada de qué arrepentirme. Al contrario”, cuenta Evangelina Bomparola durante su charla con NOTICIAS.

Lleva veinte años diseñando y vistiendo a mujeres de distintas edades y su marca es referente en el exclusivo mercado de alta gama. Ella dice que tiene los pies sobre la tierra y que desarrolla su negocio sin ambiciones desmedidas. “Tengo pedidos del exterior, podría exportar, pero para cubrir el mercado externo como a mí me gustaría tendría que tener una base en Europa y viajar permanentemente. Es una movida muy grande y no la veo para este momento de mi vida. Prefiero ocuparme de mi negocio aquí y de hacerlo crecer”, confiesa. 

Ella dice que tiene los pies sobre la tierra y que desarrolla su negocio sin ambiciones desmedidas. “Tengo pedidos del exterior, podría exportar, pero para cubrir el mercado externo como a mí me gustaría tendría que tener una base en Europa y viajar permanentemente. Es una movida muy grande y no la veo para este momento de mi vida. Prefiero ocuparme de mi negocio aquí y de hacerlo crecer”, confiesa. 

Está casada con el empresario Juan Pons y es mamá de Beltrán (21) y de Esmeralda (18). Le encanta la música, la literatura y el arte. En sus ratos libres escribe reflexiones que se le ocurren e historias inconclusas y con la pandemia redescubrió su aspecto hogareño y su gusto por la cocina. Los años y la terapia le dieron cierta sabiduría y el conocimiento profundo de sí misma. Armonía es la palabra que la refleja muy bien.

Noticias: ¿Qué características suyas destacaría si tuviera que presentarse?
Evangelina Bomparola:
Destacaría mi honestidad, mi tesón, mi ambición por mejorar y aprender y por mantener siempre la vara alta. Simplemente eso. Es bastante.

Noticias: ¿Cuánto le cuesta ser perfeccionista y obsesiva? ¿Lo padece?
Bomparola: No me cuesta porque soy así
, no sé hacer las cosas de otra manera. Además, me apoyo en un súper equipo, no podría llegar a la esquina sin ellos. Son veinte años de trabajo y en este lapso formé dos equipos. El primero se fue a emprender y esta segunda camada es excelente. Gente que me sostiene, me contiene y que tiene la misma visión. No puede sobrevivir nadie al lado mío que no tenga la visión de mejorar día a día. Yo creo que todo puede estar mejor y que se pueden hacer las cosas impecablemente. 

Noticias: ¿Cómo es este momento de su vida?
Bomparola: Estoy en armonía.
Tengo mi hijo en la universidad (estudia dirección de cine) y mi hija terminando el secundario (va a estudiar dirección de arte aplicada a la moda). Mi marido tiene su trabajo bien. Mi casa está en armonía, todo funciona muy bien, estamos muy conectados, con una vida familiar muy linda, muy divertida. Y el trabajo está fluyendo, va bien. No vivo en el jardín del Edén, pero con mi equipo hemos incorporado la dificultad como forma de trabajo y tratamos de revertirla diariamente.

Noticias: Hace poco presentó su última colección. ¿En qué se inspira? ¿Cuáles son sus fuentes?
Bomparola:
En el trabajo. Estoy atenta a lo que me pasa y a lo que está pasando alrededor, me gusta mucho trabajar los contextos, todo me influye. En esta última colección quise hacer una performance, un show más que un desfile, en el parking del edificio Oceana, en Puerto Madero, atravesado por luces y juegos geométricos hechos con líneas de luz. Y en cuanto a la colección hicimos trabajo de archivo y de reversionar cosas que ya habíamos hecho. Además, este año estuve en Madrid y me pasé dos días en el Museo del Prado enloquecida, redescubriendo a Goya, a Velázquez. Volví a escuchar a Paco de Lucía, a Juan Manuel de Falla, y fuimos con mi familia a ver zarzuela y a algunos tablaos a ver flamenco. Todo eso también está metido en la  colección.

Noticias: ¿Cómo se sostiene una marca durante veinte años en un país tan complicado?
Bomparola: Trato de no engancharme en el enojo. Si me pongo a reflexionar acerca de cuánto mejor podríamos estar como país y las oportunidades que perdemos, entro en un movimiento centrífugo negativo que no me permite salir.
Lo mejor es poder entender cuáles son las fortalezas y las debilidades de cada momento. Siempre hay un plan B. Los años te dan la sabiduría para ir acomodándote a cada problema y para ir reinventándote en un país muy loco. Es insólito lo que nos pasa, no tiene sentido. Estoy un poquito desencantada con el sistema. Todo lo que usamos en mi marca es importado, porque acá no hay o los insumos no tienen la calidad que se requiere, y el trabajo es totalmente artesanal, hecho a mano, y falta gente que sepa hacerlo. Por eso mi objetivo de este año es encontrar y formar gente nueva que le interese crecer y trabajar con sus manos.

