"Perfil ya quebró una vez y lo salvó un empresario, después lo salvaron los políticos y ahora como no tiene pauta va a la quiebra”, fue el ataque que el presidente Javier Milei realizó, en la entrevista vía streaming de Neura con Alejando Fantino, en contra de Editorial Perfil. En un reportaje de tres horas de duración, el mandatario, una vez más, apuntó contra el periodismo y la prensa.
La respuesta de Jorge Fontevecchia, cofundador de Perfil, se llevó a cabo en su programa. “Le vamos a decir al presidente: no pudo quebrarnos la dictadura militar, Menem en el momento de los 30 juicios, el asesinato de José Luis Cabezas, tampoco Néstor Kirchner poniendo cero de publicidad oficial, entonces tampoco va a poder quebrarnos usted”, aseguró el periodista y empresario de medios.
Las controversiales declaraciones del mandatario libertario despertaron distintas observaciones en periodistas y referentes del periodismo de todo el espectro. La Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA) señaló el “clima de hostilidad e intimidación de la labor periodística” y advirtió: “Esto puede provocar efectos nocivos como la autocensura y el acoso digital, que incluso podría traducirse en violencia de otro tipo”.
El Foro de Periodismo Argentino (FOPEA), por su parte, repudió las declaraciones realizadas por Javier Milei contra la labor periodística en las últimas horas. En un comunicado, la organización definió los comentarios de Milei como "un agravio gratuito e injustificado hacia una mayoría de periodistas que ejerce su trabajo con apego al rigor y la ética profesional".
En sus cuentas personales de Instagram, varios periodistas se refirieron a los dichos de Javier Milei. La periodista Nancy Pazos expresó: “Lo que hay que decir concretamente es que los periodistas argentinos desde que La Libertad Avanza gobiernan el país no somos libres, señor presidente. Porque tener libertad es poder hacerle preguntas, eso es mi libertad como periodista. Yo soy libre, señor presidente. Cuando usted, que es presidente, convoca una conferencia de prensa y nos deja preguntar a todos, eso es la libertad periodística. Usted no hace que este país sea mejor, en término de libertades, y, es así, porque usted elige con quien hablar”.
Romina Manguel fue una de las señaladas por el presidente en el reportaje de Fantino del lunes. "Es una frase absolutamente desafortunada. Pero, además, sacada de contexto por una periodista que juega en contra sistemáticamente, que vive hablando pestes", reprochó el jefe de Estado sobre Manguel y añadió: “A esa periodista no le tiene ni que pesar el estudio, porque lo que quiere es destruir este espacio”. En un reel de su cuenta personal de Instagram, la periodista subió una reciente grabación en el que contesta los dichos realizados por el titular del Poder Ejecutivo.
“No dormí y estuve muy angustiada”, afirmó la conductora de Radio con Vos, pero aclaró. “No por Milei, pero sí quedé preocupada en términos periodísticos por lo que significa que un presidente de la Nación tenga esta manera de identificar con nombre y apellido a periodistas”. Manguel insistió en que no es lo mismo que un periodista critique a un presidente, que un jefe de Estado destrate a un periodista y detalló: “Hay un nivel de asimetría. Está bien, uno eligió las cámaras y los micrófonos, pero… No sé si no van a mandar algo. Tiene el monopolio de las fuerzas. Hay mecanismos de la república que me tienen que ayudar para que el presidente no me ataque. Esto no se puede hacer”.
El miércoles por la tarde, Javier Milei, desde su cuenta de la red social X, volvió a cargar contra el periodismo. El dirigente, en un largo mensaje, escribió: "El periodismo se ha acostumbrado, a lo largo de las últimas décadas, a que deben ser tratados como profetas de la verdad única e incontrastable, a los que no se puede criticar, ni desmentir, ni corregir. Si alguien osa cometer esa imprudencia, es castigado al unísono por todos los miembros de la corporación y sus agrupaciones. Lo indignante de todo esto no es la pretendida superioridad de quienes ejercen un rol que, en esencia, es efectivamente noble. Sino que al igual que ha ocurrido con todo el resto de las cuestiones vinculadas a la política, el periodismo se ha corrompido, ensuciado y prostituido al calor de los sobres y la pauta oficial. La extorsión es moneda corriente. La mentira, la difamación, la calumnia son algo frecuente también. Primero te pegan, y después te pasan la factura. Cifras siderales. Pero como la mayoría de los políticos son los que pagan, quedan presos de su propia trampa, ya que nunca pueden contestar los ataques a riesgo de que expongan sus negocios".
Y por ultimo, el mandatario concluyó: "El problema de muchos periodistas con los que integramos La Libertad Avanza es que no le debemos nada a nadie. No tenemos negocios con nadie. Y no nos vamos a quedar callados frente a las operaciones, la mentira, la calumnia, la injuria o la difamación. Vamos a contestar. Vamos a decir nuestra verdad. Vamos a bajarlos de esa Torre de Marfil en la que creen que viven. Porque libertad de expresión significa que nadie puede evitar que hablemos. Ni siquiera los sagrados periodistas. VIVA LA LIBERTAD CARAJO...!!!".
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