Guillermo Seita es el nombre de un consultor que pocos conocen en persona pero del que casi todos hablan. Algunos lo tratan de “vende humo” y otros lo respetan como un profesional de la comunicación política, pero hay algo que es objetivo: cuando arranca una campaña electoral, él siempre está colaborando con más de un candidato.
En este turno electoral, una de sus empresas está colaborando con el candidato radical en la provincia de Buenos Aires, el neurocientífico Facundo Manes, y él, a título personal, está esperando el llamado de algún otro candidato.
Seita, a lo largo de los años, sumó una gran variedad de negocios ligados a la comunicación que le permitieron llegar a los despachos de los hombres y mujeres más determinantes de la vida política argentina. Por ejemplo: es dueño de la encuestadora Management & Fit; de una consultora llamada Off y On, que comparte con su esposa Ivonne Cikurel; de la empresa de auditoría de medios Ejes; sumó en los últimos años una compañía de big data y comunicación digital llamada Prosumia junto a un socio llamado Gastón Douek y además tiene negocios vinculados a medios como Espacio Clarín en Mar del Plata y la franquicia local de CNN Radio.
Todos estos emprendimientos le permitieron llegar a lugares a los que no muchos llegan. La auditora de medios Ejes es la más utilizada por su servicio de monitoreo de diarios, portales, radios y televisión para empresas e instituciones. La tiene contratada el Gobierno nacional, las provincias, las empresas más importantes del país y hasta embajadas extranjeras, lo que resulta en un gran producto “abre puertas”.
En materia de vínculos con la política, Seita se define como un hombre que responde preguntas. En 2017 le dijo a esta revista: “Yo no busco a nadie para decirle lo que pienso, se los digo si me buscan”.
En el haber de sus clientes tiene al jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta, al gobernador santafesino Omar Perotti, a su par cordobés Juan Schiaretti y al ministro de la Corte Suprema Ricardo Lorenzetti. Este último es un vínculo particular: si bien desde ambos lados niegan que haya una relación comercial, en el universo de los Tribunales todos aseguran que ese vínculo existe. Desde el entorno de Seita hablan de una “amistad” con Lorenzetti. El único vínculo comercial que se podría adjudicar es la contratación por parte de la Corte Suprema a la empresa Ejes por su servicio de monitoreo de medios. Pero en los pasillos judiciales llamó la atención en las últimas semanas una serie de mensajes de texto que llegaron a los teléfonos de los jueces desde el número 55511 con información sobre cuatro ministros de la corte: Carlos Rosenkrantz, Juan Carlos Maqueda, Horacio Rosatti y Elena Highton de Nolasco. Los mensajes contenían notas periodísticas con denuncias a cada uno de ellos. Que no haya habido un sms refiriéndose a Lorenzetti generó suspicacias, y le adjudicaron la operación de desprestigio a Gastón Douek, el más reciente socio de Seita, especialista en informática.
Contactos. Tal vez uno de los lazos políticos más fuertes de Seita sea con Juan “El Gringo” Schiaretti, a quien conoce desde principios de los ’90, cuando coincidieron en la Cancillería de la mano de Domingo Cavallo. Antes de llegar a ese lugar, Seita había sido asesor del sindicatos de pesqueros de Mar del Plata, en un conflicto gremial conoció a Cavallo y desde aquel entonces trabaron buena relación. Fue así como llegó a ser jefe de Gabinete en Cancillería primero y luego en el Ministerio de Economía. Para 1994 llegó al cargo de secretario de Medios y luego de la reelección de Carlos Menem como presidente se volcó al sector privado. Desde entonces no paró de crecer económicamente y crear empresas.
