El presidente Javier Milei, arribó este martes a Oslo, capital de Noruega, para participar de la ceremonia de entrega del Premio Nobel de la Paz 2025, otorgado a la dirigente opositora venezolana María Corina Machado. Un aspecto que llamó la atención es el atuendo que eligió el mandatario argentino llegar a la ciudad escandinava, el Jefe de Estado utilizó un mameluco de YPF, un atuendo que había usado en otras ocasiones - mucho más acorde a a la elección de ese outfit - ,con la clara intención de asistir al acto protocolar programado para este miércoles. Incluso, en redes sociales, detallaron que el uniforme le quedaba muy holgado al libertario en la zona de las piernas.
La presencia de Milei en Oslo responde a una invitación formal cursada por Machado, como gesto de apoyo a su lucha por la democracia en Venezuela. El gobierno argentino señaló que asistiría “para acompañar a la premiada” y subrayó que la Argentina se alinea “del lado correcto de la historia”, en defensa de la paz y la libertad. Además, la ceremonia contará con la participación de otros líderes latinoamericanos, como el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, consolidando lo que se presenta como un respaldo regional al significado simbólico del galardón.
Sin embargo, la expectativa de que María Corina Machado recogiera personalmente el premio se desvaneció en las últimas horas. El Norwegian Nobel Institute informó que, pese a que la dirigente “ha hecho todo lo posible” para asistir, no podrá llegar a tiempo a la ceremonia en el Ayuntamiento de Oslo. Su estado de “ocultamiento forzado”, las amenazas del régimen venezolano de Nicolás Maduro y la imposibilidad práctica de viajar con seguridad impidieron su presencia. Por ese motivo, en su lugar, será su hija, Ana Corina Sosa, quien reciba el galardón y pronuncie el discurso correspondiente.
Machado, de 58 años, vive desde agosto de 2024 en la clandestinidad. La persecución y las acusaciones del gobierno venezolano —quien la señala por supuestos cargos de conspiración y terrorismo— la obligaron a abandonar toda presencia pública. En ese marco, el Comité Nobel reconoció su trabajo “en favor de los derechos democráticos del pueblo venezolano y por su lucha por una transición pacífica de la dictadura a la democracia”.

La ceremonia del premio, prevista para esta mañana, contemplaba una rueda de prensa de Machado que finalmente fue cancelada ante la incertidumbre sobre su paradero. Incluso su familia, ya en Noruega, enfrentó una espera angustiante ante la posibilidad de un final feliz en el escenario. Pero el anuncio de su ausencia confirmó los temores: nadie sabe con exactitud dónde se encuentra, y los riesgos que correría su seguridad hicieron inviable su presencia en el acto.
En este contexto, la presencia de Javier Milei en Oslo adquiere un doble significado. Para los opositores al régimen chavista no solo simboliza el respaldo oficial argentino a una figura perseguida, sino que además convierte la ceremonia en un acto de solidaridad internacional, una señal diplomática en favor de los principios democráticos que el premio busca resaltar.














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