Fue un día largo y complejo en el oficialismo. A la increíble remontada de Sergio Massa en octubre se asomó ahora otro panorama que parece irreversible. Es que en el búnker del Gobierno, en Chacarita, las caras empiezan a ser largas. Sólo los más optimistas esperan un resultado favorable para Unión por la Patria, mientras que la mayoría empieza a saborear la derrota. Será una noche larga.
Massa llegó unos minutos después de las cinco y media de la tarde. En su equipo había un hermetismo total, aunque fueron soltando algunas ideas. “Nos fue muy mal en Córdoba y Mendoza. Hasta en el Conurbano le fue muy bien a Milei. Está muy difícil”, señalaba un vocero. Los números que desde la mañana le estaban llegando no auguraba un buen resultado, algo que también empezó a notar el mercado donde el dólar paralelo ya empezó a subir. Por ahora sigue el silencio en el massismo, pero algunos ya están pensando en qué pasará el martes cuando vuelva a reabrir el mercado luego del feriado. Pocas definiciones a esta hora, pero abundan las caras largas en el búnker.
En cambio, en los alrededores del búnker la situación parecería ser otra. Cientos de personas ya coparon el cruce de Corrientes y Dorrego, y se ven banderas, bombos y el humo del choripán. Hay varias columnas, entre las que destacan la del Movimiento Evita y la de la UOCRA, y alguno hasta se animó a tirar fuegos artificiales. Afuera hay un escenario dispuesto para una eventual celebración, algo que a esta hora parece difícil.
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