Saturday 27 de April, 2024

POLíTICA | 23-08-2023 07:28

La gran revancha de Mauricio Macri

Ganador indirecto de las PASO: apoyó a Bullrich en la interna, hundió a su rival Larreta y sostuvo a su primo en Capital.

El video corrió con rapidez por los celulares de Mauricio Macri y su equipo, la noche del domingo 13. “La vio venir”, decían mientras miraban el recorte de una charla que dio en La Rural, en abril de este año, donde predecía el resultado que Javier Milei tendría en las PASO.
Pero la alegría del macrismo tenía que ver, en realidad, con otra cuestión. El ex mandatario, acusado en numerosas oportunidades de no leer con claridad la situación política del país, se había jugado hacia el lado correcto: los apoyos a Patricia Bullrich, a su primo Jorge y a muchos intendentes que lograron convertirse en candidatos lo posiciona nuevamente. Es un resurgimiento. “Si somos gobierno otra vez, él no quiere formar parte del Gabinete, pero en su rol de ex presidente va a colaborar en todo lo que haga falta”, dicen en la mesa chica. Mauricio está de nuevo en el ruedo.

Futurólogo.

Para la hora en que el ex presidente se hizo presente en el búnker de Juntos por el Cambio en Parque Norte, los telegramas de distintas escuelas del país y las mesas testigo ya evidenciaban una tendencia que sorprendía: Milei estaba arrasando.
Macri llegó pasadas las 21 acompañado de su hija Antonia y se metió en la oficina acondicionada para su primo Jorge, que ya tenía datos de que, a pesar del resultado ajustado, estaba arriba de Martín Lousteau. De allí, el ex presidente se movió hacia los camarines de Patricia Bullrich, que estaba exultante, y de Horacio Rodríguez Larreta, a quien le costaba digerir lo que sucedía.
“Les dije que había que tener cuidado”, repetía el ex presidente sobre el fenómeno Milei. Para esa altura, ya contaba con una prueba irrefutable de su advertencia: el minuto de video de ese almuerzo en el que se refería a las chances del candidato economista de La Libertad Avanza.
“Vamos a ir a una segunda vuelta con esta expresión más liberal y de más enojo”, predecía en abril en el almuerzo del Cicyp, un exclusivo grupo de empresarios del círculo rojo. “Es que Mauricio viene diciendo eso desde hace mucho tiempo. Hace más de un año que repite que Milei va a ser la expresión de la frustración y que el kirchnerismo iba a quedar tercero”, le dicen a NOTICIAS en su entorno, envalentonados por la situación.
El lunes, horas después de unas primarias que dejaron atónitos a consultores y asesores que no vieron venir el tsunami de votos del candidato liberal, Macri llamó a Milei. “Es el único que me felicitó”, confesaría en diversas entrevistas el titular de La Libertad Avanza. Es que el ex presidente habla muy seguido con el dirigente más votado del país. Con una particularidad: él lo trata de manera cercana, le dice Javier, pero el economista no lo tutea por respeto: “Ingeniero”, lo llama.
Es más, Milei, que se radicalizó contra Bullrich, a quien volvió a llamar “montonera”, y contra gran parte de Juntos por el Cambio, hizo una salvedad con el ex presidente: “Todavía tiene mucho para dar”, soltó en una entrevista en radio Continental. En muchas oportunidades, incluso antes de las PASO, el liberal había indicado que le gustaría que tuviese un rol en su gabinete, en el área de Cancillería. Macri le agradeció la propuesta, pero se niega a aceptarla.
Estrategia. “Vamos a ser gobierno en diciembre”, arengó Macri abajo del escenario de Parque Norte al equipo de Bullrich. Y agregó: “Es más, con el apoyo de Milei, vamos a tener la fuerza parlamentaria para hacer las reformas que necesitamos. El respaldo político que faltó en mi gestión”. La alegría lo desbordaba, a pesar de que Juntos había quedado en segunda posición.
Es que sintió que la política, muchas veces esquiva, le había dado la razón. La interna lo dejó bien parado: la elección de Bullrich por sobre Larreta, la del primo Jorge por sobre Lousteau y los resultados en Provincia de Néstor Grindetti y una gran cantidad de intendentes a los que había apoyado lo posicionan otra vez en el rol que quiere mantener: "Él busca ser un hombre de consulta. Respetado como líder del espacio”, dice una fuente del PRO. Lugar que no había encontrado con el actual jefe de Gobierno porteño.
Sin embargo, un diputado de buena relación con el ex presidente pone en duda que le vayan a respetar ese espacio al que aspira: “¿Alguien puede asegurarle que Patricia lo va a tener como asesor? Creo que ella está preparando su campaña independiente de todos. Ni Mauricio, ni Horacio. Nadie más que ella”, aventura.
En el entorno de Macri consideran que Bullrich los tendrá en cuenta. Pero dejan en claro que el ex presidente no busca un rol de influencia: “Ya nos salieron a atacar diciendo que quiere ser como Cristina con Alberto, son todas operaciones”, protestan.
Lo que tardará mucho tiempo en recomponerse es la relación con Larreta. Tampoco es que eso lo desvela. Fueron demasiados encontronazos en la campaña que los dejaron heridos. El primer reproche que Macri le hizo fue el enroque de María Eugenia Vidal, que pasó a la Ciudad, con Diego Santilli, que se fue a la Provincia. “No es saludable, ni para Juntos por el Cambio ni para ellos”, le advirtió al alcalde porteño.
“Fíjate cómo les fue”, dice ahora un miembro de la mesa chica macrista. Vidal no tuvo lugar como candidata y semanas antes de las PASO anunció su apoyo a Larreta. “Desdibujó su perfil”, la reprendió Mauricio. Santilli perdió una interna muy ajustada en manos del candidato de Bullrich, Néstor Grindetti.
En la interna de la Ciudad, su rol fue fundamental. Fue el artífice de la estrategia para que Roberto García Moritán declinara su candidatura y se sumara al armado de Jorge Macri. “Mauricio me llamó y me convenció”, confesó el referente de Republicanos Unidos. Esos puntos fueron fundamentales para celebrar una ajustada victoria contra Lousteau: 51,29% contra 48,71% del radical.
Pero no son los únicos triunfos que Macri celebra. En su equipo hacen un listado de los candidatos a intendente que él apoyó y metieron batacazos. El que más se repite es el de Ramón Lanús, el ex funcionario macrista que cortó con la hegemonía de la familia Posse en San Isidro. Pero hay más: “Gastón Di Castelnuovo en Ituzaingó”, refieren. Y completan: “Si no perdemos votos, lo desbancamos a Descalzo, que está ahí hace treinta años”.

