El neurólogo Facundo Manes era, hasta hace apenas unos días, un outsider de la política. Gozaba de prestigio profesional y proyectaba su aura de intelectual, para repensar una Argentina a la que desea gobernar en el corto plazo, ya que su entorno no esconde la voluntad de convertirlo en presidenciable para 2023 si supera con éxito las PASO frente a Diego Santilli. Pero fue la precandidata de Juntos por el Cambio en Santa Fe, la periodista Carolina Losada, la que en una entrevista dejó en claro el pensamiento interno del PRO con una frase más que contundente que pone el ojo sobre el accionar del neurocirujano en campaña: “Cristina, la madre de todos los Manes”.
Manes hizo su desembarco en la política por la puerta grande, encabezando en la provincia de Buenos Aires una lista propia pero plural, y apoyado incluso por algunos PRO macristas que recelan el dominio de Horacio Rodríguez Larreta. El propio Jorge Macri reconocía que, en caso de tener que resignar su postulación para encabezar la lista de diputados nacional, estaría dispuesto a apoyar al neurocirujano en la interna.
Finalmente hubo unidad en el PRO, y bajo el lema Juntos se prepararon para la interna. Pero con temor por la tendencia creciente en favor del radical en las encuestas, y su ficha libre de carpetazos. Antimanchas que duró un suspiro. Fue el propio Manes quien hundió los pies en el barro y deshizo el hechizo protector en una sola declaración: “espero que no se gasten los impuestos de los porteños en la campaña”, lanzó.
El neurocientífico le apuntó a Santilli y por elevación a Rodríguez Larreta, a quien considera eventual rival en 2023. "Me gustaría discutir con Rodríguez Larreta y Santilli, porque no tengo claro el proyecto de país que quieren", dijo en una entrevista con La Nación. El Jefe de Gobierno porteño evitó el cruce: “ya saben que no contestó chicanas políticas”, respondió.
Una verdad a medias: el resto de sus aliados festejaron la luz verde para operar al neurólogo. “En Juntos por el Cambio tenemos una regla, que es no mentirnos. Yo he tenido discusiones con Macri, con Horacio. Pero tenemos una amistad política bajo una regla, que es la ausencia de mentiras. Este señor miente, miente descaradamente”, lo atacó Elisa “Lilita” Carrió, quien negó haberle ofrecido la vicepresidencia en 2015. “Además, en ese momento, Manes ya jugaba con Ernesto Sanz”, agregó.
“Mi corazón es radical por tradición familiar y por principios”, refrendaba Manes en mayo de 2013 en un encuentro en Parque Norte convocado justamente por el entonces senador nacional de la UCR, Ernesto Sanz. Manes, que coquetea con al política desde 2001 cuando presentó su espacio de corte liberal, se mostraba ya “preocupado” por la realidad argentina, y exponía su voluntad de refundar la política bajo el paraguas de las neurociencias.
“En la ciencia política y en la política práctica, el aporte de poder predecir los patrones de conducta de líderes y ciudadanos que conforman electorados es clave. Un error frecuente en el análisis político es suponer que los demás usan los mismos procesos de pensamiento que uno”, explicaba. Pero puesto a jugar al político, Manes repitió “los mismo procesos” y fue reprendido.
“Yo vengo a discutir el futuro de la oposición y dar un salto cualitativo. No voy a competir con el PRO, sino con la decadencia argentina”, disparó Manes. “Facundo, decís que llegás para sacar lo mejor del potencial argentino pero solo sembrás desconfianza y dudas en tu propio espacio”, lo amonestó en su cuenta de Twitter Cristian Ritondo, jefe del bloque PRO en Diputados. “No caigas en las peores costumbres de la vieja política si querés renovación. El Frente de Todos ya no necesita más candidatos”, ironizó Ritondo.
Y allí salieron a relucir sus coqueteos con el Frente de Todos cuando las paso de 2019 inclinaron la balanza en favor de Alberto Fernández y Cristina Kirchner. Y más recordaron que su propularidad se despegó justamente tras haber atendido a la vicepresidenta. Aparecieron rápidamente las manchas lavadas: una solicitada de la Asociación Argentina de Neurocirujanos para aclarar que Manes no era neurocirujano, y que no había operado a la entonces presidenta como se publicitaba; y la vieja causa que lo vinculó con supuestos certificados truchos para controlar una herencia millonaria, por la que en 2007 fue sobreseído.
Pero la peor acusación en términos electorales es la de ser funcional al armado K. Y no son pocas las voces en el PRO que ven la operatividad de Manes en la estrategia del Frente de Todos. Mientras desde Juntos por el Cambio apunta discursivamente contra Cristina Kirchner y la Cámpora, el neurocientífico pone en su mira a Mauricio Macri y Horacio Rodríguez Larreta. “Que se rompa si no se dobla a su voluntad”, marca un reconocido referente PRO parafraseando el lema radical de Leandro N. Alem. El dirigente cree que ese lema es una síntesis de la neuro estrategia de Manes para detonar la cabeza de JXC.
Y se hace eco de un furcio de la macrista Carolina Losada, la periodista que encabeza una de las listas a senadores de JXC en Santa Fe, que entrevistada en “A dos voces” (TN) resumió los blancos del espacio en esta campaña, con miras legislativas: “poder dejar atrás de una vez a Cristina Fernández de Kirchner, que es lo que encarna el populismo en la Argentina, que es la madre de todos los Manes”. “Cristina, la madre de todos los Manes”, el mantra que repiten ahora los ejércitos del PRO en las redes y con el que tendrá que lidiar el neurocientífico.
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