La diputada de Unión por la Patria, Cecilia Moreau, protagonizó un fuerte cruce con su par de La Libertad Avanza, Lilia Lemoine, durante una reunión de la Comisión Bicameral de la Defensoría del Pueblo. El intercambio subió de tono cuando la libertaria la acusó de avalar un “proceso turbio” en Formosa, tema que no tenía relación con el motivo formal de la sesión. El episodio ocurrió en el Salón Azul del Congreso de la Nación, durante una extensa jornada de debate que llevaba horas de exposiciones y cruces tensos.
La discusión comenzó cuando Lemoine, en medio de la agenda de la comisión, interpeló a Moreau sobre la situación institucional y electoral en Formosa. La pregunta sorprendió porque no estaba vinculada al asunto que se estaba tratando, lo que generó malestar en el oficialismo. “¿Vos considerás que en Formosa se respetan los derechos humanos y que la elección que se ha efectuado en Formosa no ha tenido fraudes?”, lanzó la libertaria, esgrimiendo uno de los cuestionamientos recurrentes de La Libertad Avanza hacia gobiernos provinciales peronistas.
Moreau respondió apelando a la gravedad del tema: “Cuando vos hablás de la supresión de derechos humanos estamos hablando de temas muy sensibles, porque la supresión de derechos humanos en la Argentina fue la diferencia entre la vida y la muerte, entre dictadura y democracia”. Acto seguido, intentó ordenar la discusión, señalando que la pregunta no era pertinente para la comisión.
Pero Lemoine redobló la apuesta: “Bueno, es mi pregunta. Levantemos la sesión y listo. El cronograma está siendo poco serio y estamos faltándonos el respeto entre todos así. Listo, no pregunto más, pero sabés: dejás en claro que este proceso es turbio”. Esa frase fue el detonante. Visiblemente molesta, Moreau contestó con dureza: “Estamos desde la mañana trabajando y preguntando. Turbia serás vos, nena”.
El cruce expone nuevamente la creciente tensión parlamentaria que atraviesa al Congreso desde la irrupción de La Libertad Avanza. Con sesiones extensas, pedidos de orden reiterados y un clima político cada vez más crispado, el episodio ilustra el deterioro en la calidad del debate público. Las acusaciones cruzadas y las descalificaciones personales se multiplican en un contexto de alta polarización, donde cualquier discusión puede escalar rápidamente. En un Parlamento fragmentado y en plena reconfiguración del mapa político nacional, estos enfrentamientos anticipan un escenario legislativo marcado por la confrontación y la dificultad para alcanzar consensos.














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