La consultora Poliarquía publicó un cuadro en su cuenta de Twitter en el que mostraba que, en las provincias donde también se elegía gobernador, Sergio Massa tuvo una performance parecida a Javier Milei: los dos tuvieron 23 por ciento. Son los promedios de Catamarca, Santa Cruz, Entre Ríos, la Ciudad de Buenos Aires y la Provincia. Esta lectura es la que más alertó al equipo de Massa, porque Milei tuvo triunfos en provincias donde gobierna el peronismo, pero la suerte del gobernador ya estaba resuelta, porque habían adelantado los comicios provinciales. Ese egoísmo político le jugó en contra al candidato presidencial de Unión Por la Patria. Los ejemplos más claros son Tucumán y La Rioja, donde Milei salió primero y Massa segundo.
Pero hay un factor más que tambiuén huele a conspiración: la elección de senadores. En San Juan, por ejemplo, Sergio Uñac salió primero, es decir que hoy estaría asegurando dos bancas para el Senado, pero en la categoría presidencial Unión Por la Patria salió segundo. ¿Hubo voto Milei-Uñac? El actual gobernador todavía está molesto porque el Gobierno no ayudó a contener a José Luis Gioja, que le presentó boleta en la provincia y le ganó la interna. Para peor, el oficialismo perdió la provincia en manos de Marcelo Orrego, de Juntos Por el Cambio.
Para no hablar de traición, en el oficialismo ensayan una explicación para el resultado en el interior: argumentanque los gobernadores tenían el mandato de cuidar la boleta de Milei para que le divida el voto a JxC, pero al parecer se les habría ido la mano, por lo que en la general deberían evitar esto. Si la performance de Milei cae en octubre, se podría comprobar esta tesis.
Pases de factura. Si se hace zoom sobre la provincia de Buenos Aires también hay casos para mirar. En Mercedes, territorio de Eduardo “Wado” De Pedro, el jefe de campaña de Massa, hubo resultados disímiles. Juan Ustarroz, primo de “Wado” y candidato a intendente, sacó 48%; Axel Kicillof se tuvo que conformar con 33 puntos; “Wado” sumó 30 puntos, Máximo Kirchner 28 y Massa 17. Un claro ejemplo de cómo cuidan su boleta los intendentes y después ven cómo ayudan al resto. Acá no parece haber habido mucha ayuda. En el búnker massista de la calle Mitre señalan a sus compañeros tan poco solidarios y esperan revertir esta situación el 27 de octubre.
En Hurlingham pasó algo peor en mataria de internas, el intendente “Juanchi” Zabaleta fue por su reelección y La Cámpora le puso una boleta en las PASO liderada por Damián Selci, el mismo que lo reemplazó cuando fue convocado por Alberto Fernández para el Ministerio de Desarrollo. Zabaleta perdió y quedó fuera de competencia. El lunes siguiente le preguntaron si iba a ayudar en la general y respondió irónico: “Sí, como me ayudaron a mi”.
También hubo errores propios. En Tigre, su pago chico, Massa combatió la candidatura de Julio Zamora en favor de su esposa Malena Galmarini y terminó perdiendo. Hasta Juan Grabois se benefició de esta interna y en ese municipio sacó más de 10%, cuando a nivel nacional obtuvo 5%. Ni en Quilmes, donde gobierna La Cámpora, le fue tan bien.
Lo que viene. El pensamiento con mayor consenso en Unión Por la Patria es que hay que “aguantar” las próximas semanas. La performance del ministro de Economía en las elecciones primarias y el impactante triunfo de Milei obligan por estas horas a preparar un plan de contingencia que deberá sostener tras la devaluación brusca del dólar oficial y de la disparada del paralelo, que cotizaba en la city porteña por encima de los $780 al cierre de esta edición. Massa debe sortear la tensión cambiaria de las próximas semanas para recién empezar a pensar en la mejor estrategia para tratar de llegar a un balotaje.
Comentarios