La Justicia ordenó el decomiso de una serie de bienes que estaban a nombre de Máximo y Florencia Kirchner, derivados tanto de la herencia del ex presidente Néstor Kirchner como de transferencias realizadas por Cristina Fernández de Kirchner en 2016, cuando dejó la Presidencia y comenzaron a profundizarse sus complicaciones judiciales.
Aunque Florencia Kirchner no presenta declaraciones juradas ante la Oficina Anticorrupción por no ejercer cargos públicos, la declaración jurada de Máximo Kirchner permite identificar los bienes que compartían en partes iguales, ya que ambos figuran como herederos del patrimonio familiar. Por ese motivo, todo lo que aparece consignado como herencia en un 50% corresponde también a Florencia y fue alcanzado por el decomiso judicial en el marco de la causa Vialidad por la que está presa la ex presidenta.
El origen de los bienes
Según consta en la declaración jurada de Máximo Kirchner, su patrimonio incluye una extensa cantidad de inmuebles, participaciones societarias y tenencias de dinero, muchos de ellos heredados tras la muerte de Néstor Kirchner en 2010 y otros transferidos por Cristina Kirchner en 2016, cuando cedió bienes a sus hijos tras abandonar el poder.
Esos movimientos patrimoniales fueron considerados por la Justicia como parte del entramado investigado en la causa Vialidad, motivo por el cual los bienes quedaron alcanzados por las medidas de decomiso.
Los bienes compartidos por Máximo y Florencia Kirchner
Entre los activos que Máximo Kirchner declaró como propios y que pertenecían en un 50% a Florencia Kirchner, se encuentran:
· Diez unidades inmobiliarias en la calle Mitre al 500, en Río Gallegos, adquiridas en 2007 y heredadas tras la muerte de Néstor Kirchner.
· Un inmueble ubicado en la calle 25 de Mayo al 200, en Río Gallegos, incorporado al patrimonio familiar en 2010.
· Una propiedad situada sobre la avenida Presidente Néstor Kirchner al 400, en Río Gallegos, adquirida en 2006.
· Un inmueble en la avenida 17 de Octubre al 800, en El Calafate, con una superficie de 6.001,64 metros cuadrados, comprado en 2007.
· Terrenos y lotes de gran extensión en el departamento Lago Argentino, vinculados al complejo hotelero Los Sauces, adquiridos entre 2002, 2007 y 2008.
· Parcelas de gran superficie en El Calafate, registradas con dimensiones de 44.106 y 87.046 metros cuadrados, incorporadas en 2007.
Todos estos bienes formaban parte del patrimonio declarado por Máximo Kirchner y, por lo tanto, Florencia Kirchner era titular del 50% de cada uno, condición que permitió a la Justicia avanzar sobre su parte al momento de dictar el decomiso.
El alcance del decomiso judicial
En el marco de la causa por corrupción vinculadas a la obra pública, la Justicia fijó un monto multimillonario de decomiso, que incluye bienes pertenecientes a Cristina Kirchner y a sus hijos. Dentro de ese universo se encuentran las propiedades y activos compartidos por Máximo y Florencia Kirchner, que fueron considerados producto de los delitos investigados.
El decomiso fue dispuesto como parte de la reparación económica al Estado y alcanzó tanto a los bienes heredados de Néstor Kirchner como a aquellos transferidos por Cristina Kirchner en 2016, cuando ya se encontraba fuera del Gobierno.
La situación de Florencia Kirchner
Aunque Florencia Kirchner no figura como imputada activa en las causas ni presenta declaraciones juradas públicas, su condición de heredera y beneficiaria directa del patrimonio familiar la dejó alcanzada por las medidas judiciales. La Justicia consideró que su participación del 50% en los bienes declarados por Máximo debía ser incluida en el decomiso dispuesto en el expediente. El valor de esos bienes, según se desprende de la declaración jurada de Máximo, supera los 40 mil millones de pesos por hijo.















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