Saturday 27 de April, 2024

POLíTICA | 18-12-2023 15:33

Patricia Bullrich: la ministra antipiquetes

Sus planes para cuidarle la calle a Milei durante el ajuste. El eje del narcotráfico. La pelea con Macri.

Soñó con ocupar el Sillón de Rivadavia, pero su deseo quedó trunco en primera vuelta. Patricia Bullrich termina este 2023 con un premio consuelo: podrá aplicar el plan que tenía en mente sólo en Seguridad, su especialidad. Convenció a Javier Milei de que era la mejor opción, aun cuando eso le generó un problema interno al Presidente con su compañera de fórmula, Victoria Villarruel, quien esperaba tener injerencia en la materia. 

El programa de gobierno que Bullrich le presentó tiene todo lo que el primer mandatario buscaba: orden hacia afuera, en la calle; y orden hacia adentro, en el ministerio. “Es que acá era todo un viva la pepa”, le dijo. Y en la primera semana en su nuevo viejo cargo ya mostró su impronta: “Hay que restablecer el orden en el país. Hay zonas enteras donde no se cumple la ley, principalmente en Rosario”, le ordenó a sus colaboradores. También empezó a exigir una serie de cambios a sus empleados: el primero, la presencialidad plena. La ministra de Seguridad no quiere pasar desapercibida, aún en un gabinete ajeno.

El plan. Lo primero que Bullrich notó, apenas regresó al ministerio, es que necesitaba restituir algunas cuestiones del personal. La primera: encontró a un numeroso grupo de empleados que, desde la pandemia, hacían home office al menos un par de días por semana. Firmó una resolución para exigir el retorno.

La segunda cuestión que exigió fue que se comenzara a utilizar nuevamente el control de acceso biométrico del edificio del ministerio que ella había colocado en su gestión anterior y que, según dicen en su entorno, durante la incursión de Aníbal Fernández dejó de usarse. “Quedaron las máquinas puestas, pero le pasaban por el costado”, protestan en su equipo. De esa manera, no había registros acerca de quién iba o no a trabajar.

La ministra también quiere hacer cambios en la formación policial. Todavía no tiene listo el proyecto, pero, según pudo saber NOTICIAS, buscará reformar el ingreso a las fuerzas. “Estaban nivelando para abajo”, protestó cuando se enteró que habían sacado un mecanismo que filtraba el ingreso a las escuelas: el informe socio-ambiental. Pidió volver al sistema anterior, que se usaba durante el macrismo.

Pero lo más destacado del inicio de la gestión Bullrich fue hacia afuera. Los dos ejes serán mostrarse firmes ante los piquetes, que creen wue pueden ser muy numerosos por las medidas de ajuste que va a tomar Milei y el ministro de Economía, Luis Caputo; y pacificar Rosario, la ciudad santafesina asediada por el narcotráfico. En su primera semana de regreso al poder, ya se mostró preocupada por ambos.

Con Maximiliano Pullaro, el flamante gobernador de Santa Fe, está constantemente al teléfono. Luego de que el mandatario provincial ordenara cambios en las cárceles, para evitar que los capos narcos sigan operando sus bandas desde las celdas, recibió una amenaza de muerte: balearon un hospital y dejaron una nota diciendo que lo matarían a él y a su familia. “No freno nada. Voy a aumentar la presión”, le dijo a NOTICIAS el gobernador.

Desde la amenaza, Bullrich lo llama al menos una vez por día. Y al cierre de esta edición, recibía a Pullaro y al intendente de Rosario, Pablo Javkin, en su despacho. Buscaba una foto en la que sea evidente su respaldo, además de planificar los mapas de intervención del delito en esa ciudad.

La segunda imagen de su primera semana al frente del Gabinete fue la marcha de la organización de Raúl Castells: el Movimiento de Jubilados y Desocupados se manifestó frente al ministerio de Trabajo para reclamar alimentos para sus merenderos y una actualización de salarios y planes sociales. Pero lo anecdótico es que lo hizo en la vereda, sin cortar el tránsito vehicular.

La foto de la Policía de la Ciudad haciendo un vallado humano en el cordón es lo que la ministra había imaginado. Por eso felicitó a su par del Gobierno porteño, Waldo Wolff, con quien había definido la estrategia. Envalentonado, el funcionario fue un paso más allá: le propuso una ley antipiquetes, “que castigue la reiteración”, le explicó. Y completó: “Cada vez que una persona corta una calle se le labra un acta de flagrancia. A las tres veces, prisión preventiva”. Lo están analizando.

En una semana cruzada por los anuncios económicos, Bullrich ya consiguió cierto protagonismo en el gabinete de Milei. El problema para la funcionaria es que, mientras se consolida en el nuevo gobierno, se aleja de su último espacio. El PRO redefine sus liderazgos, Mauricio Macri quiere retomar el poder y la ministra de Seguridad está en jaque.

Internas. El miércoles 13, el ex presidente citó a referentes del PRO a su oficina de Vicente López. El objetivo de la reunión, decía la invitación, era hacer “catarsis partidaria”. No estuvieron presentes ni Bullrich ni el ex jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta. La tensión no baja.

La relación entre la ministra y el ex presidente terminó de romperse con la decisión de Bullrich de ser parte del gabinete libertario. Macri dejó trascender que ella “se cortó sola”. La funcionaria le dejó un mensaje de texto que la periodista Viviana Canosa leyó al aire en su programa de televisión: “Yo no me someto a Mauricio”, lo cruzó. En sus entornos intentan maquillar la situación: aseguran que hablan por teléfono y que el diálogo no se cortó nunca, pero no pueden ocultar las rispideces entre quienes, hasta las elecciones generales, eran aliados.

La posición de Macri con respecto al gobierno de Milei es el “acompañamiento responsable”. Le pidió a los suyos darle apoyo parlamentario, pero analizando cada ley. Marcando límites.

Mientras tanto, el PRO irá a elecciones para reemplazar a Bullrich, quien anunció que deja la presidencia. Se configurará un nuevo mapa de poder en el partido: Macri podría volver a liderar el espacio que fundó. La ministra había pedido hacerlo en el primer trimestre del 2024, pero los referentes creen que, debido a la situación que atravesará el país, no sería momento de debatir su interna. Deberán posponerlo para más adelante, aunque todavía no está resuelto.

A quien asistió la ministra fue a su par de Defensa y ex compañero de fórmula, Luis Petri. Al radical le faltaban nombres para completar el organigrama de su cartera, pero Bullrich le acercó a ex funcionarios suyos que fueron bien recibidos. Su influencia se extiende en el gabinete.

Mientras se reacomoda en su viejo despacho, Bullrich evalúa los próximos desafíos: los internos de su ministerio, los de poder en el PRO y los de su gestión en Seguridad. Sabe que, con el shock que produjeron las medidas económicas, se vienen tiempos de alta conflictividad en la calle. Se preparan para que afloren los piquetes. “Tienen derecho a protestar, pero tranquilo que no los vamos a dejar hacer cualquier cosa”, le dijo al Presidente. No es la forma en la que esperaba terminar este 2023, pero al menos, para sus intereses políticos, no está en el llano.

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Carlos Claá

Carlos Claá

Periodista político

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