Hay muchos mitos alrededor de Seita. Uno de ellos es que puede incidir en las notas que escriben los periodistas del diario más influyente del país: Clarín. Si se lo preguntan, lo negaría, pero de inmediato agrega que tiene mucha relación con el Grupo a través de Espacio Clarín en Mar Del Plata. En el fondo, disfruta de ese rumor que le sube la cotización, pero sabe que tampoco puede hacerse cargo de algo semejante. Si dijera abiertamente una cosa así sobre Clarín, sería como jugar con los bigotes de un león. Seita entiende a la perfección esa zona gris entre el rumor y la realidad que a veces es terreno fértil para los negocios.
En la elección presidencial del 2015, Seita llegó a asesorar a los tres principales candidatos: Mauricio Macri, Daniel Scioli y Sergio Massa. Como antecedente, en 2011 asesoró a Rodríguez Larreta y a Martín Lousteau cuando compitieron por la jefatura de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. “Yo le digo a cada uno lo que pienso. Mientras las cosas sean claras, está todo bien”, decía en 2017 cuando hablaba con NOTICIAS. “Creo que no existe en el mundo alguien a quien lo contraten todos los candidatos en una elección. Macri me decía Ginobili: porque soy el único que tira triples”, se jactaba en ese entonces por atender a los tres. Con el tiempo Macri terminó enemistado con Seita. De aquellos candidatos, fueron al balotaje Macri y Scioli.
El vínculo con Massa nació a través del publicista Ramiro Agulla, con quien había trabajado en la campaña de 2009 de Francisco De Narváez, en la que le ganó a Néstor Kirchner. Agulla fue uno de los célebres invitados a su casamiento en el Tattersall de Palermo, donde también hubo directivos del diario Clarín y dirigentes políticos como el radical (y ahijado de Enrique “Coti” Nosiglia) Emiliano Yacobitti, y también personalidades como el ex Nº 2 de la SIDE Darío Richarte.
Seita no quería trabajar con Massa, pero finalmente accedió porque un directivo del Grupo Clarín se lo pidió.
Para el turno 2019, un cliente que sumó fue Omar Perotti, el gobernador de Santa Fe, a quien habría llegado, según fuentes del sector, a través de un viejo conocido de Córdoba: el empresario constructor Horacio “El Flaco” Miró. Con Miró comparten consorcio, porque ambos tienen oficinas en un edificio en la esquina de la avenida Del Libertador y la calle Cerrito, en Buenos Aires. Seita está en el piso 21 y Miró en el 12. En los últimos años Seita y Miró coincidieron con los clientes. Además de Perotti, también se suma Gustavo Melella de Tierra del Fuego.
Oposición. Hoy Seita es señalado como uno de los estrategas detrás de las opciones electorales contra el Gobierno. Cristina Kirchner nunca lo tuvo en cuenta. En 2019 fue uno de los facilitadores de comodidades para que el proyecto conocido como Alternativa Federal llegara a buen puerto. Prestó sus oficinas para la célebre foto entre Miguel Ángel Pichetto, Sergio Massa, Juan Schiaretti y Juan Manuel Urtubey. Aquel principio de acuerdo al tiempo voló por el aire. Ya con el diario del lunes, se podría analizar el caso como “la estrategia Seita”. En aquel entonces, se buscaba reforzar una alternativa frente a la polarización Macri-Cristina, pero faltaban señales fuertes para cobijar a los dirigentes indecisos, como Roberto Lavagna. La foto terminó siendo eso: una señal para aquellos que todavía no encontraban un lugar. Al final, el pragmatismo político de Massa y Pichetto los terminó llevando para el lado de Cristina y Mauricio Macri respectivamente. Una muestra de que a veces, en política, no alcanza con los rumores. Se necesitan resultados.
Tal vez aquel Seita de 2019 debió haber escuchado al Seita de 2015 que decía que en Argentina no había lugar para una tercera vía. Habrá que ver qué dice este año, en el que la oferta electoral sigue polarizada, pero se suman ofertas como los liberales o los peronistas de centro que absorben votos que podrían ir a uno u otro lado de la grieta.
Cualquiera sea el análisis que tenga, hay algo claro: lo van a llamar para preguntarle.
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