Noticias: ¿Qué fue lo mejor que le dieron los años?
Bomparola: Aprender de los errores.
Puedo decirlo por tener años de terapia, sufrir con los errores y gozar con los aciertos. Puedo decirte también que no vuelvo a tropezarme con la misma piedra. Eso es lo que más fortaleza me dio. Y creo que cuando vivís bien los años adquirís una sabiduría fabulosa. Aprendés a leer entrelíneas, a encontrarle sentido a un montón de cosas que por ahí antes pasaban por alto, aprendés a disfrutar mucho más y a vivir mucho más el presente. Empezás a entender tu fragilidad. Pero saberte vulnerable es una enorme fortaleza.

Noticias: ¿Le gusta mirarse al espejo? ¿Qué ve cuando se mira?
Bomparola: A veces sufro con lo que me va pasando con los años.
Es un sufrir entre comillas. Empiezo a ver que el párpado superior se afloja y cae sobre las pestañas, que tengo un poco más de ojeras, que se me nota si me acuesto tarde, que la piel ya no es la misma. Enseguida corro eso y digo: “Está bien, tengo 53. ¿Qué más?”. Podría estar mejor, podría estar peor también. Es lo que hay. Cuando empiezo a sentirme un poquito insegura en esos aspectos me agarro mucho de las cosas que hago, de los logros. Me agarro de una buena lectura, una buena película y en los momentos libres me gusta mucho escribir. Me hace muy bien. 

Noticias: ¿Qué escribe?
Bomparola:
Cosas que me salen, reflexiones. A veces, alguna historia que nunca termino y queda ahí flotando, y, probablemente, sea el contexto de una colección nueva. Escribo espontáneamente, no con un fin, por eso me hace bien. 

Noticias: ¿Sigue con la música?
Bomparola:
Sí, en casa al lado de la tecla de la luz está la de play, pero ahora es un hobbie. Ya no canto más, sólo en la ducha, ni voy a talleres ni tomo clases por el momento. Pero siempre escucho música. Y a partir de la pandemia me encanta también cocinar y eso significa ponerle música a lo que estoy haciendo. Si es comida italiana, puedo poner una ópera, por ejemplo. Me agarró una cosa muy hogareña que la tenía muy escondida, porque siempre tenía a la mujer emprendedora, la mujer poderosa, la que va a reuniones, se junta con varones, discute presupuestos. La pandemia me volvió a colocar en un lugar donde ya no soy tan Mafalda. Me amigó con Susanita, digamos. 

Noticias: ¿Cómo ve a la mujer argentina en general?
Bomparola:
Veo mujeres distintas. Una mujer peleando por ocupar un lugar más importante. Veo muchas mujeres teniendo cada vez más participación en lo laboral, lo político, lo social, emprendiendo también. Veo mujeres muy potentes, muy poderosas. Y, por otro lado, veo mujeres muy pendientes de la imagen, esclavas de la juventud eterna, poco resignadas al paso del tiempo, muy cosificadas por ellas mismas, metidas en un cliché medio raro. Me parece que hay como un choque entre la mujer moderna y esta otra más antigua.

Noticias: ¿Y qué le parecen los movimientos feministas?
Bomparola:
Cuando era chica seguía a los movimientos feministas, me identificaba, me sentía parte de ellos. Lo que veo ahora es demasiada violencia. Yo soy dialoguista. La agresión, el insulto, el grito, la provocación burda le quita a la causa el sentido real, el sentido tan sublime que tuvo en su momento, en la década de los sesenta. Había una línea intelectual muy alucinante y ahora esta otra que estamos viendo no sé qué busca. Pero a veces también es necesario hacer manifestaciones violentas para que te escuchen. Pienso en la conquista racial en Estados Unidos. Uno puede no estar de acuerdo con las formas, pero a veces eso deriva en resultados más rápidos. Igual, no apoyo la violencia en ninguno de los sentidos y me encantaría que hubiera una discusión más seria, donde se respetaran las distintas posturas y se pudiera dialogar sin descalificarse. Me molesta la descalificación del que piensa distinto.

Noticias: ¿Qué opina del lenguaje inclusivo?
Bomparola: Estoy totalmente en desacuerdo.
La lengua es la lengua y tiene que ir deviniendo sin imposiciones. No creo que sea la manera de lograr absolutamente nada, más que lastimar un idioma tan lindo como el español.

Noticias: ¿Está conforme con la vida que construyó y con la persona que es? 
Bomparola:
Sí, super conforme. Me abrazo todos los días a eso, lo reivindico todos los días y no tengo absolutamente nada de qué arrepentirme. Al contrario.

Noticias: ¿Tiene asuntos pendientes importantes?
Bomparola: En algún momento me gustaría pasar una temporada larga en el exterior,
en Florencia, por ejemplo, y de allí moverme a Roma, a Milán, a Venecia. También me gustaría Nueva York, pero no cuando hace un frío polar. Y Madrid me volvió loca, me fascinó, viviría allí. Yo había estado en el ’92 y volví este año, y recorriendo la ciudad tuve la sensación de que es la Argentina que podríamos haber sido si no nos hubiésemos equivocado tanto. Me dio mucha pena. 

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Cecilia Escola

Cecilia Escola

Periodista.

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