Mientras Alberto Fernández recorría el país, en su primer viaje de larga distancia de la cuarentena, Fabiola Yáñez se sentó en la sala de videoconferencias que utiliza el Presidente en Olivos para encabezar su propia cumbre de primeras damas.
A la mesa se sentaron integrantes de su equipo y representantes de la Cancillería argentina. ¿El motivo? Organizar el encuentro virtual que mantendrán con el Papa Francisco el próximo 5 de junio.
Del otro lado de las pantallas estuvieron las primeras damas de Colombia, María Juliana Ruiz; de Paraguay, Silvana López Moreira; de Panamá, Yazmín Colón de Cortizo; de Honduras, Ana García de Hernández; y de Belice, Kim Simplis Barrow.
Todas forman parte de la Asociación de Las Primeras Damas de América Latina (ALMA), un espacio creado a mediados de 2019 por iniciativa de la esposa del presidente paraguayo, Mario Abdo Benítez. En ese país y en las redes sociales, el grupo lleva el nombre de Alianza de Cónyuges de Jefes de Estado, aunque utiliza la misma sigla.
El vínculo entre ellas creció a partir del 13 de diciembre pasado, cuando visitaron al Papa en el Vaticano. Desde entonces, se propusieron mantenerse unidas y conversan seguido por teléfono para coordinar acciones. Todo, con la bendición oficial.
De la cita también participó el director mundial de Schollas Ocurrentes, José María del Corral. Es que el objetivo fue ultimar detalles para el acto que encabezará Francisco el 5 de junio, en el que se espera que lance un Pacto Global Educativo, para "reavivar el compromiso por y con los jóvenes, promover el diálogo constructivo y la comprensión mutua", según adelantaron desde el equipo de la primera dama.
El encuentro de las parejas presenciales con el Papa se iba a realizar en la Triple Frontera, del lado argentino. Y Yáñez, que vivió en Misiones y mantiene un vínculo de pertenencia con la provincia, iba a ser la gran anfitriona. Pero el coronavirus alteró los planes y dejó a la primera dama sin su papel protagónico.
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