Wednesday 11 de December, 2024

POLíTICA | 03-01-2024 12:41

Entre el favor de Milei y los enemigos

Federico Sturzenegger, ministro en las sombras, es el arquitecto detrás del DNU del presidente y la ley ómnibus. La comparación con Vélez Sarfield, autor del Código Civil.

Sturzenegger es el nuevo Vélez Sarsfield”, lanzó Miguel Ángel Pichetto el pasado lunes 25 en la pantalla de La Nación +. La ironía fue porque Federico Sturzenegger fue el autor del súper DNU que firmó el presidente Javier Milei, y que pretende ser un nuevo y amplio contrato social, sin pasar por el Congreso. Uno de los puntos más polémicos es que el escrito de Sturzenegger cambia leyes de fondo como el Código Civil y Comercial, que había sido reformado en el 2015 y que tuvo a destacados jueces trabajando en él como la ex ministra de la Corte de Mendoza, Aída Kemelmajer, además del entonces presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, quien encabezó la comisión dedicada a ese tema. Este punto es relevante porque, una vez que entre en vigencia el DNU, las primeras repercusiones surjirán de la Justicia, en especial de los diferentes juzgados federales en lo Contencioso Administrativo que podrían frenar la aplicación del decreto de manera parcial o total. De haber sentencias contrapuestas entre diferentes jueces, el camino natural será la Corte Suprema. ¿Qué pensará Lorenzetti sobre este intento de modificar vía DNU el Código Civil en el que trabajó durante más de tres años?

El ministro de la Corte no es el único detractor que se ganó Sturzenegger en los últimos años. El ex presidente del Banco Central tiene fama de tener pocos amigos y muchos odios, empezando por Mauricio Macri, que lo echó de su Gobierno por no haber podido contener la escalada del dólar. Otro que no lo quiere es Santiago Caputo, el asesor principal del presidente Milei, que lo considera flojo en materia legislativa. De hecho, una de las críticas más extendidas que enfrenta el súper DNU es que posee errores de técnica legislativa, por ejemplo, haberse olvidado de escribir que el decreto entraba en vigencia a partir de su publicación. Por esa omisión tuvieron que esperar ocho días hábiles a partir de su publicación para que empezara a considerarse válido.

Figuración

Sturzenegger estuvo trabajando en este decreto durante todo el 2023 a pedido de Patricia Bullrich. En los días previos al anuncio del Presidente se viralizó un video en el que el economista le manda a Bullrich dos pilones de hojas A4 contándole que constan de 300 leyes que se derogan y otras tantas que se modifican. El origen de la filtración del video se desconoce, pero se le atribuyen a dos personas: a Bullrich, para quedarse con el crédito de que el proyecto original de reforma del Estado era parte de su programa de gobierno; y también al propio Sturzenegger, para quedar como el padre de la reforma. De todos modos, al día siguiente del anuncio hizo una gira mediática para explicar en profundidad las dudas sobre el decreto.

El DNU de Sturzenegger no registra antecedente -en democracia- de una reforma tan profunda vía decreto. Además del Código Civil, también se reforma el Código de Minería, se modifican las leyes de energía, trabajo, Justicia y salud, se reforma la política aerocomercial y se derogan normativas como las leyes de sociedades, de abastecimiento o de alquileres.

Hay contradicciones como cuando Sturzenegger dice, en los considerandos, que “el comercio exterior de nuestro país requiere de una fuerte reforma para su fortalecimiento y fomento”, y acto seguido deroga la Ley de Promoción Comercial. A los libertarios no les gusta que les digan cómo promocionar. Otra crítica a Sturzenegger es que en su DNU no está fundamentada la urgencia para cada una de las reformas que propone. ¿Cuál es la urgencia para permitir las sociedades anónimas deportivas, o para derogar la ley de tierras?

Riesgos

Este cambio de paradigma en el contrato social vía DNU sienta un peligroso precedente porque, si cada presidente que asume decide cambiar la Constitución por decreto, ya no haría falta el Congreso. Acá hay otra contradicción en el DNU de Sturzenegger, porque la constitución de 1853, que busca emular Milei, prevé que quien legisla es el Congreso y quien ejecuta y administra es el Presidente. El argumento para no pasar por el Congreso es que no tienen la cantidad de legisladores suficientes para llevar adelante semejante reforma, pero en este caso la discusión pasa a ser otra, porque ganar una elección no significa que se pueda gobernar por decreto.

En paralelo al DNI, en la última semana del año Milei envió al Congreso el proyecto de ley de reforma del Estado del que también participó Sturzenegger. Lo llamó “Ley de bases y puntos de partida para la libertad de los argentinos”, en referencia al texto del padre del liberalismo local, Juan Bautista Alberdi, “Bases y puntos de partida para la organización política de la República Argentina”. Si la creatividad para lograr los consensos parlamentarios es la misma que para titular las leyes, van directo a perder la batalla legislativa en la primera reunión de comisión.

Galería de imágenes

En esta Nota

Rodis Recalt

Rodis Recalt

Periodista de política y columnista de Radio Perfil.

Comentarios