Gustavo Valdés, el gobernador de la provincia de Corrientes llegó al búnker de Juntos Por el Cambio en Parque Norte acompañado por sus colaboradores, pero un malentendido lo dejó fuera del centro de campaña donde se reunieron el larretismo y el bullrichismo.
Corrientes fue una de las dos provincias donde ganó JxC y esta mañana había dicho que luego de votar viajaría a Buenos Aires para estar presente en el búnker junto a los candidatos presidenciales. Su trabajo en la provincia del nordeste argentino fue clave para lograr una buena elección para la oposición y que no quede en manos de La Libertad Avanza, de Javier Milei.
Valdés pasó los primeros anillos de seguridad a pesar de la resistencia de los trabajadores de seguridad que custodiaban los ingresos. Sucedió que el dispositivo de seguridad se organizó en base a sellos de colores en las manos de las personas y cada color habilitaba diferentes accesos. por ejemplo: el verde era para prensa, el rojo para los equipos de trabajo de la campaña y el azul para los invitados VIP.
Valdés no soportó semejante destrato y se fue repartiendo insultos para todo el mundo, incluso para los candidatos presidenciales de su espacio. Desde la organización le pidieron disculpas y le dijeron que "el operativo estaba a cargo de la gente de Larreta". Valdés, envuelto en bronca, fustigó contra los interlocutores y hasta reflexionó en duros términos contra "los porteños".
Luego de que se le pasó la bronca llamó a sus colaboradores para hacer catarsis y planificar el viaje para mañana lunes, temprano, a Asunción para asistir a la asunción (valga la redundancia) del presidente electo de Paraguay, Santiago Peña.
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