La batalla contra el narcotráfico y el juego ilegal sigue siendo una de las principales preocupaciones en Rosario. Por eso generó tanto impacto la denuncia que hicieron los fiscales Pablo Socca y Miguel Moreno contra su colega Matías Edery, quien tenía un trato especial con algunas mujeres que debía investigar. Un giro en la trama que nadie vio venir.
En el celular de las presuntas delincuentes, que Socca y Moreno investigaban, aparecieron chats con Edery donde las mujeres le habrían facilitado información a cambio de supuesta impunidad y, además, parecían mantener una relación personal. Ahora será la Legislatura provincial la encargada de determinar responsabilidades y sanciones para el funcionario.
Cruces.
La denuncia de Socca y Moreno fue un terremoto para la Justicia santafesina. Edery tenía de informantes a una presunta testaferro de Los Monos, Mariana Ortigala, y a Lorena Córdoba, viuda de David Perona, conocido como “el rey del juego”. Y las evidencias que se recolectaron muestran, además, un trato personal y de coqueteo con las sospechosas.
En su descargo, Edery se excusó diciendo que se hicieron públicas “cuestiones de mi vida privada, del ámbito de la intimidad”. Es que en los chats se pueden ver el coqueteo mutuo que tenía con sus informantes.
El auditor general del ministerio público, Leandro Mai, encargado de investigar el asunto, se inhibió de hacerlo por la “gravedad institucional” del hecho. Por eso, la Comisión de Acuerdos de la Legislatura ya está trabajando en una posible sanción contra Edery. Mientras tanto, también citaron a la fiscal regional, María Eugenia Iribarren, para evaluar su actuación. Algunas fuentes estiman que se podrían “llevar puesta” a la jefa del sur de Santa Fe.
En marzo, NOTICIAS había revelado en tapa el temor que les genera a los fiscales investigar al narcotráfico. A raíz de ese artículo, intentaron sancionar a los protagonistas de la nota, entre los que se encontraban Socca y Edery, por haber hablado sin autorización. En vez de apoyarlos, buscaron castigarlos: fue tal el revuelo que se armó, que las amonestaciones nunca se materializaron. Con esta causa, volvieron a quedar en el ojo de la tormenta: esta vez, enfrentados entre sí y con evidentes irregularidades.
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