Para esta altura del año, Mauricio Macri ya tendría que haber recorrido varias de las diez ciudades que se proponía visitar en el marco de la presentación de su libro, “Primer Tiempo”. Pero la segunda ola de Covid alteró sus planes. Por ahora solo fue a Córdoba y su equipo tiene más dudas que certezas: hay fechas y lugares en la cabeza de los organizadores, pero todo está supeditado al avance de la pandemia. Y hay muchos llamados de dirigentes PRO del interior apurados, que presionan por tener una foto con el ex presidente de cara a las elecciones legislativas. De la idea original, poco queda. Ahora es una gira que encastra piezas como se pueda: un rompecabezas.
“Vamos a priorizar las provincias donde se elijan senadores”, se propusieron en la mesa chica de Macri, dejando en claro que esta es una recorrida electoral y no una presentación editorial. La experiencia de Córdoba los alentó: no hubo público presente en las actividades que realizaron, pero de acuerdo a las estadísticas de las redes sociales, la mayor cantidad de interacciones obtenidas fueron desde esa provincia. Lograron focalizar la atención en el territorio y hacer mucho ruido. El objetivo estuvo cumplido.
Escenarios. En el plan original, Macri iba a visitar, además de Córdoba, Mendoza, Santa Fe, Rosario, Paraná, dos ciudades de la provincia de Buenos Aires, Tucumán, Neuquén y Chubut. Pero el primer viaje, al filo de las restricciones anunciadas por Alberto Fernández, les demostró que no tendrían mucho margen de maniobra.
Por la cuarentena impuesta por el Presidente, debieron postergar la segunda parada del tour, que estaba prevista en Mendoza. Y la organización del evento ya se enfoca en Santa Fe y Paraná, aunque de reojo miran el avance de la situación epidemiológica. “No solo hay que organizar las cuestiones normales de un evento de estas características, sino que también vamos estudiando las decisiones políticas que se toman a nivel provincial y analizando la proyección”, le comenta a NOTICIAS Hernán Lombardi, el director de esta orquesta, quien se ganó el lugar tras ser uno de los realizadores de la gira del “Sí se puede”, entre las PASO y las generales del 2019, lo que le permitió a Macri recuperar bastante del terreno político perdido.
En la mesa chica de la organización se manejan tres escenarios posibles para cada parada del tour. El primero es el ideal: ir a una provincia y presentar su libro con público, teniendo en cuenta el aforo autorizado por las autoridades del lugar. El segundo, un intermedio: Macri presente en la ciudad, pero sin concurrencia de gente, como se hizo en Córdoba. El tercero, el digital: convocar a periodistas y público de una ciudad determinada y que el ex presidente dé la charla desde su casa. Por ahora prefieren pensar que no tendrán que ejecutar el Plan C.
“Organizar todos los detalles nos lleva al menos dos semanas”, confiesa Lombardi. Y en 14 días cambian tantas cosas que se hace difícil tener un panorama claro.
Debut. El 19 de mayo, Macri llegó a Córdoba para iniciar la gira por el interior. Le había prometido a los dirigentes de esa provincia que iba a ir “sí o sí” para lanzar a Gustavo Santos, su ex secretario de Turismo, como candidato en las legislativas. “Y prometió que si tiene que venir más de una vez, lo va a hacer”, se envalentonó un militante PRO. En medio del panorama actual, sería un ofrecimiento difícil de cumplir.
Santos fue quien lo entrevistó en una sede de la Universidad Siglo XXI, con las sierras de fondo. Luego hubo un timbreo, una entrevista en radio LV3 y reuniones políticas. Algunas actividades quedaron fuera de agenda, como el encuentro que planeaban con empresarios y emprendedores locales: los 2400 casos positivos que promediaba Córdoba en ese momento redujeron las posibilidades.
Pero el tour también dejó heridos. Porque en la reunión política que buscaba demostrar unidad, faltaron dos dirigentes de peso: Mario Negri y Ramón Mestre. Al ser ungido Santos como candidato, el radicalismo local llamó la atención de sus socios de Juntos por el Cambio. Ahora la unidad pende de un hilo.
Es que vencen los mandatos como senadores de Laura Rodríguez Machado y Ernesto Martínez. Y hay demasiados dirigentes con las mismas intenciones. La última vez, no pudieron zanjar las diferencias y el ex presidente se los hizo notar: "En 2019 no fue buena la elección de los candidatos para intentar ganar la provincia”, los reprendió. Eso provocó la reacción de Elisa Carrió, quien defendió a su amigo Negri desde Exaltación de la Cruz, a 630 kilómetros del bombardeo: “Mario ha sido un puntal en el Congreso y fue vicegobernador de Córdoba mucho antes que Macri fuera presidente”.
Al concentrarse en provincias que elijan senadores, los organizadores son conscientes de que habrá varias de esas discusiones políticas. Por ahora, no se sabe cuándo ni cómo encajará la próxima pieza del tour. Es un rompecabezas complicado de armar.
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