Tuesday 30 de April, 2024

POLíTICA | 11-04-2024 10:28

Interna peronista: todos contra Máximo

En el partido lo señalan por "la lapicera" y "el dedo" con que él y CFK decidían hasta ahora. Ella, tironeada entre su hijo y Kicillof.

El peronismo está herido. Desde la última derrota en el balotaje presidencial, en manos de Javier Milei, la discusión adentro del partido está empantanada. El único líder que asoma con chances de crecer, por el momento, es el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, pero tiene demasiados escollos por superar. Para colmo, algunos dirigentes se transformaron en jarrones chinos: nadie duda de su valor, pero no saben dónde ubicarlos.

Desde el último congreso del PJ, a finales de marzo, donde hubo más dedos acusadores que acuerdos, el clima está tenso. “La primera tarea que tenemos que hacer es unificar al peronismo. Organizarnos. En este espacio no sobramos ninguno”, dijo ese día Gildo Insfrán. En voz baja, muchos dirigentes admiten que eso no es verdad.

Disputa

Entre los peronistas abundan las críticas hacia La Cámpora y su líder, Máximo Kirchner, presidente del PJ bonaerense. Los acusan de usar la lapicera, más que el consenso, para controlar el partido y armar listas. 
“Esto es una democracia, no una monarquía. El que quiere un lugar, que se lo gane como me lo gané yo”, protestó Fernando Gray, intendente de Esteban Echeverría. “Acá no hay más lapicera. Porque, en esta elección que pasó, no perdió ni Perón ni Evita, perdió una cúpula de dirigentes cerrada y mezquina que con lapicera y dedo eligieron candidatos sin escuchar a nadie. Así nos va”, agregó. No fue necesario nombrar a Máximo.

La intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, fue la encargada de defender al camporista: “Hay quienes vienen a buscar el aplauso y no reflexionan ni hacen un aporte serio al colectivo. Tienen una mirada individual y egocéntrica”, le respondió a Gray. El hijo de Cristina Kirchner es un problema para el crecimiento de la figura de Kicillof dentro del espacio. El gobernador reconoce a la ex presidenta como su única jefa política, por lo tanto le sería impensado rebelarse ante ella.  Los encargados de empujarlo al lugar de liderazgo son los intendentes: “Axel es el futuro presidente de los argentinos, no hay otro candidato de nuestro espacio”, dijo el jefe municipal de Villa Gesell, Gustavo Barrera.

Todos los dirigentes saben que el plan de Kicillof avanzará en tanto Máximo Kirchner lo permita. Para colmo, el diputado bonaerense conserva su liderazgo silencioso: le alcanza con aparecer una vez cada tanto para reafirmar su poderío. “Algunos dirigentes confunden representación con rating”, dijo sobre la interna. Y agregó sobre el PJ: “Debemos construir una oferta de gobierno y gestión en lo económico, lo educativo, lo sanitario, lo laboral. Hay cuestiones que tenemos que empezar a abordar, más que ir a hacer videítos. Después van a ver cuántos likes tienen y piensan que eso los transforma en potables dirigentes”.

Máximo no pierde oportunidad para criticar a Alberto Fernández. A través de la misma entrevista radial, en AM 550, por ejemplo, le pidió que “se haga cargo de algo”. Es que, ante la ausencia de referentes, el ex presidente tomó la posta para atacar a Milei y compararlo con supuestos éxitos de su gestión (ver recuadro). Envalentonado, Alberto protestó por la relación del Presidente con mandatarios de la región con los que él se llevó bien, como Gustavo Petro de Colombia y el mexicano Andrés López Obrador.

Éramos pocos

Al que le costará regresar de la derrota en las últimas elecciones es a Sergio Massa. El tigrense reapareció, pero con una mirada más mesurada acerca de lo que pasó en la elección. “El error es pararnos con el dedo acusador y decirle a la gente que se equivocó”, dijo en el congreso del Frente Renovador. Las chances de que pueda volver a competir por la Presidencia parecen más que escasas.

La falta de figuras de peso que puedan reencauzar al alicaído justicialismo asusta. Tanta carencia de jóvenes revelaciones hay en el espacio, que un caudillo del PJ halagó a un gobernador de la oposición. Durante la batalla del gobierno de Milei contra Chubut, el dirigente lo llamó a Ignacio Torres y lo felicitó por la rebeldía. “Tenía que aparecer un pibe que venga a renovar”, le dijo. Pero se lamentó: “Lástima que no seas peronista”.

Todavía queda tiempo, pero, tras un congreso partidario donde hubo más acusaciones que ideas, el PJ debe curar las heridas y empezar a encontrar puntos en común entre sus dirigentes. Por ahora, es una tarea difícil

Galería de imágenes

En esta Nota

Carlos Claá

Carlos Claá

Periodista político

Comentarios