Multifacético.

Luego de la adrenalina de las primarias, empieza a configurarse la campaña hacia las generales. “Todavía no tenemos demasiado, no lo empezamos a planear”, dicen en el entorno del ex presidente.
Lo que se sabe ya es que Macri continuará con sus actividades particulares, más allá de lo que suceda en Argentina. Horas después de las PASO, viajó a Paraguay para participar como invitado de la jura del nuevo mandatario, Santiago Peña. Coincidió allí con el presidente Alberto Fernández.
No es el único viaje en la agenda de esta semana. De hecho estuvo en el país apenas algunas horas, porque el 19 fue el inicio del mundial de Bridge en Marrakesh, Marruecos. Y él es parte de la delegación nacional otra vez, tal como publicó NOTICIAS. El objetivo: mejorar la posición 12 que el equipo consiguió en la categoría senior en la edición 2020.
Así como quiere transformarse en una pieza clave para que Juntos por el Cambio encuentre armonía y no se fuguen votos, cree que es momento de cruzar a aquellos que no paran de atacarlo. Por eso el domingo 13, cuando fue a votar, fustigó al asesor de Larreta y Lousteau, a quien lo consideró responsable de una operación contra el primo Jorge. “Guillermo Seita es una mugre”, dijo antes y después de haber pasado por el cuarto oscuro. “Lamentablemente a muchos les gusta usar a este operador que le hace mal a la política”, agregó. Lo que evitó decir es que él mismo había trabajado con el consultor, que tras la consulta de NOTICIAS le respondió: “Se olvida Mauricio que yo lo ayudé en el 2015”.
La experiencia del ex presidente tras las primarias del 2019 es estudiada por estas horas por el equipo de Bullrich. “Entre agosto y octubre, con las marchas del ‘Sí se puede’ se sumaron 3 millones de votos. Esa es la idea, otra vez”, plantean. Para eso, la candidata cuenta con un protagonista de aquella empresa: “Yo fui uno de los responsables de la remontada. Sumamos 11 puntos”, dice Hernán Lombardi. Y arenga: “Lo vamos a volver a hacer. Vamos a crecer, la gente va a aparecer”.
“Argentina entra en un cambio de era”, dijo Macri cerrando los discursos de la noche del domingo 13. Más allá de sus palabras, dos gestos fueron comentados por su equipo tras los festejos. El primero, que Bullrich se refirió a él como “el Presidente”. Eso reconfortó. El segundo, que cuando subió al escenario quedó parado delante de Larreta, tapándolo completamente. Argumentan que fue una casualidad, pero de todas maneras celebraron el mensaje.
Las PASO fueron una especie de reivindicación personal. Tanto que en el ala dura del PRO sobrevuela una teoría contrafáctica: ¿qué hubiese pasado si Mauricio era candidato? ¿No hubiese captado el voto radicalizado y frenado el crecimiento de Milei? Nunca se sabrá. Pero sí creen que eso puede agregarle valor: si Bullrich quiere morder votos de La Libertad Avanza de cara a las generales, lo va a necesitar.
Ante la euforia que hay alrededor de la redención de Macri, un dirigente radical le pone un freno: “Si tanto la vio, si sabía lo que iba a pasar con Milei, hubiese sido candidato él y era presidente”, protesta.
Más allá de eso, lo de Macri, a su modo, fue una victoria. No fue candidato. No estuvo en ninguna lista. Y, sin embargo, ganó.

 

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Carlos Claá

Carlos Claá

Periodista político

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